Los sabios tambi¨¦n se equivocan
Los sabios tambi¨¦n se equivocan. Basta un paseo por la historia de la ciencia para encontrar m¨²ltiples ejemplos de grandes anuncios que dieron paso a grandes patinazos. Si bien a veces estos errores les sirvieron a otros para desvelar algunos secretos y contribuir con ello a los grandes avances de la ciencia. El Planetario de Madrid inaugura el pr¨®ximo martes un nuevo programa al que ha denominado Eureka: errores y avances de la investigaci¨®n cient¨ªfica. Mediante un montaje de audio-multivisi¨®n en el que se utilizan 300 diapositivas originales, el Planetario muestra algunos de los fallos m¨¢s garrafales de la astronom¨ªa, que en muchos casos han perdurado hasta nuestros d¨ªas. ?stos son algunos de ellos:Hace dos siglos un famoso fil¨®sofo dijo que nunca se sabr¨ªa de qu¨¦ est¨¢n hechas las estrellas. Treinta a?os despu¨¦s ya se conoc¨ªa su composici¨®n analizando su luz.
No se sab¨ªa de la existencia de Urano, Neptuno, Plut¨®n ni de los asteroides y se cre¨ªa que en Saturno se acababa el sistema solar. Hoy se ha descubierto que sus l¨ªmites se extienden 10.000 veces m¨¢s lejos y tambi¨¦n se conocen miles de cuerpos m¨¢s.
Muchos cient¨ªficos creyeron que exist¨ªa otro planeta entre Mercurio y el Sol. Le llamaron Vulcano, como el dios del fuego. Posteriormente se ha demostrado que nunca existi¨®, como tampoco existi¨® la falsa luna de Venus que creyeron ver gran cantidad de observadores antes del siglo XIX. Tambi¨¦n se pensaba que los anillos de Saturno eran s¨®lidos, creencia que estuvo apoyada por c¨¢lculos matem¨¢ticos hasta el siglo XIX. Los estudios de las sondas espaciales han mostrado finalmente unos anillos formados por gran cantidad de part¨ªculas.
Se pensaba que las estrellas brillaban por la contracci¨®n de su masa. Ahora se sabe que se debe a las reacciones nucleares de fusi¨®n que se producen en su interior.
Hasta entrado el siglo XX se discut¨ªa si hab¨ªa otras galaxias, y si la nuestra era de forma espiral. Nadie sab¨ªa que en nuestro universo se estaba expandiendo, ni se imaginaban los conocimientos actuales.
Hace un siglo no se conoc¨ªa tampoco la edad de la Tierra. Algunos astr¨®nomos, basados en la Bibl¨ªa, supon¨ªan que hab¨ªa sido creada hace s¨®lo unos miles de a?os. Hoy, los cient¨ªficos piensan, a partir de la teor¨ªa de la radiactividad de las rocas, que nuestro planeta se form¨® hace unos 4.600 millones de a?os, cifra a la que por azar se aproximaban los antiguos relatos hind¨²es.
Al conocer que el calor del Sol est¨¢ causado por reacciones nucleares que se producen en su interior se ha podido determinar su edad, estimando que no es inferior a la edad de la Tierra.
La explicaci¨®n del Diluvio Universal hasta la ¨¦poca de Miguel ?ngel estaba apoyada en que se hab¨ªan encontrado restos marinos en las altas monta?as. Esta teor¨ªa fue rebatida por Leonardo da Vinci, que sosten¨ªa que el mar no hab¨ªa ascendido hasta cubrir las monta?as, sino que ha sido el fondo marino, con sus f¨®siles ya formados, el que ha ascendido poco a poco hasta constituir las monta?as y cordilleras.
Juan Antonio Bernedo, asesor t¨¦cnico del Planetario de Madrid, ha sido el encargado de la producci¨®n del Programa Eureka, en el que se recogen todos estos errores de la ciencia. "Hemos intentado mantener durante los 45 minutos que dura la proyecci¨®n un tono eminentemente did¨¢ctico y lanzar el mensaje de que a trav¨¦s de grandes errores de los cient¨ªcos tambi¨¦n se han hecho grandes descubrimientos. La cinta tambi¨¦n servir¨¢ para divulgar la astronom¨ªa."
El Programa Eureka estar¨¢ en el Planetario de Madrid al menos durante m¨¢s un a?o, el mismo tiempo que Bernedo ha tardado en realizar su proyecto. "Esperamos, si se cumplen las previsiones, que 350.000 personas vean este trabajo", anuncia el experto.
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