El euro se desploma hasta un nuevo m¨ªnimo y el d¨®lar alcanza un valor mayor a 198 pesetas
El euro no levanta cabeza. Ayer registr¨® otro m¨ªnimo hist¨®rico frente a la divisa de EE UU. El Banco Central Europeo fij¨® su cambio en 0,8525 d¨®lares, pero el mercado llev¨® al euro a 0,8340. La peseta se desplom¨® hasta 198,61 por d¨®lar. Las bolsas europeas se resintieron. La apertura a la baja de Wall Street (422,40 puntos, un 4,19%) y el Nasdaq provocaron un serio rev¨¦s. Madrid perdi¨® un 2,83%. Al cierre, el Dow Jones perdi¨® s¨®lo el 1,14% y por primera vez en siete meses qued¨® por debajo de la barrera de los 10.000 puntos.
Moneda refugio
Wall Street vivi¨® ayer otra jornada de v¨¦rtigo. Los mercados burs¨¢tiles estadounidenses iniciaron la sesi¨®n con una ca¨ªda libre, estrepitosa a la apertura (el Dow Jones bajaba 422,40 puntos, un 4,19% y el Nasdaq, 181,13 puntos, un 5,6%), con todo el aspecto de dejar una se?al de luto en el calendario, y se recuperaron casi con la misma velocidad, hasta quedar en un tono moderadamente negativo. Al cierre de la jornada el ¨ªndice Dow Jones, que agrupa a las 30 mayores empresas de EE UU, se hab¨ªa recuperado bastante, pero cerr¨® con un descenso del 1,14% y por debajo de la barrera psicol¨®gica de los 10.000 puntos (9.975) por primera vez en los ¨²ltimos siete meses. El Nasdaq, la br¨²jula de la nueva econom¨ªa, cay¨® un 1,32% para quedar en 3.171,46.
Fortaleza intacta
"Todo ha sido ca¨®tico", dijo un analista de Brean Murray & Co. Ocurri¨®, de forma exagerada, lo mismo que el pasado jueves: una abundancia de dinero que no sab¨ªa d¨®nde meterse, y entraba y sal¨ªa a toda prisa.
Las bolsas europeas se vieron arrastradas por la moment¨¢nea ca¨ªda de Wall Street y del Nasdaq. Madrid lleg¨® a perder en pocos minutos el 4,73%, 46,09 puntos, aunque termin¨® la sesi¨®n con un descenso del 2,83%, que le sit¨²an en su cierre m¨¢s bajo del actual ejercicio (947,17 puntos). El Ibex 35, que lleg¨® a perder el 5,29%, terminaba con un recorte del 3,08%.
El resto de las bolsas europeas tuvo un comportamiento mucho m¨¢s moderado, con ca¨ªdas que no llegaron a superar el 4% en los peores momentos y descensos finales que s¨®lo en el caso de Par¨ªs llegan al 2,14%. Fr¨¢ncfort perdi¨® el 0,75%; Londres un 0,89%; y Par¨ªs, un 2,14%.
Los mercados financieros europeos tuvieron que dividir su atenci¨®n en dos frentes, puesto que el euro cay¨® hasta nuevos m¨ªnimos hist¨®ricos, con 0,8340 d¨®lares. El cambio oficial del Banco Central Europeo (BCE) fue de 0,8525 d¨®lares, pero los vaivenes de los mercados de valores redoblaron las apuestas sobre el d¨®lar como moneda refugio en momentos de crisis. El cambio oficial m¨¢s bajo del euro fue de 0,8476 d¨®lares el pasado 20 de septiembre, justo dos d¨ªas antes de que el BCE interviniera en los mercados de divisas de forma conjunta con la Reserva Federal (banco central) de EE UU y los bancos centrales de Jap¨®n, Inglaterra y Canad¨¢.El trasfondo de la temporada en Nueva York es de incertidumbre y siendo este mercado la referencia del mundo, esa inquietud repercutir¨¢ directamente en Europa. La econom¨ªa estadounidense sigue mostrando tendencias inflacionistas (el ¨ªndice de precios al consumo subi¨® en septiembre un 0,5%, un 0,3% descontados combustibles y alimentaci¨®n), y la tendencia al alza de la cotizaci¨®n del barril de petr¨®leo (31,10 d¨®lares) aviva esas tendencias.
