Desbordados por el sexo
M¨¢s de 800 estudiantes abarrotan una clase de Sexolog¨ªa en la Universidad de C¨¢diz
Antonio Aquino L¨®pez, con 18 a?os reci¨¦n cumplidos, ha comenzado hace unos d¨ªas sus estudios de Ingenier¨ªa Industrial Mec¨¢nica. Se licenciar¨¢ y ser¨¢ un experto en dibujo t¨¦cnico, tecnolog¨ªa el¨¦ctrica, propiedades de los materiales y dise?o inform¨¢tico de macro proyectos industriales. Adem¨¢s conocer¨¢ los distintos tama?os del pene o las variedades del placer que ofrece el sexo. ?l, al igual que m¨¢s de 800 alumnos de una treintena de titulaciones diferentes, acudi¨® ayer a la primera clase de Sexolog¨ªa del nuevo curso que imparte el profesor Manuel L¨®pez Do?a, en la Universidad de C¨¢diz. El aula magna de la Facultad de Medicina parec¨ªa ayer min¨²scula. La asignatura de Sexolog¨ªa y la manera de impartirla de este maestro tienen la culpa. Un curso m¨¢s, ha sido la m¨¢s elegida por la comunidad universitaria gaditana. Es una de las materias optativas en los planes de estudio, pero L¨®pez Do?a, ginec¨®logo de profesi¨®n, la considera la m¨¢s importante porque, a su entender, "es la m¨¢s universal, pues afecta a todo el mundo".
La alta asistencia le da la raz¨®n. Los j¨®venes consideran la asignatura fundamental para sus vidas. As¨ª lo entiende Antonio Aquino, un gaditano, que afirma haberse matriculado en esta clase para "conocer nuevas cosas y superar lagunas y dudas que plantea el sexo a los j¨®venes".
La licenciatura de Medicina puede completarse en seis a?os. Lola Morillo Rojas (Sevilla, 19 a?os) emplear¨¢ ese tiempo, pero aprender¨¢ m¨¢s. Podr¨¢ opinar sobre sexo en la calle. "Es un debate que est¨¢ en la sociedad y del que muchas veces no puedo participar por no tener datos", lamenta. A Lola, las clases le servir¨¢n tambi¨¦n para superar los miedos y reticencias que genera el sexo sin la informaci¨®n correcta. Confiesa tener lagunas que quiere llenar y que, en su opini¨®n, los j¨®venes de su edad no suelen reconocer. "Se habla poco sobre sexo y, adem¨¢s, cuando se hace, la gente no es sincera", comenta.
A Soraya Senao, onubense de 21 a?os, el temario de esta asignatura le ayudar¨¢ a "enriquecer" sus conocimientos de Medicina y de la "vida misma". Lo que ya conoce, lo sabe de sus amigas, de las revistas, de los medios de comunicaci¨®n y de la experiencia propia. Nada de su familia. "Estas clases debieran impartirlas a todo el mundo", defiende.
Todos salieron ayer de la primera clase satisfechos. La sonrisa y la perplejidad se apoder¨® de ellos. El profesor Manuel L¨®pez Do?a fue capaz, una vez m¨¢s, de crear un clima de complicidad con su aula inusual en el ¨¢mbito universitario. La f¨®rmula del conocimiento a trav¨¦s de los ejemplos y los chistes -"que no bromas f¨¢ciles", matiza L¨®pez Do?a- conect¨® pronto con los estudiantes. Esta es una de las claves del ¨¦xito de una asignatura que, desde el a?o pasado, forma parte de El libro Guinnes de los r¨¦cords por la alta asistencia: ha pasado de ocho alumnos en 1994 a los 800 actuales.
Los m¨¦todos de ense?anza de L¨®pez Do?a se han difundido en varios pa¨ªses. Programas de varias televisiones, peri¨®dicos suramericanos y el rotativo brit¨¢nico The Times se han hecho eco de su particular docencia.
Sus clases cuentan con un amplio temario cient¨ªfico de 40 lecciones sobre filosof¨ªa, anatom¨ªa, anacronismos con el comportamiento sexual animal, ¨²ltimas investigaciones y aspectos -m¨¢s del gusto del alumnado- como la impotencia, la masturbaci¨®n, la eyaculaci¨®n precoz, la violaci¨®n, el aborto y los m¨¦todos anticonceptivos. Todos estos temas conformar¨¢n el ¨ªndice de un Tratado de Sexolog¨ªa que Manuel L¨®pez Do?a coordina y elabora junto con otros profesores universitarios.
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