El notario Ballar¨ªn ratifica que su firma fue falsificada en el PP m¨¢s de tres mil veces

El notario Alberto Ballar¨ªn reconoci¨® ayer, ante el tribunal de la Audiencia de Madrid que juzga el presunto fraude en el voto por correo, que su firma fue falsificada m¨¢s de 3.000 veces en la sede del Partido Popular. Ballar¨ªn, que dijo ignorar qui¨¦n o qui¨¦nes falsearon su r¨²brica, afirm¨® que colabor¨® de forma altruista con el PP en la legitimaci¨®n de firmas para el voto postal en las elecciones municipales de 1991 y que incluso facilit¨® a los apoderados populares una estampilla de su despacho, pero que, obviamente, no les autoriz¨® a suplantarle la firma.

Negativas

La Audiencia celebr¨® la segunda sesi¨®n del juicio que se sigue contra nueve militantes del PP, la mayor¨ªa apoderados de este partido, acusados de un delito electoral y otro de falsedad. El fiscal pide penas de nueve a?os de c¨¢rcel para tres de los procesados y de dos para los otros seis; las defensas, la absoluci¨®n. Aparte de Ballar¨ªn, ayer declararon unos 40 testigos, electores de aquellas elecciones mediante el voto postal. ?stos, en s¨ªntesis, afirmaron que acudieron a la sede central del PP, en la calle de G¨¦nova, y a otros locales regionales para que all¨ª les tramitasen el voto por correo, y que ignoraban las supuestas irregularidades que se atribuyen a los apoderados del PP que tramitaron sus votos. En esos comicios, el PP alcanz¨® la mayor¨ªa absoluta en el Ayuntamiento de Madrid (el margen de votos que obtuvieron los populares fue muy superior a los m¨¢s de tres mil supuestamente falsificados).

Casi todos los testigos coincidieron en se?alar que se limitaron a rellenar la solicitud de voto postal (que se tramita ante la Junta Electoral, que es la que da el visto bueno y luego remite personalmente las papeletas al interesado) y que les dijeron "que ya hab¨ªan votado y que no deb¨ªan hacer nada m¨¢s". Una cosa es la tramitaci¨®n del voto por correo, y otra, votar. El voto no se puede delegar, es personal e intransferible, seg¨²n la normativa electoral.

Tanto el fiscal como las acusaciones particulares, entre ellas la coalici¨®n Izquierda Unida, aseguran que los acusados cometieron dos delitos en aquel proceso electoral a la hora de gestionar las solicitudes de voto postal: uno, falsearon la firma del notario para legitimar m¨¢s de tres mil votos ante la Junta Electoral, y dos, introdujeron la papeleta del PP en los sobres, algo que, seg¨²n la Ley Electoral, s¨®lo puede hacer personalmente el elector; es decir, despu¨¦s de que la Junta Electoral da el visto bueno, la documentaci¨®n (los sobres y papeletas de los distintos partidos) debe ser entregada al elector para que ¨¦ste deposite su papeleta y luego, bien ¨¦l o bien una persona autorizada, la entregue en Correos.

Ballar¨ªn, que ayer declar¨® como testigo, dej¨® claro que en el citado proceso electoral legitim¨® en torno a 5.000 solicitudes de voto por correo, y que todas las dem¨¢s que se le atribuyen y que figuran en las diligencias -3.366, seg¨²n el fiscal- eran falsas. El notario legitimaba las solicitudes con copias de los DNI que los electores dejaron en distintas sedes del PP al tiempo de rellenar las fichas; en definitiva, certificaba que la firma de la ficha se correspond¨ªa con la del DNI del elector. Este tr¨¢mite -el cotejo de firmas- es preciso para que la Junta Electoral sepa que efectivamente esa persona ha solicitado votar por correo y que ha autorizado su tramitaci¨®n (pero no la acci¨®n material de votar, que es distinto).

