"Talento, inter¨¦s y retentiva"

"Era un chica muy inquieta. El m¨¦dico nos aconsej¨® que hiciera deporte y como viv¨ªamos frente al gimnasio...". Esther Moya ten¨ªa seis a?os cuando sus padres, Lluis y Marisol, la introdujeron en el mundo del deporte en el Gimn¨¤stic Vilanova, un club modesto que puede presumir de haber sido la cuna de un ramillete de gimnastas ol¨ªmpicas: Aurora Morata (1980), Marta Artigas y Encarnaci¨®n Adsuar (1984), Lidia Castillejo y Nuria Velchi (1988) y ahora Moya y Laura Mart¨ªnez.Blanca Ferret, directora t¨¦cnica del club, no lo dud¨®: "Esther era un diamante por pulir. Se le ve¨ªa talento, inter¨¦s y retentiva". "Es una competidora nata desde peque?a y sabe soportar la presi¨®n", contin¨²a; "con nueve a?os ya fue campeona alev¨ªn compitiendo contra ni?as de diez y once".

A Esther, que naci¨® hace 16 a?os en Vilafranca del Pened¨¦s (Barcelona), le gusta la lectura, especialmente el g¨¦nero de terror, y el cine. Su car¨¢cter es t¨ªmido, pero tiene las ideas claras. "La gimnasia de ¨¦lite hace madurar a quienes la practican", asegura su padre; "lo sacrifican todo y su infancia no es la habitual".

Esther termin¨® el tercer curso de la ESO en Vilanova. En octubre de 1998 sufri¨® una lesi¨®n en la espalda que le produjo algunos problemas, pero que super¨® a pesar de que, debido al ritmo de los entrenamientos y la competici¨®n, no pudo acabar el tratamiento de musculaci¨®n prescrito.

Desde 1999 ha tenido que estar concentrada en Madrid, donde, al igual que sus compa?eras, no ha logrado superar el cuarto curso y su intenci¨®n es repetirlo en Vilanova, a donde quiere regresar para compaginar los estudios con los entrenamientos y la competici¨®n.

Eso es algo que est¨¢ por ver, puesto que la selecci¨®n est¨¢ concentrada de forma casi permanente en Madrid. Pero ella intentar¨¢ seguir compitiendo en los m¨¢ximos torneos entren¨¢ndose en Vilanova, donde tambi¨¦n podr¨¢ centrarse un poco m¨¢s en su objetivo de hacer la carrera de medicina.

Ferret, que pide m¨¢s respeto por parte de la federaci¨®n a los entrenadores, matiza que el original salto de Moya ya lo hac¨ªa cuando estaba en Vilanova y, adem¨¢s, con una pirueta adicional.