El rey de Occidente
Leon Arsenal recrea el fascinante mundo de Tartessos en su novela 'El hombre de la plata'
El rey Argantonio y sus soldados, ind¨ªgenas belicosos y rebeldes, griegos amantes del placer, fenicios aventureros, saqueadores de tumbas, batallas y pactos de amistad, una misteriosa pieza de plata que siembra la muerte... Y al fondo, como un escenario convulso y lleno de potencia, el Tartessos del siglo VI antes de Cristo, un lugar oscurecido por las leyendas y los mitos. Son algunos de los elementos de El hombre de la plata, una novela publicada por Leon Arsenal en la editorial Valdemar, en Madrid. Subtitulada En las fronteras de Tartessos, la novela trata sobre un mundo que, situado geogr¨¢ficamente en la actual Andaluc¨ªa, permanece en la memoria de muchas personas como un territorio lleno de fascinaci¨®n.Leon Arsenal naci¨® en 1960. "Empec¨¦ a escribir cuentos sueltos. No ten¨ªa en la cabeza escribir novelas. Leon Arsenal es un pseud¨®nimo. Vivo en Madrid. Soy marino mercante, pero hace a?os que no navego. Trabajo como oste¨®pata y traductor. La gente me llama Leon, excepto los viejos amigos", explica. El hombre de la plata es su primera novela publicada. Arsenal reconoce el auge de la novela hist¨®rica. "Dentro de la literatura de g¨¦nero es la que m¨¢s se lee, sobre todo la novela de aventuras con marco hist¨®rico. No tanto la t¨ªpica novela hist¨®rica de reflexi¨®n, como Memorias de Adriano. Esto se debe en parte a la influencia positiva de Arturo P¨¦rez-Reverte", explica Arsenal. "La aventura y la acci¨®n se cultivan en la novela hist¨®rica como hace 10 a?os se cultivaban en la novela negra. La gente recurre a la novela hist¨®rica en busca de aventura. La gente busca m¨¢s la acci¨®n y el espect¨¢culo que met¨¢foras brillantes y construcciones complicadas", agrega.
El escritor ha intentado paliar un cierto d¨¦ficit literario al abordar su obra. "Tartessos es el referente m¨ªtico de Espa?a. Si los alemanes tienen a los teutones y los ingleses tienen al rey Arturo, a los sajones y a Robin Hood, ?por qu¨¦ los espa?oles no volvemos a nuestros referentes m¨ªticos?", se pregunta Arsenal. "Parece que hemos tenido el complejo de no mirar al pasado. Tartessos es la monarqu¨ªa m¨¢s antigua de Espa?a, el primer Estado aut¨®ctono. Tampoco los ingleses saben mucho sobre el reino de Arturo, y eso no les ha impedido escribir cientos de novelas sobre este asunto. Parece que los iberos y la Reconquista estaban te?idos de azul (por el uso que el franquismo hizo de ellos). La gente vuelve ahora a mirar a la historia", dice.
"La costa espa?ola era en la ¨¦poca de Tartessos como el Oeste americano. Hab¨ªa ind¨ªgenas, mineros, aventureros... Griegos y fenicios pugnaban en busca de riqueza. Igual que los europeos en Am¨¦rica", comenta el escritor. Uno de los personajes de la novela afirma al ver a Argantonio: "Miradle, mirad bien para que pod¨¢is decir, de vuelta a Tiro, que hab¨¦is visto con vuestros propios ojos al rey de Occidente". Arsenal justifica una frase como ¨¦sta. "Tartessos fue una cultura ind¨ªgena asentada probablemente en la desembocadura del Guadalquivir que, al contacto con los fenicios, desarroll¨® una tecnolog¨ªa propia. Este pueblo controlar¨ªa la ruta del Guadalquivir hacia el norte, la famosa ruta de la plata. Ten¨ªa una flota propia y controlaba las rutas del esta?o. El auge de Cartago acab¨® con Tartessos. Cartago hizo una pol¨ªtica de anular a los rivales y abri¨® rutas que puenteaban a Tartessos, desde Murcia hacia el norte", afirma el escritor.
"En Oriente corr¨ªan muchas leyendas fabulosas sobre la riqueza de Tartessos. Era una tierra vista desde lejos como un lugar m¨ªtico, cuyos habitantes estaban ¨¢vidos de recibir mercenarios y orfebres. Era como Am¨¦rica hace un siglo para los pobres de Europa. Los pobres so?aban con emigrar a Am¨¦rica. Tartessos era esa tierra m¨ªtica donde los perros se atan con longanizas. Tartessos era el amo de Occidente. Controlaba la zona m¨¢s rica del sur y controlaba el comercio con el norte de la Pen¨ªnsula, con Breta?a y con las Islas Brit¨¢nicas", agrega.
Sabidur¨ªa pol¨ªtica
Arsenal hace hincapi¨¦ en la nobleza y generosidad que ten¨ªa Argantonio con los vencidos, no exenta de sabidur¨ªa pol¨ªtica. "Si los degollamos o los vendemos a los fenicios, la pr¨®xima vez luchar¨¢n como fieras, hasta el ¨²ltimo hombre", afirma el rey en un pasaje de la novela. "Hay referencias hist¨®ricas que dicen que Argantonio era un rey preocupado por construir un Estado donde hubiera un imperio de la ley. Dar veracidad a estos hechos es bonito, da mucho juego y no es imposible que las cosas fueran as¨ª. Argantonio quer¨ªa que hubiera unas leyes y que esas leyes se cumplieran, que no fuera la fuerza o las influencias las que determinaran el curso de las cosas", explica Arsenal.La novela tambi¨¦n habla de la m¨ªtica belleza de las "cantadoras de Gadir (Cadiz)". "Es la superioridad f¨ªsica que da la naturaleza a los mestizajes. En Gadir se juntaban africanos, fenicios, ind¨ªgenas de distintas procedencias, esclavos de todo el mundo... De ah¨ª sal¨ªan unas mujeres de belleza legendaria, como ocurre con las mulatas de Brasil hoy en d¨ªa", resalta el escritor.
Una pieza de plata recorre la novela como un objeto maldito. "La mentalidad antigua se basaba mucho en la palabra. Era la ¨²nica garant¨ªa de una persona en una ¨¦poca en que no hab¨ªa polic¨ªa. Un trato entre dos personas era sagrado. Robar ciertos objetos sagrados era atroz. Para la mentalidad campesina de hoy robar una cruz de plata en una iglesia es una atrocidad. La profanaci¨®n de una tumba era un crimen execrable", indica Arsenal.
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