Reservas a izquierda y derecha

La divisi¨®n entre partidarios y adversarios del euro atraviesa directamente los campos ideol¨®gicos, los partidos y las generaciones. Tan s¨®lo entre niveles de formaci¨®n y sectores de producci¨®n se perciben ciertas tendencias mayoritarias. Los j¨®venes que tienen por primera vez derecho a voto est¨¢n divididos pr¨¢cticamente por igual entre quienes creen que tienen que estar con pleno derecho en la UE y en el euro tambi¨¦n para tener influencia en la toma de decisiones y quienes consideran que el euro es s¨®lo un paso para perder soberan¨ªa y calidad de vida y poner en peligro un Estado del bienestar del que est¨¢n leg¨ªtimamente orgullosos.A diferencia de Austria, el euroescepticismo en Dinamarca no procede ni se agrupa esencialmente en el populismo de derechas o la ultraderecha, sino que tiene tambi¨¦n una nutrida militancia de izquierdas. La defensa del Estado nacional se ha convertido en una bandera de los socialistas de izquierda y los Verdes en contra de la globalizaci¨®n y en lo que coinciden con la extrema derecha en llamar la "tiran¨ªa" de Bruselas o el Banco Central Europeo. La evoluci¨®n del euro en los ¨²ltimos meses no ha hecho sino ayudarles. "El eurotitanic que se hunde cada vez m¨¢s", dicen con sorna. Lo mismo ha sucedido con las sanciones contra Austria, pa¨ªs similar en tama?o y poblaci¨®n, al que los partidarios del no consideran un ejemplo de c¨®mo el "superestado europeo" atropella a los peque?os. "Dinamarca podr¨ªa ser la pr¨®xima en ser castigada si hace lo que su poblaci¨®n quiere", repiten los contrarios al euro. Nadie sabe c¨®mo acabar¨¢ esta consulta. Pero, sea el que fuere el resultado, las reservas seguir¨¢n siendo aqu¨ª profundas.