Bernardo Bertolucci lamenta la p¨¦rdida de la pasi¨®n y la fiebre por la pol¨ªtica
El cineasta italiano recibi¨® ayer en San Sebasti¨¢n un homenaje a su carrera
Sonriente, pero algo apagado, Bernardo Bertolucci recibi¨® ayer el homenaje del Festival de San Sebasti¨¢n. Novecento, su enorme cuadro ¨¦pico sobre el nacimiento del socialismo en Italia, se proyect¨® ¨ªntegramente en el vel¨®dromo de Anoeta. Cinco horas y media del cine de un director que ayer lament¨® la p¨¦rdida de la pasi¨®n y la fiebre por la pol¨ªtica. "Novecento es un edificio sujeto por la pasi¨®n por la ideolog¨ªa. Esa pasi¨®n ya no existe, yo ya no la tengo. Me he rendido". Bertolucci, de 60 a?os, m¨¢s optimista sobre el futuro del cine, a?adi¨®: "La piel del cine se est¨¢ mutando, algo nuevo puede ocurrir".
Quiz¨¢ son las secuelas de una reciente operaci¨®n de hernia discal o quiz¨¢ es que la mirada al mundo de un viejo militante de la izquierda como ¨¦l no da para demasiadas alegr¨ªas. Bernardo Bertolucci afirm¨® ayer que se siente inc¨®modo ante revisiones de su carrera como las que ofrece este Festival de San Sebasti¨¢n. "Agradezco este homenaje, pero no deja de ser inc¨®modo, me hace sentirme un poco jur¨¢sico".Durante algo m¨¢s de media hora, el director de El ¨²ltimo tango en Par¨ªs contest¨® en ingl¨¦s a las preguntas de una sala abarrotada de periodistas. Sin una pel¨ªcula nueva entre las manos, el director habl¨® de su conocida, y discutida, filmograf¨ªa. "No estoy realmente orgulloso de ninguna de mis pel¨ªculas, no me gusta utilizar la palabra orgullo para hablar de mi cine. Para m¨ª, la mejor pel¨ªcula es la que todav¨ªa no he hecho. Tengo una relaci¨®n extra?a con mi trabajo, jam¨¢s veo mis pel¨ªculas. No me gusta. Recuerdo que Rosellini ten¨ªa en su casa una sala en la que guardaba los rollos de sus pel¨ªculas. ?l incluso necesitaba el contacto f¨ªsico con ellas. A m¨ª eso no me ocurre. No quiero volver a los cr¨ªmenes del pasado".
El cineasta, que hace unos a?os en este mismo festival advirti¨® de la p¨¦rdida de rumbo del cine actual, afirm¨® ayer que "algo nuevo est¨¢ ocurriendo". "Hay un nuevo lenguaje, una vanguardia que poco a poco est¨¢ llegando y que significar¨¢ por fin un cambio. Muy pocos lo han advertido, pero est¨¢ ocurriendo. Podr¨ªa citar, por ejemplo, a algunos cineastas iran¨ªes. Me gustar¨ªa estar ah¨ª, ver lo que ocurre y poder transformar este sentimiento en una pel¨ªcula".
Durante a?os, Bertolucci anunci¨® la llegada del "tercer acto" de Novecento. El acto final que narrar¨ªa el brote de entusiasmo ideol¨®gico que naci¨® y muri¨® en mayo del 68. Hoy, aquella idea est¨¢ enterrada. "No tiene sentido hacer una pel¨ªcula sobre algo en lo que ya nadie cree, ni yo mismo".
Burt Lancaster, Robert de Niro, G¨¦rard Depardieu, Peter O'Toole, Jeremy Irons y, c¨®mo no, Marlon Brando. Bertolucci ha tenido entre sus manos a algunos de los actores m¨¢s geniales y dif¨ªciles de la historia del cine. En su libro de memorias, Marlon Brando escribi¨® que el El ¨²ltimo tango en Par¨ªs fue la experiencia m¨¢s dolorosa de su carrera, que ver "el imp¨²dico desnudo interior" que provoc¨® aquella pel¨ªcula le hizo sentir una terrible verg¨¹enza.
"La seducci¨®n", dijo ayer Bertolucci, "es la base de un buen trabajo entre actor y director. Siempre tengo la sensaci¨®n de que estos actores guardan un gran secreto, y mi labor y mi reto son descubrir cu¨¢l es ese secreto. De todos los actores con los que he trabajado", contin¨²a, "la experiencia con Brando fue la mayor. Me advirtieron de lo dif¨ªcil que era, de su complejidad como actor y como persona. Yo me cit¨¦ con ¨¦l en Los ?ngeles y mi fascinaci¨®n fue inmediata. Mi reto era sacar en la pantalla no al Brando del Actor's Studio, sino al Brando privado. La qu¨ªmica funcion¨®. Un a?o despu¨¦s del estreno de El ¨²ltimo tango... volv¨ª a Los ?ngeles. Quise ver a Brando, pero me dijeron que ¨¦l no quer¨ªa verme. Un amigo com¨²n me cont¨® que estaba muy dolido conmigo, que en la pel¨ªcula hab¨ªa demasiado suyo y que verla le doli¨® enormemente. Cuando preparaba El ¨²ltimo emperador quise que ¨¦l fuera el maestro que finalmente interpret¨® Peter O'Toole. Vittorio Storaro, que hab¨ªa sido el director de fotograf¨ªa de Apocalipsis Now, le llam¨®. Brando se refiri¨® a m¨ª como 'el beb¨¦ profeta'. Hace unos a?os, cuando Marlon sufri¨® su tragedia familiar, decid¨ª llamarle. ?Por qu¨¦ no has querido volver a verme?, le pregunt¨¦. 'Si quieres, nos vemos ahora', me dijo. Nos reunimos en el mismo lugar de nuestra primera cita. Recuerdo mis nervios. Hablamos durante horas, hasta el amanecer. Mi admiraci¨®n por Brando va m¨¢s all¨¢ de las palabras, me emociono s¨®lo con recordarlo".
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