Dinero y respeto a Rosa Luxemburgo

El PDS ha pasado a formar parte de la ¨¦lite pol¨ªtica establecida en Alemania. Los ex comunistas de la RDA estaban ya en el Bundestag (Parlamento federal) desde 1990, pero la prueba de fuego para ser un partido respetado fue haber saltado el list¨®n del 5% (5,1%) de votos en las elecciones de 1998, que le ha permitido constituirse como grupo parlamentario, aunque fuera con un resultado tan desigual como un 23,6% en el Este (donde es segundo o tercer partido, seg¨²n los l?nder) y un 1,2%, en el Oeste. Ser parte de la ¨¦lite tiene sus ventajas: No s¨®lo el respeto, sino tambi¨¦n el dinero.La fundaci¨®n Rosa Luxemburgo, af¨ªn al partido, se beneficia del nuevo rango y recibe subvenciones oficiales, as¨ª como visitantes. Por primera vez, este oto?o el Bundestag env¨ªa sus becarios internacionales (miembros de las futuras ¨¦lites pol¨ªticas de otros pa¨ªses) a la fundaci¨®n. Los becarios, procedentes sobre todo de Europa del Este, pero tambi¨¦n de EE UU y de Francia, no son un p¨²blico f¨¢cil para el profesor Michael Brie, 45 a?os, y le ponen en aprietos con comentarios cr¨ªticos a Rosa Luxemburgo. ?l les cuenta que sufri¨® las consecuencias (le expulsaron de la universidad tras la ca¨ªda del muro) de haber revelado su colaboraci¨®n con la Stasi ( servicios secretos de la RDA), cuando frecuentaba los movimientos de liberaci¨®n sudafricanos.

Michael Brie forma parte del c¨ªrculo de intelectuales que reflexiona sobre el papel de la izquierda tras la desintegraci¨®n del comunismo. La situaci¨®n para el PDS es complicada. De los 88.600 miembros del partido, s¨®lo 3.800 son del Oeste, y un 70% son mayores de 60 a?os. S¨®lo un 3% tiene menos de 30 a?os. Brie admite que el medio no ayuda a captar nuevos militantes. El PDS no ha conseguido convencer en Occidente de que puede articular el "d¨¦ficit en justicia social". "La renovaci¨®n no pasa s¨®lo por adoptar posiciones socialdem¨®cratas, sino por aprender los principios de una nueva cultura", se?ala.