M¨¢s de 80.000 personas responden a ETA en Vitoria que las armas no podr¨¢n callarles
Decenas de miles de ciudadanos de Vitoria se unieron ayer al dolor de la familia del funcionario de prisiones M¨¢ximo Casado. Bajo la lluvia y en un silencio s¨®lo roto por salvas de aplausos, la ciudad se ech¨® a la calle para mostrar su solidaridad con una nueva familia destrozada por la estrategia del terror de ETA. El lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, y el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy caminaron juntos tras la viuda e hijos de la v¨ªctima y cientos de sindicalistas de CC OO. "La fuerza de los trabajadores es la uni¨®n, y seguiremos juntos tus ideas, M¨¢ximo", ley¨® un compa?ero.
En ?lava, una provincia gobernada por el PP, ha calado muy hondo la sensaci¨®n de que toda la sociedad es objetivo de ETA, de su terror ciego e indiscriminado. La manifestaci¨®n de solidaridad con la familia de M¨¢ximo Casado fue una muestra de esa sensaci¨®n de macabra proximidad que provoca a su paso la banda terrorista. De esa sensaci¨®n dif¨ªcilmente transmisible de que todos y cada uno de los ciudadanos est¨¢n siendo vigilados y en cierta manera son diana de la ruleta rusa de los terroristas. Si el objetivo es dif¨ªcil, asesinan a uno m¨¢s f¨¢cil, al m¨¢s d¨¦bil. Eso es lo que entendieron ayer los alaveses que bajo la lluvia y el fr¨ªo marcharon durante tres kil¨®metros por las calles de ciudad.Todos ellos aplaudieron cuando el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso asegur¨®: "Las armas no podr¨¢n acallar el grito un¨¢nime de ETA, no".
Cuando la viuda del funcionario de prisiones M¨¢ximo Casado, con sus hijos, atraves¨® la columna de ciudadanos que esperaban el comienzo de la manifestaci¨®n, miles de personas mostraron con aplausos, y en algunos casos con l¨¢grimas en los ojos, su cercan¨ªa. Intentaron transmitir ese aliento que aunque no va a hacer m¨¢s f¨¢cil el drama que se vive de puertas adentro del domicilio familiar, al menos es un recuerdo temporal y positivo para ayudarla a superar junto a sus hijos momentos tan duros.
La manifestaci¨®n comenz¨® a las 20 horas, y los protagonistas fueron los familiares. Su viuda, Concepci¨®n Jaular, y sus hijos, Marino y Suleika caminaron flanqueados por el secretario general de UGT, C¨¢ndido Mendez y por el secretario federal de Comisiones Obreras, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo. Tras ellos los pol¨ªticos ocuparon el segundo plano. El lehendakari y el vicepresidente primero del Gobierno central, Mariano Rajoy aparcaron temporalmente la crispaci¨®n y caminaron unidos, flanqueados por representantes de todos los partidos pol¨ªticos democr¨¢ticos y los ministros del Interior, Jaime Mayor Oreja y de Trabajo, Juan Carlos Aparicio. Detr¨¢s, tras la pancarta Por la libertad. ETA no se concentraron m¨¢s de 85.000 ciudadanos, en una contundente respuesta de una ciudad de poco m¨¢s de 200.000.
En la marcha m¨¢s grande tras la que se convoc¨® en repulsa por el asesinato del portavoz socialista Fernando Buesa y de su escolta, Jorge D¨ªez, los vitorianos alternaron el silencio con los aplausos, y en ning¨²n momento hubo incidentes. Tan s¨®lo una persona, que fue acallada r¨¢pidamente, increp¨® al lehendakari un minuto antes de que comenzara la marcha. Media hora despu¨¦s de las ocho segu¨ªa saliendo gente de la plaza de la Virgen Blanca. A la convocatoria se unieron todos los colectivos pacifistas del Pa¨ªs Vasco, que mostraron diferentes pancartas. All¨ª estuvieron Gesto por la Paz, el Colectivo de V¨ªctimas del Terrorismo, el Foro Ermua, el Foro el Salvador, el Movimiento contra la Intolerancia y la Plataforma ?Basta Ya!