El desplome incesante del euro, y el dinero de quienes buscan un poco de serenidad lejos de la renta variable, refuerzan el d¨®lar. Ayer, los bonos a 10 a?os y los certificados a 30 del Tesoro de EE UU volvieron a subir. Todo ello apunta a que, pasadas las elecciones a la Casa Blanca, la Reserva Federal podr¨ªa aumentar los tipos de inter¨¦s. Y eso, unido a la volatilidad de los valores tecnol¨®gicos, genera p¨¢nico.
El primer boquete del d¨ªa lo abri¨® IBM, el m¨¢s cl¨¢sico de los valores tecnol¨®gicos. Big Blue se hundi¨® (15,65%), despu¨¦s de anunciar una facturaci¨®n muy satisfactoria en el tercer trimestre (21.800 millones de d¨®lares o 4,3 billones de pesetas, m¨¢s que en 1999), pero inferior a lo que se esperaba. Otros grandes de Wall Street, como Chase Bank y J.P. Morgan (en proceso de fusi¨®n) siguieron el mismo camino, por razones parecidas: sus resultados fueron considerados insuficientes. Los beneficios del segundo trimestre del Chase cayeron un 19%, Ford; un 7,4%; y Kodak un 8%. No obstante, hubo vencedores como Boeing, que gan¨® un 27,7%, Microsoft, un 18%; y Time Warner, cuyos beneficios llegaron a 1.273 millones de d¨®lares, mucho m¨¢s de lo esperado por el mercado.
El Dow Jones lleg¨® a perder 433 puntos. Y entonces se produjo la reacci¨®n lenta. El Nasdaq, el mercado m¨¢s amplio y el m¨¢s afectado por las turbulencias de las compa?¨ªas puntocom, empez¨® a recuperarse gracias a valores como Microsoft y Yahoo. Intel y Sun tambi¨¦n subieron. El Nasdaq, a mediod¨ªa en Am¨¦rica del Norte, reflejaba una modesta ganancia, pero al cierre volvi¨® a perder. Y el Dow Jones se levantaba tras el batacazo, pero lleg¨® a caer por debajo de los 10.000 puntos por primera vez desde marzo pasado, una marca psicol¨®gica. M¨¢s real resulta que, en lo que va de a?o, ese ¨ªndice, que engloba a los mayores valores industriales que cotizan en Wall Street, haya perdido un 14%.
Miedosos y oportunistas parecen jugar una partida casi cotidiana. Los primeros venden a la menor se?al de turbulencia y hacen que los precios caigan en picado; los segundos aprovechan la situaci¨®n para comprar barato y ganar mucho dinero despu¨¦s, con la realizaci¨®n de beneficios. Hasta ahora, los oportunistas han evitado el hundimiento del mercado.
La econom¨ªa de Estados Unidos sigue creciendo, las grandes empresas producen beneficios y la inflaci¨®n, aunque al alza, no est¨¢ disparada. Pero nadie tiene claro el valor de las firmas de Internet, tan apreciadas hace unos meses. Los grandes fondos de inversi¨®n se desprenden de las acciones electr¨®nicas, sin discriminar apenas entre ellas. Incluso compa?¨ªas con muy buenos resultados, como Sun, optan por camuflarse: "Sol¨ªamos decir que ¨¦ramos el punto de las puntocom", declar¨® el presidente de la empresa, Edward Zander, a The Wall Street Journal; "ahora preferimos decir que somos vieja econom¨ªa", a?ade.
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