Rivaldo culmina su periplo goleador
El brasile?o ha anotado seis goles en diez d¨ªas ante la Real, el Milan y el Leeds
Dibujos animados
Y Rivaldo, en el ¨²ltimo segundo, meti¨® la pierna, golpe¨® el bal¨®n, casi perdiendo el equilibrio y bati¨® por fin al omnipresente Robinson que, convertido en un front¨®n, lo hab¨ªa detenido absolutamente todo. El brasile?o volvi¨® ayer a ser el dios del Bar?a. Como en San Siro, donde coloc¨® tres zurdazos imparables. Como ayer, que alarg¨® la vida de los azulgrana en Europa que parece ya irremediablemente una asignatura eterna. El brasile?o, m¨¢ximo goleador de la competici¨®n, ha hecho en 10 d¨ªas algo impagable: dos goles en Anoeta, tres en Milan y uno, sobre todo el de ayer, que vale su peso en oro. Elland Road se qued¨® mudo y ya no hubo tiempo para nada m¨¢s. Para sacar el bal¨®n desde el centro del campo y para que se formara una peque?a mel¨¦ sobre el c¨¦sped. Rivaldo frustr¨® la historia del Leeds, que estaba a un solo paso de la clasificaci¨®n, y puso el futuro de los azulgrana en manos del Milan, el equipo que tanto le desea. El 8 de noviembre habr¨¢ una noche al l¨ªmite en el Camp Nou. El Bar?a, dentro de dos semanas, ser¨¢ m¨¢s rossonero que nunca. S¨®lo le valdr¨¢ ganar al Besiktas y que los italianos sumen tres puntos intrascendentes ante el Leeds. O eso u otra vez para casa.Elland acogi¨® con desesperaci¨®n el fatal gol de Rivaldo, que seguramente ya no volver¨¢ a escuchar nunca m¨¢s en lo que queda de a?o la ficha que cobra. Nadie volver¨¢ a comentar c¨®mo celebra sus goles o si se va con permiso del club a Brasil. Volvi¨®, con su zapatazo, a dar paz a la directiva, a Serra Ferrer en su estreno en esta competici¨®n y a toda la plantilla. El Bar?a jug¨® con fuego al perder absurdamente en Turqu¨ªa y ayer se la jug¨®. Este estadio admite pocas bromas: cay¨® aqu¨ª el Milan en el ¨²ltimo minuto y el Besiktas de Turqu¨ªa recibi¨® seis. Ayer era una noche para vivir o morir y, de momento, al Bar?a le quedan dos semanas para la esperanza. Pero el f¨²tbol ingl¨¦s, fiel a su tradici¨®n, estuvo a un paso de ser otra vez el ogro de los azulgrana. Dos solitarias victorias en 40 a?os dicen muy poco en su favor: una en la temporada 1959-60, ante el Wolverhampton, y otra el a?o pasado ante el Arsenal en Wembley. Y, ayer, ser o no ser. Y casi no fue. "Tenemos un problema", hab¨ªa avisado Serra Ferrer. Buena intuci¨®n: estuvo a un mil¨ªmetro de tener que aspirar s¨®lo a jugar la UEFA. "?El Leeds? Me da miedo el Leeds", hab¨ªa susurrado en agosto el presidente Joan Gaspart nada m¨¢s conocer los rivales de los azulgrana. Quiz¨¢ recordaba que fue ese equipo el que hab¨ªa apeado al Bar?a de Cruyff de las semifinales de la Copa de Europa de 1973. Mala premonici¨®n: fue un d¨ªa de Sant Jordi. Pero ahora el Leeds no era m¨¢s que un equipo revelaci¨®n de la Premier League, con dos puntas tan j¨®venes como insolentes, pero poco m¨¢s. S¨¦ptimo en la Liga. Nada hac¨ªa prever que, 25 a?os despu¨¦s, estuviera a un paso de repetir la historia. No concedi¨®, de hecho, ni los cinco minutos de cortes¨ªa. Bowyer, medio lesionado, posiblemente, no hab¨ªa macado un gol as¨ª en su vida. Quiz¨¢ era un centro. O un disparo a puerta. Chut¨® desde la banda y el bal¨®n pas¨® por encima de los defensas azulgrana y, sobre todo, por encima de la mirada de Dutruel que, como en San Siro, no tuvo el d¨ªa.
El p¨²blico rugi¨® con Bowyer, con todo el equipo, con el t¨¦cnico irland¨¦s David O'Leary y con toda la ciudad de Leeds. A un paso de su sue?o. Las pantallas gigantes de Elland Road mostraron entonces dibujos animados de una pareja bes¨¢ndose -"Oh, Baby", decia la imagen- para festejar el gol. El Bar?a se sinti¨® superado por el escenario, por una afici¨®n que canta lo que no cantar¨¢ el Camp Nou en toda su vida y por un rival que se dej¨® el alma. El gol de Bowyer sac¨® del partido al Bar?a que se mostr¨® seco, agotado, como si se hubiera exprimido ante el Milan y, sobre todo, el s¨¢bado ante el Madrid. Qued¨® entonces mirar al cielo, rezar y depositar toda la fe en Rivaldo, el dios el d¨ªa de Milan con sus tres goles y que ya hab¨ªa asustado en el primer instante a Robinson.Pero el portero ingl¨¦s lo parar¨ªa despu¨¦s casi todo ante la desesperaci¨®n de los azulgrana. Todo ya estaba escrito: parec¨ªa que el Leeds se encarnaba en el Dinamo de Kiev, en 1997, en el Bayern Munich, en 1998. Lo del Valencia de a?o pasado ya fue otra historia. Pero no. Por ah¨ª surgi¨® el brasile?o, veng¨® la memoria de la generaci¨®n que vivi¨® la ¨¦poca de Cruyff futbolista e insufl¨® vida al Bar?a. Y, ahora, a esperar a que Jos¨¦ Mari, Bierhoff o Shevshenko se disfracen de Rivaldo el d¨ªa 8 en Milanello.
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