Un acuario art¨ªstico
El Aquarium de San Sebasti¨¢n y la galer¨ªa Arteko muestran la relaci¨®n de 34 artistas con el mar
Un acuario puede convertirse en escaparate art¨ªstico de primera. M¨¢xime si se logra que 34 creadores se adhieran al proyecto y conviertan su relaci¨®n con el mar en obra de arte. La galer¨ªa Arteko de San Sebasti¨¢n y el Aquarium donostiarra plantearon esta iniciativa y hoy sorprenden con Aquarium 2000, una doble exposici¨®n colectiva de cerca de 130 piezas en la que participan artistas como Dora Salazar, Eduardo Chillida Belzunce, Baroja Collet, Juan Luis Goenaga, Nori Ushijima o Juan Gorriti. Todos aparecen representados tanto en el acuario como en la galer¨ªa.Aquarium 2000 muestra un universo art¨ªstico a peque?a escala. No s¨®lo por la variedad de disciplinas representadas en la doble exposici¨®n -pintura, escultura, fotograf¨ªa, obra gr¨¢fica, instalaciones...-, sino tambi¨¦n por la singularidad de lenguajes empleados por los artistas. Cada obra sugiere una mirada personal sobre el mar; sin embargo, el conjunto se alza como una ¨²nica oda po¨¦tica de exaltaci¨®n de este medio natural.
La propuesta permanecer¨¢ abierta al p¨²blico hasta el pr¨®ximo 15 de noviembre. Dice Cristina de la Fuente, responsable de la galer¨ªa, que se trata con ella de dinamizar el arte, de propiciar su inmersi¨®n en la vida cotidiana de la ciudad. De ah¨ª que la muestra se desdoble en dos y surja ante el espectador de forma inesperada. El recorrido por el Aquarium est¨¢ salpicado de arte perfectamente integrado con el recinto. Tanto que en ocasiones provoca la confusi¨®n entre las propias especies marinas. El mejor ejemplo es la instalaci¨®n de pl¨¢stico y cristal creada por la vizca¨ªna Dolo Navas. La artista ha plasmado su creatividad en cuatro cajas acu¨¢ticas que flotan en el estanque principal del oceanario. "?Han sido blanco de los tiburones?". "No", responde un trabajador del Aquarium. "M¨¢s peligrosas son las tortugas que piensan que son medusas y se lanzan a morderlas".
La muestra gu¨ªa al espectador por los pasillos del recinto hasta la sala de exposiciones a trav¨¦s de un sendero plagado de propuestas convencionales y otras de talante m¨¢s arriesgado y vanguardista, igual que en la galer¨ªa. Ana Isabel Rom¨¢n cuelga del techo un erizo realizado en gomaespuma; el joven artista Edu L¨®pez, La tempestad, una obra integrada por siete acr¨ªlicos y Koldobika J¨¢uregui Pez Abismal 2000, una escultura de roble y bronce acabada en fuego que identifican a primera vista los seguidores de este artista.
Aquarium 2000 se nutre principalmente de obras realizadas expresamente para la ocasi¨®n. En todo caso, s¨ª existen piezas m¨¢s antiguas que ahora se recuperan por su especial relaci¨®n con el mar. La Escafandra, de Dora Salazar por ejemplo se incluye dentro de este grupo, igual que Escultura en la ventana, una serigraf¨ªa de Chillida Belzunce o un cuadro realizado por Irene Laffitte en el 72 sobre el Aquarium que se expone en este recinto y se complementa en Arteko con su nueva versi¨®n sobre el mismo tema.
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