Ballar¨ªn explic¨® que el 14 de mayo, siete d¨ªas antes de las elecciones, recibi¨® una notificaci¨®n de su colegio inst¨¢ndole a que cesara en la pr¨¢ctica de validar solicitudes con fotocopias de documentos de identidad (s¨®lo pod¨ªa hacerlo, en su caso, con el DNI original). A partir de ese momento pidi¨® al PP que no le remitiese m¨¢s solicitudes.

-?C¨®mo explica usted -le pregunt¨® el presidente del tribunal, Jos¨¦ Manuel Maza- que algunas solicitudes se efectuasen el d¨ªa 20 y que la legitimaci¨®n fuese fechada el d¨ªa 13? ?Sospecha usted de que alguien pudo falsificar su firma y puso una fecha anterior a la del d¨ªa en que recibi¨® la instrucci¨®n del Colegio?

-Pues s¨ª, es posible que ocurriera eso -contest¨® Ballar¨ªn.

Ante el juez instructor del caso, el notario escrut¨® todas las firmas y determin¨® que m¨¢s de tres mil eran falsas. En otras expres¨® sus dudas y el juez las clasific¨® aparte. Ballar¨ªn destac¨® que no apunt¨® el n¨²mero exacto de solicitudes que legitim¨®, pero que lo ten¨ªa en la cabeza y que, m¨¢s o menos, "fueron unas 5.000".

-?Y c¨®mo supo que esas firmas eran falsas? -pregunt¨® un abogado de la defensa.

-Porque yo pongo en mi firma oficial, aparte de la r¨²brica, un signo, una cruz. Y el falsificador olvid¨® poner el travesa?o horizontal de la cruz.

Otro de los abogados de la defensa exhibi¨® un escrito enviado por Ballar¨ªn al juez instructor del caso, Rafael Mozo. Cubri¨® el texto del escrito y pidi¨® que le mostrasen al notario la firma. ?Esa firma es suya?, pregunt¨®. Inicialmente, Ballar¨ªn se?al¨® que no (carece "del signo de la cruz", dijo). Y, ante el revuelo y el regocijo de los letrados defensores, Ballar¨ªn pidi¨® ver el texto que acompa?aba a la firma. "Bueno, creo que s¨ª, que es la m¨ªa", a?adi¨® entonces. Los abogados pretend¨ªan demostrar la dificultad que conlleva, incluso para un notario, saber si su garabato ha sido falsificado. La letrada de Ballar¨ªn, Beatriz de la Cuesta, explic¨® que todos los notarios tienen doble firma: la oficial de la notar¨ªa y la de sus asuntos.

En la primera sesi¨®n del juicio, los acusados, apoderados del PP en las sedes de Aranjuez, Fuenlabrada y la central de la calle de G¨¦nova, as¨ª como en otras de varios distritos de la capital, negaron haber falseado la firma al notario y rechazaron haber introducido papeletas de electores en sobres. El fiscal sostiene que lo que en realidad se hizo fue decir a los electores que rellenasen la ficha de la solicitud de voto postal y que se despreocupasen de todo.Para el juicio hay citados alrededor de 140 electores. Unos 40 comparecieron ayer ante el tribunal. Se?alaron que su intenci¨®n era votar al PP, pero, una vez que rellenaron la solicitud, les dijeron que ya hab¨ªan votado y que no se preocupasen de nada m¨¢s. Muchos de ellos apelaron a los a?os transcurridos desde los hechos -casi diez a?os- e indicaron que no recordaban nada de lo sucedido.

Mar¨ªa Almudena P. se?al¨® que sus padres le enviaron a Londres, donde viv¨ªa entonces, la solicitud de voto postal, que la rellen¨®, se la envi¨® a ellos y que "nunca m¨¢s supo nada". Concepci¨®n T. subray¨® que en esa fecha ten¨ªa una boda y que en la sede del PP rellen¨® una ficha y que le dijeron "que ya hab¨ªa votado". "?Introdujo usted materialmente la papeleta en el sobre?", pregunt¨® el fiscal. "S¨ª, la de la propaganda que me enviaron a casa". Seg¨²n las acusaciones, eso es ilegal. En el voto por correo s¨®lo cabe introducir las papeletas que remite la Junta Electoral, y esa acci¨®n es indelegable.