El uso de las reservas, un arma de doble filo
Los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea no alcanzan el consenso necesario para adoptar una medida excepcional como es la de sacar al mercado las provisiones de crudo
La utilizaci¨®n de las reservas estrat¨¦gicas es un arma de doble filo. Mientras en Estados Unidos su uso se explica por cuestiones dom¨¦sticas, en la Uni¨®n Europea la confusi¨®n entre reservas privadas y p¨²blicas complica la decisi¨®n y hace temer que la medida acabe siendo in¨²til. "El recurso a las reservas s¨®lo se puede hacer una vez y hoy no se dan las circunstancias necesarias", advirti¨® ayer el portavoz de Loyola de Palacio, vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea.Europa se plantea tres problemas a la hora de decidir el recurso a sus reservas. En primer lugar, la Comisi¨®n tiene dudas sobre su impacto real. En segundo lugar, las reservas europeas (125 millones de toneladas equivalentes a 111 d¨ªas de consumo) son inferiores a las de Estados Unidos (80 millones de toneladas en manos del Gobierno y muchas m¨¢s en los dep¨®sitos privados) y Jap¨®n (160 d¨ªas de importaciones). Y en tercer lugar, no hay todav¨ªa el consenso necesario.
En Europa se establece que las reservas m¨ªnimas sean de 90 d¨ªas de consumo o venta de productos. Europa tiene unas reservas estrat¨¦gicas superiores a las de Estados Unidos, pero unas reservas reales inferiores. Seg¨²n los datos de la Comisi¨®n, los 125 millones de toneladas de petr¨®leo almacenado aseguran 108 d¨ªas de consumo de gasolinas, 100 de gas¨®leo y queroseno y 168 d¨ªas de gas¨®leo de calefacci¨®n. En el caso de Espa?a las cifras son de 105, 91 y 142 d¨ªas respectivamente, lo que supone una media de 102 d¨ªas. Las reservas espa?olas ascienden a 10,3 millones de toneladas, la cuarta parte del consumo final.
Estados Unidos s¨®lo dispone de 80 millones de toneladas, equivalentes a 571 millones de barriles, de los que desde el lunes va a introducir entre 30 y 35 millones en el mercado a un ritmo de un mill¨®n por d¨ªa. En EE UU el consumo es de 18,7 millones de barriles al d¨ªa, de manera que si s¨®lo se consumiesen las reservas se agotar¨ªan en 55 d¨ªas. Pero las reservas reales del pa¨ªs son muy superiores a las europeas porque hay que sumar los dep¨®sitos de las compa?¨ªas privadas de un pa¨ªs que es uno de los principales productores del mundo de crudo de petr¨®leo.
En Europa, en cambio, se confunden los dos conceptos. Las reservas de 111 d¨ªas incluyen dep¨®sitos p¨²blicos y privados. En algunos pa¨ªses, como Alemania, todas las reservas est¨¢n en manos privadas. As¨ª, sacar las reservas al mercado es un proceso mucho m¨¢s complicado que en EE UU.
Una dificultad a?adida es la necesidad de consenso pol¨ªtico entre los socios europeos ante una medida excepcional. El entusiasmo de pa¨ªses como Espa?a, Francia u Holanda no es compartido por todos. Alemania se opone y el Reino Unido ya ha hecho p¨²blico tambi¨¦n su descontento con la medida. "Las reservas de crudo son para emergencias y no para controlar el precio", declar¨® ayer un portavoz del departamento de Comercio del Gobierno brit¨¢nico. Fuentes espa?olas, no obstante han subrayado que la interpretaci¨®n de la ley deja la puerta abierta a que tambi¨¦n un precio excesivamente alto pueda considerarse una situaci¨®n de emergencia, lo que explica el uso de esas reservas.
Ante tantas complicaciones industriales y pol¨ªticas, la Comisi¨®n se refugia en la prudencia para no pasar el bochorno de proponer una medida que a lo mejor nunca es aprobada o que no surta ning¨²n efecto sobre los mercados. Sin embargo, existen argumentos t¨¦cnicos a favor de la utilizaci¨®n de las reservas. En Estados Unidos tiene como objetivo -adem¨¢s de ayudar a Al Gore a ganar las elecciones presidenciales- presionar a las petroleras locales para que dejen de especular y de aprovecharse de las decisiones de la OPEP para aumentar sus propios m¨¢rgenes.
En Europa permitir¨ªa restar presi¨®n compradora en el gas¨®leo de calefacci¨®n, que afronta el invierno sin haber cerrado las compras habituales. Y precisamente las altas reservas de que dispone Europa en esta gama de producto le permitir¨ªa afrontar una intervenci¨®n sin el riesgo de acabar generando m¨¢s demanda que oferta.
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