Los africanos exhiben su f¨ªsico y un portero de 16 a?os
El exuberante f¨ªsico de Camer¨²n es lo m¨¢s temido entre los jugadores espa?oles, que ya empiezan a tener el dep¨®sito en reserva despu¨¦s de disputar cinco partidos en 12 d¨ªas. "Nosotros ya estamos un poco justos", reconoc¨ªa tras el encuentro de ayer el centrocampista Albelda.La selecci¨®n camerunesa ha recurrido a su potencia descomunal para batir a dos de los grandes favoritos: Brasil y Chile. En su camino ha empatado con la Rep¨²blica Checa (1-1) y Estados Unidos (1-1) y ha vencido a Kuwait (3-2), Brasil (2-1) y Chile (2-1). Nueve tantos a favor y seis en contra. Los africanos cuentan, por cierto, con un sorprendente integrante: un portero de 16 a?os, Carlos Idriss Kameni, que ayer disput¨® todo el encuentro ante Chile y que juega en Le Havre, franc¨¦s.
El partido de ayer lo gan¨® Camer¨²n en los cinco minutos finales. Patrick Mboma, de 30 a?os y centrocampista del Parma, italiano, apareci¨® en el minuto 84 para empatar y cuatro minutos despu¨¦s Lauren envi¨® a su equipo a la final v¨ªa penalti. El ex interior derecho del Mallorca y actual jugador del Arsenal, ingl¨¦s, es uno de los conocidos de sus colegas espa?oles. Otros son el madridista Geremi, que cumpli¨® ayer un partido de sanci¨®n; el mallorquinista Eto'o y el levantinista Kome. La lista de futbolistas consagrados la completa Wome, del Bolonia.
Por segunda vez consecutiva, una selecci¨®n africana se planta en la final de los Juegos. En Atlanta lo hizo Nigeria, que derrot¨® a Argentina. La vieja Europa, pues, frente a la emergente ?frica.
La selecci¨®n espa?ola prefer¨ªa a Chile en la final. Ten¨ªa ganas de revancha tras su derrota (1-3) de la primera fase. "Ya se sabe que los equipos africanos son imprevisibles: capaces de lo mejor y de lo peor. Un tanto an¨¢rquicos, pero de un gran poder¨ªo f¨ªsico", dijo ayer el seleccionador espa?ol, I?aki S¨¢ez.
El horario es otro de los inconvenientes que se le presentan a Espa?a. La final se disputar¨¢ el s¨¢bado a las 12.00 horas (las tres de la madrugada espa?ola) y eso disgusta a los pupilos de S¨¢ez, acostumbrados a jugar por la tarde. Claro que, aunque se perturbe su biorritmo, su moral no bajar¨¢.
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