La Vital se dota de un c¨®digo de conducta para evitar las situaciones afloradas en el 'caso Gordo' Es la primera caja vasca que aprueba una norma de este tipo, impuesta por el Gobierno
La Vital Kutxa ha sido la primera caja de ahorros vasca en dotarse de un c¨®digo de conducta, al que tendr¨¢n que ajustarse los miembros de su Consejo de Administraci¨®n. La aprobaci¨®n de esta norma de comportamiento era un compromiso asumido por el actual consejo ante el Gobierno vasco y tiene como objetivo evitar situaciones como las que dieron lugar en el pasado al llamado caso Gordo. Una investigaci¨®n interna aflor¨® varias operaciones inmobiliarias dudosas y que resultaron lesivas para la entidad protagonizadas por el empresario Jos¨¦ Antonio Gordo, quien, directamente o a trav¨¦s de personas interpuestas, lleg¨® a disponer de un gran poder en el consejo de la Caja de Ahorros de Vitoria y ?lava.
El reglamento del Consejo de Administraci¨®n de la Vital desarrolla la normativa vigente sobre los ¨®rganos de gobierno de las cajas y adem¨¢s aplica expresamente las recomendaciones de la Comisi¨®n Especial para el Estudio de un C¨®digo ?tico de los Consejos de Administraci¨®n de las Sociedades, m¨¢s conocido como informe Olivencia (1997) por ser presidida por el catedr¨¢tico de Derecho Manuel Olivencia. La elaboraci¨®n de este c¨®digo para controlar "situaciones no deseadas por la entidad", seg¨²n se anunci¨® de forma el¨ªptica el pasado mes de mayo, fue una de las primeras tareas que se impuso el consejo tras llegar a la presidencia el abogado Pascual Jover.En la pr¨¢ctica, era un compromiso que la entidad hab¨ªa asumido meses atr¨¢s con la Viceconsejer¨ªa de Hacienda y Finanzas, a ra¨ªz del informe de inspecci¨®n que confirm¨® en diciembre varias irregularidades relacionadas con el grupo del empresario Jos¨¦ Antonio Gordo. ?stas y otras operaciones de las que pudieron "derivarse perjuicios patrimoniales" para la caja fueron descubiertas por una auditor¨ªa interna que orden¨® el pasado verano el anterior presidente de la Vital, Juan Mar¨ªa Urdangarin.
El reglamento fue aprobado por el Consejo de Administraci¨®n a finales del pasado julio y consta de 27 art¨ªculos. Su parte central est¨¢ dedicada a las obligaciones y derechos del consejero y se extiende en una serie de principios ¨¦ticos y cautelas sobre "conflictos de intereses", "uso de activos sociales" y de informaci¨®n interna, y aprovechamiento de "oportunidades de negocio" en beneficio propio. Varios preceptos ser¨ªan aplicables a las operaciones vinculadas al grupo de Gordo descubiertas por la auditor¨ªa interna: concretamente los que establecen la abstenci¨®n del consejero en las deliberaciones de asuntos sobre los que tenga inter¨¦s personal y proh¨ªben la utilizaci¨®n de informaciones conocidas en el desempe?o de su cargo para hacer negocios propios.
Gordo, presidente de la Cooperativa Vitoriana de la Vivienda (Covivi) e importante empresario inmobiliario, ya realiz¨® negocios particulares con la entidad en el Centro Comercial Dendaraba cuando era vicepresidente primero de la Caja Provincial a fines de los 80. En julio de 1991, cuando ocupaba el mismo cargo en la Vital (tras la fusi¨®n de la Provincial y la Municipal), logr¨® que la caja le cediera gratis la explotaci¨®n de las 50 plazas de la segunda planta del aparcamiento de Dendaraba durante 35 a?os, a cambio de dar libre acceso a sus veh¨ªculos al almac¨¦n de la oficina principal de la calle Independencia.
La auditor¨ªa interna descubri¨® el pasado verano que en las escrituras del aparcamiento -la primera planta, con 125 plazas, es propiedad del empresario-, formalizadas en diciembre de 1988, ya se establec¨ªa aquel derecho de paso en favor de la Vital sin ninguna contraprestaci¨®n. El Consejo de Administraci¨®n encarg¨® en mayo a un bufete que rescate por la v¨ªa amistosa o judicial esa concesi¨®n abusiva.
Influencia interna
En el ¨²ltimo decenio, el empresario consigui¨® mantener su influencia en el ¨®rgano de gobierno de la Vital a trav¨¦s de Covivi. Esta promotora de cooperativas, que preside desde hace tres d¨¦cadas, ha facilitado vivienda a unas 4.000 familias. Movilizando a esta masa de impositores -Covivi ha financiado siempre sus promociones con cr¨¦ditos hipotecarios de la entidad- para las asambleas de la Vital, Gordo ha logrado situar de forma permanente a personas de su confianza en el Consejo de Administraci¨®n. Al menos dos de sus socios en distintas empresas han sido consejeros de la Vital en la ¨²ltima d¨¦cada, aunque en ocasiones ha controlado a cuatro de los 17 miembros del consejo. Gracias a ello y a su habilidad para relacionarse con las instituciones pudo actuar como un poder f¨¢ctico en el seno de la entidad, hasta el punto de plantear pulsos a sus responsables.De hecho, fue un fuerte enfrentamiento con el anterior presidente de la Vital, el nacionalista Juan Mar¨ªa Urdangarin, a cuenta de la intromisi¨®n de Gordo en una importante operaci¨®n inmobiliaria de la caja lo que motiv¨® que aqu¨¦l ordenara la auditor¨ªa interna sobre las relaciones mercantiles mantenidas por la entidad con el empresario y sus socios.
La investigaci¨®n sac¨® a la luz otras operaciones perjudiciales para la Vital, como la venta en 1996 de su antigua sede de la calle San Prudencio en menos de la mitad del precio en que estaba tasada. Tras diversas transacciones, el edificio pas¨® este a?o a manos de una empresa de Gordo y su socio Javier S¨¢enz de Valluerca con una valoraci¨®n de 1.200 millones de pesetas, cuando la caja recibi¨® por ¨¦l unos 650 millones.
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