El despliegue de Fujimori para 'buscar' a Montesinos provoca burla entre los peruanos
Reina una gran confusi¨®n entre los numerosos reporteros apostados frente a la residencia presidencial de Per¨². Van de un lado a otro, miran, preguntan. La comitiva acaba de regresar a palacio, pero nadie ha visto al presidente. Quince minutos despu¨¦s aparece un helic¨®ptero de la Polic¨ªa Nacional de Per¨². "?Ah¨ª est¨¢!" Alberto Fujimori desciende lentamente de la nave y entra en palacio. Durante varias horas ha estado sobrevolando sin ¨¦xito instalaciones militares de Lima en busca de su ex asesor Vladimiro Montesinos, hoy convertido en el principal fugitivo peruano.
Tres d¨ªas despu¨¦s del inicio del operativo, que provoca incredulidad y burla entre los peruanos, Montesinos sigue sin aparecer. Una foto del helic¨®ptero presidencial en pleno vuelo, con Fujimori a bordo hablando por tel¨¦fono, ocupa la portada de un diario, con la siguiente frase "El payaso de Am¨¦rica, en acci¨®n". Otro rotativo publica una gran foto de Montesinos en primera p¨¢gina con la leyenda "?Se busca! Cualquier dato, comunicar al tel¨¦fono 4281285. Palacio de Gobierno". La centralita de la sede presidencial est¨¢ al borde del colapso por la avalancha de llamadas an¨®nimas del interior y el exterior del pa¨ªs que aseguran haber visto al fugitivo. Los chistes sobre el operativo de b¨²squeda de Montesinos "para conocer su ubicaci¨®n" proliferan en los medios de comunicaci¨®n.Hasta la presidenta del Congreso, Martha Hildebrandt, fiel escudera de Fujimori, no resisti¨® la tentaci¨®n de calificar de cinematogr¨¢fica la persecuci¨®n que encabeza el presidente en persona. Las canciller¨ªas aplauden -no pueden hacer otra cosa de momento-, la iniciativa del presidente peruano. "Si Montesinos es capturado, sin importar lo que le pase, Fujimori gana... Si escapa, Fujimori tambi¨¦n gana. Creo que est¨¢ en una posici¨®n ganadora", se?ala el embajador de Canad¨¢, Peter Bohem, ante la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA)
Las im¨¢genes del mi¨¦rcoles, en las que un Fujimori con cazadora de cuero negro, agitado, enojado y con gesto autoritario, daba ¨®rdenes y contra¨®rdenes a un aparato policiaco-militar, no se han vuelto a repetir. Pero los peruanos y los televidentes de todo el mundo recuerdan escenas como la del presidente cambiando hasta cuatro veces de veh¨ªculo, gritando "?Salgan de aqu¨ª, carajo!", "?Qu¨¦ hacen ac¨¢ parados!", "?Ustedes vayan por all¨¢!", "?Ustedes por all¨¢!"
El despliegue no ha servido de nada y el jueves Fujimori decidi¨® continuar la b¨²squeda por aire, donde su protagonismo es menos ostensible, mientras sus hombres rastrearon la zona de Chaclacayo. Algunos vecinos de la cercana urbanizaci¨®n California no daban cr¨¦dito a lo que suced¨ªa. Los agentes han llegado a entrar en viviendas particulares en busca del ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional.
Para seguir m¨¢s de cerca las operaciones, Fujimori pas¨® la noche en unas dependencias de monta?a de la Fuerza A¨¦rea, donde le acompa?aban su hija Keiko; su madre, Matsue; edecanes e integrantes de la guardia de seguridad. Los periodistas trataron de seguir los pasos del presidente, que aparec¨ªa y desaparec¨ªa como en una pel¨ªcula de polic¨ªas y ladrones. En los numerosos desplazamientos entre el palacio y Chaclacayo, Fujimori se detuvo, incluso a altas horas de la madrugada, en casa de su madre.
Instalaciones militares
Curiosamente, la intensa b¨²squeda no ha incluido hasta ahora las instalaciones militares que dirigen los generales m¨¢s leales a Montesinos, como el Fuerte Hoyos, sede de la II Regi¨®n Militar del Ej¨¦rcito, que comanda el general de divisi¨®n Luis Cubas Portal, cu?ado del ex asesor presidencial. Fujimori s¨®lo ha inspeccionado desde el helic¨®ptero la II Regi¨®n Militar, considerada como uno de los centros del poder montesinista y que cuenta con las mejores unidades. Otro hecho que abona el escepticismo sobre la b¨²squeda ordenada por el presidente es la inexistencia de un mandato judicial de detenci¨®n contra Montesinos. ?Con qu¨¦ objetivo quiere encontrar al fugitivo si no es para su detenci¨®n? Las especulaciones son infinitas, pero la que toma m¨¢s cuerpo es la que apunta a una negociaci¨®n secreta para encontrar un pa¨ªs dispuesto a acoger al ex jefe del espionaje. "Se trata de ubicar al doctor Montesinos y tener un mejor control, siempre tendente a la estabilidad de Per¨²", dijo ayer el primer ministro, Federico Salas.
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