Una instituci¨®n de gran arraigo social
La crisis de Montserrat es la otra cara de la moneda de una instituci¨®n que ha conseguido un gran arraigo social por sus aportaciones a la vida cultural, pol¨ªtica y eclesial catalana.Entre sus muros se gestaron numerosas iniciativas contra el franquismo, como el encierro de 300 intelectuales contra el consejo de guerra de Burgos, en 1970, y se dio cobijo a numerosos opositores perseguidos por la dictadura. El monasterio se convirti¨® en una zona liberada. Las fotos de Franco entrando victorioso bajo palio en la bas¨ªlica dejaron paso a las declaraciones del abad Aureli Escarr¨¦ a Le Monde, que aunque recalentadas y reelaboradas, criticaban frontalmente al r¨¦gimen. En antifranquismo, Montserrat le sac¨® varios cuerpos de ventaja a una Iglesia espa?ola que no acaba de desperezarse de su sue?o nacional-cat¨®lico.
Montserrat alumbr¨® cultura. Las publicaciones Studia Monastica -editada en cinco idiomas desde 1958- y Serra d'Or -¨²nica revista durante a?os publicada en catal¨¢n- y la editorial Publicacions de l'Abadia de Montserrat han sido hitos de un centro del que parti¨® el primer Congreso de Cultura Catalana (1964). Su biblioteca -junto con la de los jesuitas, la de tipo religioso m¨¢s importante de Catalu?a, con 270.000 vol¨²me-nes- ha albergado a muchos estudiosos.
Montserrat exhibe un nutrido cuadro de honor intelectual-art¨ªstico festoneado de music¨®logos -Irineu Segarra-, liturgistas -Adal-bert Franquesa, Alexandre Olivar y Jordi Pinell-, expertos en patr¨ªstica -Manuel Nin- o en Sagradas Escrituras -Pius Tragan y Guiu Camps-, te¨®logos e historiadores de la Iglesia -Llu¨ªs Duch y Evangelista Vilano-va-, historiadores -Josep Massot, Hilari Raguer, Cebri¨¤ Baraut y Xavier Alt¨¦s.
Pero lo que convierte a Montserrat en un referente para buena parte de los catalanes es su significaci¨®n nacionalista-religiosa.
En 1947, el "Sina¨ª catal¨¢n" , en expresi¨®n del poeta Jacint Verdaguer, vivi¨® una de las primeras manifestaciones p¨²blicas de catalanismo bajo el franquismo, con motivo de la fiesta de la entronizaci¨®n de la Virgen negra. Son numerosas las peregrinaciones que llegan todos los a?os a la monta?a, visitada anualmente por dos millones de personas en busca de Dios, de cultura y de turismo.
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