Albright y el l¨ªder norcoreano preparan en un entorno de distensi¨®n la visita de Clinton
Madeleine Albright, la secretaria de Estado norteamericana, tuvo probablemente la impresi¨®n de revivir ayer alg¨²n episodio de su adolescencia en la Checoslovaquia comunista, s¨®lo que en versi¨®n oriental. Con motivo de su primera visita a Corea del Norte, el r¨¦gimen comunista ofreci¨® a su hu¨¦sped un espect¨¢culo en el que varios miles de actores y bailarines ensalzaron al Partido de los Trabajadores y a su l¨ªder, Kim Jong-il.Un miembro del Gobierno de EE UU pis¨® ayer, por primera vez, el suelo de Corea del Norte y se entrevist¨® con Kim Jong-il, heredero de la ¨²nica dinast¨ªa comunista del mundo, que fund¨® su padre, Kim Il-sung, fallecido en 1994. Nada ha trascendido hasta ahora de lo tratado entre ambos durante las tres horas de conversaci¨®n que mantuvieron.
En la cena que ofreci¨® a Albright, el n¨²mero dos norcoreano, Jo Myong-rok, asegur¨® que era "importante crear relaciones de confianza entre los jefes de Estado de los dos pa¨ªses", poniendo as¨ª en evidencia el deseo del r¨¦gimen comunista de recibir el mes pr¨®ximo al presidente Bill Clinton. La Casa Blanca tendr¨¢ muy en cuenta la opini¨®n de Albright a la hora de decidir ese viaje.
La jefa de la diplomacia estadounidense, que entreg¨® al l¨ªder una carta de Clinton, se mostr¨® cauta en sus intervenciones. "EE UU sabe que muchos problemas que han surgido durante varias d¨¦cadas no pueden ser eliminados en un d¨ªa y que la v¨ªa hacia el establecimiento de relaciones diplom¨¢ticas normales sigue siendo ardua", dijo Albright.
La estancia de Albright empez¨®, como la de todo hu¨¦sped extranjero, con una visita al mausoleo de Kim Il-sung e incluy¨® la asistencia en un gran estadio de Pyongyang, acompa?ada por Kim Jong-il, a un espect¨¢culo que conmemoraba los 55 a?os que el Partido de los Trabajadores lleva en el poder.
Los cien mil espectadores rompieron su silencio con un aplauso de tres minutos de duraci¨®n cuando Kim Jong-il entr¨® en el estadio acompa?ado por Albright. "El partido del gran camarada Kim Il-sung" fue el primer acto del espect¨¢culo que entremezclaba m¨²sica, bailes, acrobacia y pirotecnia. "Sosteniendo en alto la bandera roja de la confianza" fue el segundo acto, y durante el tercero, "Hacia una nueva era de prosperidad y desarrollo bajo el liderazgo del partido", un proyector mostr¨® en una pantalla gigante el disparo de un misil Taepodong. Preguntada a la salida sobre qu¨¦ le hab¨ªa parecido la representaci¨®n, Albright contest¨®: "Asombrosa".
El objetivo de EE UU es conseguir que Pyongyang renuncie a su empe?o de poner a punto misiles de largo alcance despu¨¦s de haber desarrollado otros de corto y medio alcance, que exporta a pa¨ªses como Siria, Ir¨¢n, Libia, etc¨¦tera. En un principio, Kim Jong-il parec¨ªa dispuesto a cancelar el programa a cambio de fuertes compensaciones financieras (1.000 millones de d¨®lares al a?o), pero ¨²ltimamente ha dado a entender que se conformar¨ªa con que EE UU ponga en ¨®rbita sat¨¦lites norcoreanos.
Albright visit¨® tambi¨¦n en Pyongyang la guarder¨ªa Rangnang, que recibe ayuda del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Aproximadamente la tercera parte de los 23 millones de norcoreanos dependen para su subsistencia de la ayuda humanitaria de la UE, de EE UU, Jap¨®n, Corea del Sur y China.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.