Responder con la ley
ETA ha vuelto a matar aun antes de que se apagaran los ecos de la movilizaci¨®n de m¨¢s de cien mil ciudadanos que reclamaron el s¨¢bado en Bilbao el derecho a "un futuro donde la muerte y la violencia no tengan cabida". Una vez m¨¢s, ETA ha dado cabal muestra del desprecio que siente por la voluntad de ese pueblo vasco que dice defender, al que apela en sus comunicados y con el que se llenan la boca quienes comprenden, apoyan o justifican el discurso de muerte de la banda terrorista. La decimosexta v¨ªctima de ETA en lo que va de a?o ha sido un funcionario de prisiones y delegado sindical de CC OO en la c¨¢rcel de Nanclares de Oca, M¨¢ximo Casado. Su coche salt¨® ayer por los aires en Vitoria al explotar una bomba lapa camuflada en sus bajos. Huelgan las disquisiciones sobre la intencionalidad de este nuevo crimen por la condici¨®n funcionarial de la v¨ªctima. La coacci¨®n mediante la muerte es el fundamento del pretendido proyecto pol¨ªtico de ETA y su entorno para Euskadi. Todos los sectores de la sociedad que no se pliegan a sus pretensiones son potenciales v¨ªctimas. El objetivo de la banda es justamente hacer desistir a la sociedad de sus convicciones propias y obligarla a aceptar, por causa del miedo y la desesperaci¨®n, el proyecto dise?ado por ETA. Y frente al continuado y masivo rechazo de los ciudadanos cuenta para ello ¨²nicamente con su decisi¨®n de ampliar la lista de v¨ªctimas, dentro y fuera del Pa¨ªs Vasco.
Frente a este totalitarismo, la democracia no puede desarmarse por la v¨ªa de las concesiones, como han tenido ocasi¨®n de comprobar los propios nacionalistas que les han acompa?ado en el viaje de Estella. Hoy est¨¢ m¨¢s claro que nunca que la peor f¨®rmula es que desde el espacio democr¨¢tico se amparen los prop¨®sitos de ETA con esa afirmaci¨®n de que se comparten sus fines aunque no sus m¨¦todos. De ese discurso se han nutrido todas las generaciones de pistoleros de la organizaci¨®n terrorista.
Por duro que sea, la sociedad democr¨¢tica no puede emprender otro camino que rearmarse pol¨ªtica y moralmente y mejorar su capacidad de respuesta a los criminales mediante la investigaci¨®n policial y el sometimiento a los tribunales. La suma del pacto de Estella y la tregua-trampa de ETA han supuesto la p¨¦rdida de casi dos a?os en la investigaci¨®n de las tramas internas de la banda, mientras sus pistoleros segu¨ªan acumulando informaci¨®n sobre futuras v¨ªctimas, como se ha comprobado tras la detenci¨®n de los dos integrantes del comando Andaluc¨ªa. A ello se ha a?adido un desistimiento pol¨ªtico de la Ertzaintza, que cada vez denuncian con m¨¢s rotundidad sus propios agentes. La decisi¨®n mayoritaria de los ciudadanos de defender sus convicciones democr¨¢ticas y el derecho a vivir en una sociedad libre exige de los poderes p¨²blicos una intensa, indesmayable y eficaz respuesta de todas las polic¨ªas contra el crimen organizado de ETA, unida a la firme actuaci¨®n de todos los estamentos judiciales en defensa de la ley.
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