Los coches abandonados se adue?an de Sevilla. Aparcar la chatarra
Cientos de coches abandonados, con o sin propietario, son foco de miseria y 'roban' espacio en las calles de Sevilla
?Cu¨¢ntas veces ha dado vueltas y vueltas a la manzana en busca de un hueco para aparcar y ha deseado fulminar ese dichoso coche abandonado que lleva un siglo en el mismo sitio? ?Se pregunta por qu¨¦ no retiran ese autom¨®vil que se ha convertido en miserable refugio de indigentes y foco de basura?Charo Mac¨ªas, una vecina de Sevilla, llevaba un a?o entero viendo un coche abandonado en la c¨¦ntrica calle Boteros, cerca de su casa. "A primeros del mes de septiembre pasado me dije: ya es hora, y llam¨¦ a la polic¨ªa. El coche ten¨ªa matr¨ªcula de Madrid y pod¨ªa estar robado; y si era abandonado supon¨ªa un trasto para la ciudad". Los agentes tomaron nota. "A mediados de octubre, vi un d¨ªa a dos municipales en moto alrededor del coche. Pregunt¨¦ si por fin se lo iban a llevar. Me aseguraron que el coche no era robado, pero les dije que llevaba un a?o abandonado y me respondieron que s¨ª, pero que no ten¨ªan un almac¨¦n donde depositarlo. Yo les pregunt¨¦: si se han gastado tanto dinero en un estadio ol¨ªmpico, ?c¨®mo es que no tienen dinero para retirar esta chatarra?". "Eso ya no es cosa nuestra", dijeron los agentes. Y, ciertamente, no lo es.
El coche de la calle Boteros, un Fiat Croma de color azul y matr¨ªcula M-7762-MK, sigue aparcado en el mismo sitio.
Numerosos vecinos llaman a la polic¨ªa para solicitar que retiren coches abandonados y los agentes se ven desbordados porque, aunque comprueban la veracidad de lo denunciado, no pueden actuar con rapidez. "Pueden pasar cinco meses o m¨¢s antes de retirarlo porque el Ayuntamiento debe librar un presupuesto especial para ello. Si es robado lo retiramos inmediatamente, pero si es abandonado se tramita un parte al Ayuntamiento y eso tarda mucho", cuenta un polic¨ªa. El mismo agente recomienda al denunciante que se ponga en contacto con la asociaci¨®n de vecinos y escriba al Ayuntamiento porque "eso ser¨¢ m¨¢s eficaz". Dice que cada vez que obtienen el permiso municipal, se retiran "unos 25 coches en toda Sevilla" y, s¨®lo en su distrito, tienen censados "m¨¢s de 200 abandonados".
Para retirar autom¨®viles de las v¨ªas p¨²blicas, Sevilla se rige por una ley nacional publicada en el BOE del 22 de abril de 1999 que limita ese ejercicio a los coches que se consideran residuos s¨®lidos urbanos, o sea, aquellos que presentan muestras evidentes de deterioro o, como dice el texto legal, "cualquier desperfecto que haga imposible su desplazamiento por sus propios medios o le falten las placas de matriculaci¨®n".
Veh¨ªculos con estas caracter¨ªsticas se registraron a principios de este a?o 400 en Sevilla, seg¨²n datos de la Delegaci¨®n de Seguridad Ciudadana. Hasta hoy se han retirado 148 y esperan hacer lo propio con el resto antes de que finalice 2000. Pero el delegado de Seguridad, Jos¨¦ Gallardo, reconoce que los tr¨¢mites son lentos porque el dep¨®sito municipal est¨¢ lleno y eso supone un cuello de botella que impide la retirada de m¨¢s autom¨®viles. ?Cu¨¢ntos coches entran al d¨ªa en este dep¨®sito? Un hombre que trabaja all¨ª responde: "?Al d¨ªa? Ninguno".