Todos ellos escucharon a un compa?ero de M¨¢ximo Casado leer un comunicado de CC OO en el que se comprometieron con seguir sus ideas, y luchar por sus objetivos de libertad y democracia. El delegado de prisiones de la central sindical, Miguel Llorca ley¨® a los presentes: "Cuando tantas y tantas condenas se han o¨ªdo, cabe la tentaci¨®n de pensar que son in¨²tiles, que no van a ser escuchadas. No vamos a caer en el des¨¢nimo. Los trabajadoras y trabajadores no tenemos las cosas f¨¢ciles. Nuestra fuerza es la uni¨®n y la perseverancia. Seguiremos el camino que M¨¢ximo y tantos otros compa?eros nos han ido se?alando".
El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, dijo junto a la familia Casado que los vecinos de Vitoria estaban "reunidos, para demostrar a ETA que existe un futuro sin ellos, porque este pueblo es amante de la libertad, trabajador, valiente, tolerante. Y todo esto estamos dispuestos a grit¨¢rselo a los terroristas de ETA cuantas veces sea necesario hasta que lo entiendan".
"Para qu¨¦"
Gritos contra Arzalluz
En la parte final de la manifestaci¨®n hab¨ªa otra pancarta Por la libertad, por la democracia, ETA no. Un cartel que portaban la madre del concejal del PP asesinado en Ermua, Miguel ?ngel Blanco, el escultor Agust¨ªn Ibarrola, el socialista Ernesto Ladr¨®n de Guevara, y la diputada de IU Enriqueta Benito. Fue la parte m¨¢s animada. Ellos representaban al Colectivo de V¨ªctimas del terrorismo, al Foro Ermua, a la plataforma ?Basta Ya! y al Movimiento contra la Intolerancia, y fue el grupo menos silencioso de la marcha. Sus integrantes gritaron algunos de los lemas m¨¢s curiosos. Junto a los ya tradicionales de ETA no, o No son vascos, son asesinos, los que iban a la cola de la manifestaci¨®n arremetieron contra el presidente del PNV, Xabier Arzalluz. En varios momentos, y en medio de aplausos se pudo escuchar: Arzalluz macarra, acaba con Lizarra. Gritos que a pesar de su fuerza no se o¨ªan en la cabecera de la manifestaci¨®n, ya que entre los primeros y los ¨²ltimos hab¨ªa una separaci¨®n de m¨¢s de un kil¨®metro.En este grupo hab¨ªa peque?os panfletos en los que se pod¨ªa leer, ETA mata, HB colabora, y los ya tradicionales de Paz s¨ª, ETA no. Todos secundaron con aplausos la lectura de los comunicados.
Un adi¨®s con campanas y versos de Blas de Otero
?ngel Carrera, t¨ªo de M¨¢ximo, uno de los pocos familiares del funcionario asesinado que, debido a su avanzada edad, prefiri¨® permanecer ayer en el pueblo sin trasladarse a Vitoria, reflexionaba en voz alta, entre l¨¢grimas, sobre la sinraz¨®n de esta y otras tantas muertes a manos de la banda terrorista ETA. "?Para qu¨¦ se esforzaron sus padres en darle unos estudios. Su af¨¢n por salir de aqu¨ª y trabajar fuera, para qu¨¦, para acabar muerto", repet¨ªa. "?l dec¨ªa que quer¨ªa llegar a las oposiciones. Trabaj¨® en muchas cosas, pero ¨¦l quer¨ªa esto, y lo tuvo hasta que se le acab¨®, esto y la vida...".Domingo Benavides, amigo y quinto de M¨¢ximo Casado recordaba la juventud de ambos: "Siempre estuvimos juntos, descubrimos la vida los dos a la vez, como se descubre en un pueblo, con los amigos... Vas creciendo y todo te sorprende. As¨ª era ¨¦l, inquieto, le gustaba el deporte y leer. Era un t¨ªo majo".
Al t¨¦rmino de la concentraci¨®n, muchos vecinos se dirigieron en autocar a Vitoria para acompa?ar a la familia de M¨¢ximo en el sepelio.
El pr¨®ximo s¨¢bado se celebrar¨¢ a las 16,30 horas una nueva concentraci¨®n en Santa Elena y una misa funeral por el funcionario asesinado en Vitoria.
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