Una baja nota que provoc¨® el abucheo del p¨²blico

El p¨²blico en gimnasia, como en patinaje sobre hielo, es muy entendido. Ayer protest¨® airadamente en el Super Dome cuando vi¨® en el marcador la nota definitiva de Esther Moya. La sensaci¨®n de nueva cacicada, como en el concurso por equipos, parec¨ªa cernirse sobre la espa?ola. S¨®lo la juez ucrania dio 9,750. ?Qui¨¦n era la ¨²nica que se apiad¨® de la espa?olita? Pues casi nadie: Ludmila Turisheva, la ex campeona ol¨ªmpica, la ¨²ltima gimnasta de ¨¦lite con cuerpo de mujer antes de la aparici¨®n de las ni?as, como Olga Korbut. Las otras cinco jueces, de Estados Unidos, Kazajst¨¢n, Francia, Reino Unido y Bielorrusia, se quedaron en 9,700, que fue la nota irremediable.La situaci¨®n era dif¨ªcil para Esther, pero lo que parec¨ªa imposible ocurri¨®: la rumana Amanal comenz¨® bien, pero acab¨® mal, sali¨¦ndose del practicable. Pero la inercia de las jueces con las rumanas y rusas cuando tienen fallos es sospechosa. Si no son graves tienen un rasero muy particular a su favor, como de disculpa. Le bajaron lo justo para que ganara el bronce.