El l¨ªder economiza esfuerzos

Aplic¨® el Celta la ley del m¨ªnimo esfuerzo y el disgusto rond¨® Bala¨ªdos. El equipo de V¨ªctor Fern¨¢ndez anot¨® en la primera mitad y dio el partido por terminado en el descanso, lo que es tanto como jugar con fuego. Al Espanyol o le falta munici¨®n o la mala suerte le persigue, porque no podr¨¢ reclamar mejores oportunidades de las que dispuso para empatar. Sus errores permiten a los de Vigo sumar su tercera victoria consecutiva y liderar la clasificaci¨®n en solitario.El Espanyol le meti¨® mucha presi¨®n al bal¨®n en campo ajeno y lo persigui¨® sin sentido en el propio. Es decir, que tuvo m¨¢s problemas el Celta para cruzar el centro del campo que para jugar la pelota en la l¨ªnea de volantes, donde la superioridad de Gustavo L¨®pez y Mostovoi fue aplastante. Anduvo temerosa la defensa de Paco Flores, que pas¨® problemas tanto por el centro como por los costados.

Si el Celta no zanj¨® el partido antes del descanso es porque arrastra viejos vicios, relacionados con la pegada, aspecto en el que s¨®lo cumpli¨® Catanha. No necesit¨® hacer m¨¢s de lo que hizo el hispano-brasile?o para reivindicarse: recoger un rechace y convertirlo en gol. Es el tercero que anota en otras tantas jornadas.

Claro que la responsabilidad del tanto de Catanha debe compartirla con Gustavo L¨®pez, que respondi¨® al inter¨¦s del Chelsea con una primera mitad fant¨¢stica. En el minuto 19 baj¨® un bal¨®n al c¨¦sped y humill¨® a Iv¨¢n D¨ªaz y a Sergio con un quiebro. Dispar¨® con tanta fuerza que Mora tuvo que dejar el regalo a Catanha.

La segunda parte sumi¨® a los futbolistas del Celta en la inopia. Contribuy¨® la sustituci¨®n de Jesuli por Giovanella, lo que signific¨® un desahucio absoluto para la banda derecha. Durante 20 minutos permiti¨® Fern¨¢ndez que continuara el desajuste, que facilit¨® a Roger salir con asiduidad por su carril.

Cuando Manolo sustituy¨® a Vagner el partido era del Espanyol y la p¨¢jara del Celta, irremediable. Pero si el equipo de Vigo se ha reconciliado con el gol, el Espanyol se encuentra en una din¨¢mica similar a la que padeci¨® el Celta en otras ¨¦pocas. Lo que fall¨® Posse en el ¨¢rea viguesa es injustificable en un futbolista de su categor¨ªa. A continuaci¨®n, Pinto salv¨® un cabezazo de Serrano que se introduc¨ªa en su porter¨ªa, y el equipo de Flores pareci¨® entender su destino. La afici¨®n perdon¨® a su equipo la desastrosa segunda mitad porque, ciertamente, un liderazgo lo justifica todo.