El 'hereu', el recambio y la guerra de la sucesi¨®n

La del hereu ha sido una instituci¨®n de gran peso en la historia social y econ¨®mica de Catalu?a, y ahora la herencia pol¨ªtica de Jordi Pujol tiene m¨¢s de un aspirante. Quiz¨¢ sea una gran herencia, quiz¨¢ no. De momento, ayer dio pie a unos chispazos de agudeza en el debate entre el propio Pujol y Pasqual Maragall. El l¨ªder socialista dej¨® claro que ¨¦l no quiere ser el hereu de Pujol, sino otra cosa.Refiri¨¦ndose a s¨ª mismo, y sin especificar a qui¨¦n lanzaba la advertencia, Pujol dijo, en tono un poco jocoso, pero todo menos inocente: "Hay quienes tienen una mala salud de hierro que desespera a sus herederos. Tendr¨ªan que morirse, pero nunca se mueren".

Esta afirmaci¨®n provoc¨® un gran estallido de risas en el hemiciclo. Dio la impresi¨®n de que quiz¨¢ Pujol quer¨ªa referirse a que Maragall no le suceder¨¢ como presidente de la Generalitat, pero su frase fue interpretada m¨¢s como una alusi¨®n a quienes aspiran a ser sus delfines en CiU. Viendo lo que suced¨ªa, el propio Pujol quiso corregirse y precisar un destinatario: "Parece que Maragall no cuenta con ser el heredero", agreg¨®.

Enmedio de las risas, pero tambi¨¦n de una cierta confusi¨®n, el presidente del Parlament, Joan Rigol, que dirig¨ªa el debate, pens¨® que hab¨ªa llegado el momento de meter baza: "Parece que hay acuerdo sobre el diagn¨®stico, pero no sobre el enfermo", dijo.

La r¨¦plica de Maragall, nada m¨¢s subir al atril, fue contundente. "Yo no he querido ser su heredero", asegur¨®. Y acto seguido a?adi¨®: "He sido una vez su rival y no volver¨¦ a serlo porque usted no volver¨¢ a presentarse a las elecciones. No ser¨¦ su heredero, sino el recambio. Pero vigile, porque los que s¨ª quieren ser sus herederos quiz¨¢ hablar¨¢n de usted peor de lo que yo haya hablado nunca".

En sus intervenciones posteriores, Pujol no volvi¨® a referirse al asunto, ni ning¨²n otro de los oradores que participaron en el debate. Sin embargo, la batalla por la herencia pol¨ªtica de Pujol, su sucesi¨®n al menos en la vertiente como l¨ªder nacionalista, fue el trasunto de la intervenci¨®n de Josep Llu¨ªs Carod, el secretario general de Esquerra Republicana (ERC). Los republicanos se profesan independentistas, pero ayer Carod le ped¨ªa a Pujol algo tan poco peligroso como reclamar para Catalu?a una reforma del Estatuto de autonom¨ªa cuando esto es ya lo que plantea incluso alguien como el presidente valenciano, Eduardo Zaplana.

Pero lo que Carod escenificaba era, adem¨¢s de pedir para su partido algunos asientos en el banco del Gobierno catal¨¢n, una operaci¨®n para presentarse como l¨ªder nacionalista aceptable tambi¨¦n para el electorado convergente. La primera parte de su discurso era, punto por punto, id¨¦ntica al discurso de Converg¨¨ncia.