La m¨²sica de Madredeus y Waldemar Bastos pone fin a la muestra Perfil de Portugal
La muestra con la que el pa¨ªs vecino ha estado esta quincena ense?ando su cultura a los madrile?os, toca a su fin. Lo hace hoy con el angole?o Waldemar Bastos y ma?ana y el lunes con Madredeus. Perfil de Portugal ha tra¨ªdo lo mejor de la cultura lusa en muchos m¨¢s aspectos que los musicales, pero son ¨¦stos los m¨¢s llamativos. Las bals¨¢micas actuaciones de Madredeus y Waldemar Bastos dejan un list¨®n dif¨ªcilmente superable. El punk de los neoyorquinos Dictators, el guitarrista de jazz Bill Frisell y el bandeonista Dino Saluzzi completan un variado fin de semana musical.
Delicada de definir, la voz de Teresa Salgueiro, cantante de Madredeus (d¨ªas 20 y 30; Palacio de Congresos, paseo de la Castellana, 99; 20.30), es capaz de transportar al oyente a otros mundos. Con esa capacidad indiscutible para la enso?aci¨®n, su voz es la clave de Madredeus. El ¨²ltimo disco de este fascinante grupo portugu¨¦s se llama Antolog¨ªa, que ya presentaron en Madrid con rotundo ¨¦xito en la ¨²ltima edici¨®n de Los Veranos de la Villa, pero no se trata de un recorrido por su carrera, sino el resultado de una selecci¨®n de canciones inspiradas en sus viajes por todo el mundo. Fundado hace m¨¢s de tres lustros por Rodrigo Leao y Pedro Ayres Magalhanes, Madredeus es un modelo de c¨®mo se puede hacer m¨²sica totalmente nueva y excitante, bas¨¢ndose en la tradicional. Con esa nostalgia morri?osa caracter¨ªstica del sentir portugu¨¦s, tan bien expresada en el fado, Madredeus busca nuevas sonoridades. Ya no est¨¢ Rodrigo Leao con Madredeus, pero el grupo se ha mantenido, entre otras cosas, gracias a la personal voz de Teresa Salgueiro, capaz de provocar innumerables emociones.
El angole?o Waldemar Bastos representa la africanidad suave y sosegada. Aunque su m¨²sica es un b¨¢lsamo, no carece de la vitalidad fundamental del resto de la m¨²sica africana. Reconocido en Europa gracias a las recopilaciones que David Byrne realizaba de las m¨²sicas ¨¦tnicas de todo el mundo, el angole?o Waldemar Bastos es un veterano m¨²sico que lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas mezclando las sonoridades propias africanas con los ecos portugueses y la impronta brasile?a. Una sugerente m¨²sica que le trae hoy a La Casa de Am¨¦rica (paseo de Recoletos, 2; 20.00), donde se prodigar¨¢ en las composiciones incluidas en Pretaluz y Baobad, sus dos ¨²ltimos discos y que mayor repercusi¨®n han tenido en Espa?a.
El contrapunto lo ponen hoy mismo en El Sol (Jardines, 3; 23.30) los neoyorquinos Dictators, un grupo de las primeras hornadas de la generaci¨®n punk, es decir, son de la misma quinta que Sex Pistols. Su punk-rock mantiene las mismas coordenadas de vitalidad que hace un cuarto de siglo, cuando se empez¨® a hablar de ellos, al tiempo que de sus vecinos Ramones.
La guitarra de Bill Frisell suena principalmente a jazz (d¨ªa 29, en Clamores. Alburquerque, 14; 22.00), pero no deja de evocar otras sonoridades. Es todo un veterano del g¨¦nero y su manera de tocar el instrumento ha influido en muchos guitarristas de diversos estilos. Adem¨¢s, aunque siempre se ha considerado un artista de jazz, no ha puesto objeciones para mezclarse con m¨²sicos de distintas procedencias; as¨ª, ha tocado junto a Elvis Costello, Jan Garbarek o Marianne Faithfull.
La variada propuesta de fin de semana se completa con Dino Saluzzi (hoy, en el CMU San Juan Evangelista. Gregorio del Amo, 4; 22.00), el bandeonista argentino, que acude en compa?¨ªa de sus hermanos e hijos. Lo suyo es un repaso por la m¨²sica popular de su pa¨ªs, con incidencia en el tango y el candombe, dos estilos que, con r¨ªtmicas distintas, ¨¦l sabe hacerlos convivir.
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