Reina por un d¨ªa

A la hora de efectuar las previsiones de medallas espa?olas en cualquier cita ol¨ªmpica la vela era un valor seguro. El c¨¢lculo se pod¨ªa establecer con un leve margen de error. En cierto modo, Espa?a era una potencia en vela. En Sydney, ha perdido musculatura. Todo el peso de las medallas recae ahora sobre una regatista, Neus Garriga, una debutante que seguramente ni exist¨ªa en la lista de pron¨®sticos.El deporte ol¨ªmpico depara paradojas singulares y probablemente el caso de Neus Garriga sea una de ¨¦llas. Con 21 a?os, la regatista catalana de la clase Europa, que llego a Sydney escondida en el anonimato casi absoluto, puede conseguir la primera medalla para el equipo espa?ol de vela. Pero lo mas sorprendente es que Neus Garriga estuvo a punto de no participar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney por no conseguir los m¨ªnimos exigidos por su Federaci¨®n y el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol.

Neus es una estudiante de odontolog¨ªa simp¨¢tica, tranquila y sosegada que confiesa que el seguimiento de la familia real desde un yate le dio suerte y ¨¢nimos para esforzarse al m¨¢ximo. "Mi entrenador me notific¨® la presencia del pr¨ªncipe Felipe y resulta que ese d¨ªa realic¨¦ la mejor salida de todo el campeonato", ha se?alado. Lejos de cualquier explicaci¨®n t¨¦cnica, el asunto no es menor. Debutar en unos Juegos, fuera de previsi¨®n y a los 21 a?os, reclama ¨¢nimo para la moral como viento en las velas (algo que viene escaseando en la Bah¨ªa de Sydney). Algo m¨¢s, por tanto, que una an¨¦cdota. La clave del ¨¦xito de esta regatista reside en la serenidad con la que compite, las ganas de no dar nada por perdido hasta el final y una muy buena velocidad de su embarcacion.

Neus Garriga deber¨¢ utilizar toda su genialidad para desbancar a la argentina Serena Amato y a la inglesa Shirley Roberston, que ahora marchan en cabeza, y frenar a otras muchas competidoras que intentan fulminar sus ilusiones. Esta joven regatista cuenta con la ayuda incondicional de sus padres, desplazados a Sydney, y los ¨¢nimos de muchos amigos espa?oles que le siguen d¨ªa a d¨ªa. Ahora recoge m¨¢s miradas. Tras los fracasos de los regatistas con m¨¢s jerarqu¨ªa, s¨®lo endulzados por el diploma ol¨ªmpico de Mar¨ªa del Carmen Vaz, (8? en la clase Mistral), y las pocas expectativas en Star (5? puesto a falta de cinco regatas) y en Laser (13? puesto), Neus Garriga recoge la responsabilidad del equipo espa?ol para no volver de vac¨ªo, en lo que era considerado un valor seguro.

A Neus Garriga le faltan tres regatas para confirmar su lugar de privilegio. Se queja del calendario propuesto por la organizaci¨®n, con muchos d¨ªas de descanso entre unas regatas y otras, y promete una actitud m¨¢s agresiva. S¨®lo desea unas condiciones meteorol¨®gicas normales, menos niebla y un viento razonable, para convertirse en la medallista m¨¢s inesperada del equipo espa?ol m¨¢s imprevisible de los ¨²ltimos a?os.