Italia discute un recorte de impuestos de 3,4 billones en el presupuesto de 2001
El ministro italiano de Finanzas, Ottaviano del Turco, resumi¨® ayer los Presupuestos de 2001, que debate el Parlamento, explic¨¢ndoles a los ciudadanos que en la paga de Navidad se encontrar¨¢n con 350.000 liras (unas 28.000 pesetas) m¨¢s de media por persona. Ese dinero es parte de los beneficios fiscales, por valor de unos 3,4 billones de pesetas, que caer¨¢n como lluvia ben¨¦fica sobre los italianos desde finales de 2000 a finales de 2001. Los Presupuestos representan la principal baza del Gobierno de centro-izquierda a seis meses de las elecciones.
Tensi¨®n
Pero las intenciones del Gobierno han encontrado un muro hostil en la patronal Confindustria, cuyo presidente, Antonio d'Amato, ha reclamado una apuesta m¨¢s decidida a favor de la competitividad del pa¨ªs.Dos tercios del generoso bono fiscal ir¨¢n a parar a los ciudadanos, bajo forma de reducci¨®n de impuestos en el IRPF, aumento de las pensiones m¨ªnimas, en la asignaci¨®n por cada hijo, o en la desaparici¨®n del impuesto sobre la primera casa y la reducci¨®n de los costes sanitarios. El tercio restante servir¨¢ para reducir los impuestos corporativos y las tasas que gravan los beneficios empresariales. Las medidas han recibido el aplauso del principal sindicato, el ex comunista CGIL, pero no de la Confindustria. Antonio d'Amato, presidente de la organizaci¨®n, ha insistido en que el Ejecutivo debiera concentrar sus esfuerzos en flexibilizar el mercado de trabajo, y en resolver el problema del trabajo negro.
Las cr¨ªticas de D'Amato provocaron una fuerte tensi¨®n entre el Ejecutivo y la patronal. El ministro del Tesoro, Vincenzo Visco, acus¨® al empresario de ser incapaz de reconocer los evidentes s¨ªntomas de "recuperaci¨®n econ¨®mica" y de estar escorado del lado de la oposici¨®n. La situaci¨®n empeor¨® este fin de semana, cuando en una reuni¨®n de j¨®venes empresarios, celebrada en Capri, Cesare Romiti, ex presidente de la Fiat, hoy al frente de la poderosa editorial Rizzoli y uno de los hombres que han "apadrinado" la elecci¨®n a la presidencia de Confindustria de D'Amato, lanz¨® un ataque feroz contra el Gobierno.
Despu¨¦s de descalificar la pol¨ªtica econ¨®mica realizada durante los ¨²ltimos cuatro a?os por los diferentes ejecutivos de centro-izquierda, y criticar el incumplimiento de las promesas de reformas, Romiti invit¨® al equipo de Gobierno a irse a casa. "Si no saben hacer las cosas, que dejen paso a otros", dijo. Comentarios que todo el Gobierno ha interpretado como un espaldarazo a la oposici¨®n.
Pero no s¨®lo la Confindustria y Romiti han puesto pegas a los presupuestos m¨¢s populares de la reciente historia italiana. La Uni¨®n Europea ha esbozado alguna t¨ªmida cr¨ªtica, calific¨¢ndolos de "poco ambiciosos". Quiz¨¢ pensando en la abrumadora deuda p¨²blica, que asciende todav¨ªa al 110% del producto interior bruto (PIB), en el sistema de pensiones mil veces denunciado como insostenible por todas las autoridades econ¨®micas mundiales, en los problemas de desajustes en el mezzogiorno y en las graves deficiencias en las infraestructuras viarias del pa¨ªs. Visco, se ha defendido argumentando que el Gobierno puede financiar el bono fiscal gracias a una mayor recaudaci¨®n de impuestos.
Para el Ejecutivo se trata adem¨¢s de una obligada "restituci¨®n" a los italianos tras ocho a?os de subidas de impuestos. Fue precisamente el primer ministro, Giuliano Amato, en su breve periodo como primer ministro de 1992, el que llev¨® a cabo el mayor ataque al bolsillo de los contribuyentes, cobr¨¢ndoles de las cuentas bancarias un porcentaje para salvar de la bancarrota al Estado. M¨¢s tarde, en 1997, Romano Prodi ide¨® la famosa eurotasa, una contribuci¨®n directa de los ciudadanos gracias a la cual el pa¨ªs consigui¨® estar en el grupo de cabeza del euro. La oposici¨®n ha acusado al Gobierno de hacer unos Presupuestos "electoralistas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.