En Sevilla hay dos cementerios de veh¨ªculos abandonados. "Alfa II, que estamos tratando de que desaparezca, y Alfa IV". Esta nomenclatura, que recuerda a una precisa operaci¨®n de espionaje brit¨¢nico, no es m¨¢s que una grieta por donde se cuela la pesada burocracia que tapona la eficacia. En Alfa IV hay actualmente unos 700 coches y su capacidad es relativa porque algunos se pueden apilar y otros no, depende de si est¨¢n abandonados o si a¨²n se espera a que el due?o vaya a recogerlos.
?Por qu¨¦ no se vac¨ªan los dep¨®sitos con m¨¢s rapidez? "Los plazos", se lamenta Jos¨¦ Gallardo. Quiere decir que las subastas p¨²blicas, sistema que utilizan para deshacerse de los coches peri¨®dicamente, necesitan de un expediente. Y eso tarda lo suyo. Tampoco est¨¢ previsto hacer un nuevo almac¨¦n por ahora, asegura Gallardo. As¨ª que los vecinos tendr¨¢n que seguir dando vueltas a las calles hasta encontrar el aparcamiento que ese dichoso trasto les est¨¢ usurpando.
?Cu¨¢ndo se considera que un coche est¨¢ abandonado? Las ordenanzas municipales dan distintas respuestas a este interrogante. En Sevilla, la gr¨²a s¨®lo puede llevarse un veh¨ªculo cuando presenta signos evidentes de abandono, ruedas pinchadas, cristales rotos, falta de movilidad por s¨ª mismo. Pero ?qu¨¦ ocurre con aquellos coches, que, sin mostrar esas condiciones, est¨¢n correctamente aparcados en el mismo sitio desde los tiempos de mari casta?a? Ocurre poco o nada. Si el coche tiene un propietario que paga cat¨®licamente su impuesto municipal de circulaci¨®n, no puede ser retirado de la v¨ªa p¨²blica as¨ª se pudra. Bueno, si se pudre, pasa al apartado de abandono y se aplica la normativa vigente. Pero hasta entonces, s¨®lo se puede rogar al vecino que lo retire.
Son estos coches, cuyo n¨²mero exacto se desconoce, los que elevan cuantiosamente la cifra de abandonados. El propio delegado de Seguridad Ciudadana, Jos¨¦ Gallardo, habla de un caso semejante donde ¨¦l vive con el que nada se puede hacer.
"No podemos saber con certeza qui¨¦n abandona as¨ª su coche, pero el perfil es f¨¢cil de adivinar: suelen ser personas mayores que deciden no coger m¨¢s el coche, que no renuevan su carn¨¦ de conducir e incluso que no tienen el seguro pagado porque al no mover el veh¨ªculo no les resulta necesario porque no les van a pedir los papeles". "Otros son los que manejan una chatarra, y donde se para, all¨ª la dejan. De hecho, el domicilio de los propietarios y el coche abandonado suelen estar lejos entre s¨ª". Los problemas econ¨®micos para dar de baja un coche son el tercer motivo de abandono que se presume en la Delegaci¨®n.
Ante las dificultades legales para retirar estos veh¨ªculos que parecen sanos, algunos vecinos act¨²an por su cuenta. Que si no tienen placas se retiran, pues les arrancan la matr¨ªcula. Que hace falta que las ruedas est¨¦n pinchadas y los cristales rotos, pues manos a la obra. "Algunos hasta los han puesto en medio de la calle para que se los lleven por estar mal estacionados", dice Gallardo.
Que estos veh¨ªculos terminen dando cobijo a la miseria o hurtando potenciales aparcamientos son quiz¨¢ las dos cuestiones m¨¢s preocupantes, pero tampoco olvida Gallardo la est¨¦tica de la ciudad, porque hay calles con m¨¢s de uno y de dos coches en ese estado. Parece que funcionan, pero la capa de polvo que les cubre es signo evidente del uso que les da el due?o, que no del cari?o que les tienen, porque, seg¨²n Gallardo, "hay quien no se deshace de ellos por motivos sentimentales".
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