Del dicho al hecho
La nueva econom¨ªa necesita como agua de mayo de una nueva pol¨ªtica. El reto de no quedarse atr¨¢s en una revoluci¨®n tecnol¨®gica que supera los ciclos econ¨®micos y da v¨¦rtigo. No admite que las instituciones de colores pol¨ªticos distintos barran para casa con discursos excesivamente depresivos o demasiado entusiastas a la hora de medir cu¨¢nto marca la nueva econom¨ªa en el term¨®metro de Barcelona.Nadie cuestiona la oportunidad que el reto brinda a una ciudad que puede alardear de una buena base de profesionales, una s¨®lida cultura tecnol¨®gica, reputadas escuelas de negocios, razonable penetraci¨®n de Internet en los hogares y un entorno geogr¨¢fico que da envidia en Europa. ?Qu¨¦ vamos a hacer con ella?
Despu¨¦s de tanta literatura sobre d¨®nde estamos -sobre todo, respecto a Madrid- y sobre qui¨¦n se instala d¨®nde -?acaso las empresas no se acaban ubicando all¨ª donde tiene sentido hacerlo para su negocio?-, toca pasar a la acci¨®n.
cabe reconocer que tanto el Gobierno de la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona, sin olvidar las universidades y las escuelas de direcci¨®n, se est¨¢n poniendo las pilas. El goteo de noticias sobre nuevos centros de tecnolog¨ªa puntera y de investigaci¨®n en el entorno de Barcelona es casi diario. Y el ¨¢rea de acogida de empresas de la nueva econom¨ªa en Poblenou tendr¨¢, por sus dimensiones, dif¨ªcil parang¨®n en Europa. Hay que darse prisa. Captar m¨¢s inversi¨®n extranjera, perderle miedo al capital riesgo, apretar a los operadores que extender¨¢n las comunicaciones de banda ancha, un aeropuerto de verdad y asegurar la instalaci¨®n de tres o cuatro grandes compa?¨ªas ancla que generen a su alrededor otras empresas punteras son los ¨ªtems que de la agenda pendiente.
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