84.000 a?os esperando a Ad¨¢n
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Hombres sin ¨¦xito
Algunas corrientes teol¨®gicas han acreditado una endemoniada habilidad para tensar, rizar o desfigurar la lectura de la Biblia de modo que las escrituras puedan adaptarse a los continuos y embarazosos descubrimientos que se empe?an en hacer los cient¨ªficos. Pero esta vez, los investigadores de siete pa¨ªses dirigidos por Peter Underhill, del Laboratorio de Gen¨¦tica Poblacional Humana de la Universidad de Stanford (California, EE UU), se lo han puesto francamente dif¨ªcil. Seg¨²n sus datos, Ad¨¢n vivi¨® nada menos que 84.000 a?os despu¨¦s que Eva. Ahora se entiende que nuestra primera madre acabara por entenderse con una serpiente.?Qu¨¦ entienden por "Ad¨¢n" y por "Eva" los cient¨ªficos de Stanford? Los genetistas son casi tan aficionados al Ed¨¦n como los curas, pero tienen una s¨®lida raz¨®n para ello. En cada generaci¨®n, los genomas del padre y de la madre se mezclan de modo irreversible, lo que complica considerablemente la utilizaci¨®n de la gen¨¦tica para explorar el pasado de la humanidad. Pero hay dos excepciones a esta norma: los genes mitocondriales, que se transmiten intactos y sin mezclas de madres a hijas; y los genes del cromosoma Y, que se transmiten, tambi¨¦n sin mezclas, de los padres (varones) a los hijos.
La reconstrucci¨®n de un ¨¢rbol geneal¨®gico que abarque a toda la humanidad actual se basa en un principio muy simple. Los genes van acumulando alteraciones (mutaciones) lenta pero inexorablemente. Por tanto, cuando los genes de dos personas actuales se parecen mucho, deben tener un antepasado com¨²n muy reciente. Si se parecen muy poco, su antepasado com¨²n debe ser muy antiguo.
Analizando de esta forma los genes mitocondriales de mujeres de todo el mundo, los cient¨ªficos llegaron a deducir hace a?os que la Eva mitocondrial, la mujer cuyos genes mitocondriales aparecen hoy en todas las mujeres del mundo, vivi¨® en ?frica hace 143.000 a?os. Con un an¨¢lisis similar, el equipo de Underhill ha deducido ahora que Ad¨¢n, el hombre cuyos genes del cromosoma Y aparecen hoy en todos los varones del mundo, vivi¨® tambi¨¦n en ?frica. Pero hace s¨®lo 59.000 a?os. Los datos han sido obtenidos de 1.062 personas de todas las ¨¢reas geogr¨¢ficas del mundo, y son de una calidad excepcional.
?Qu¨¦ quiere decir esto? "Por supuesto, los hombres y mujeres de los que procedemos todos los seres humanos actuales tuvieron que coexistir en ?frica", explic¨® ayer Underhill a este diario. "Pero el cromosoma Y muestra, en las poblaciones humanas actuales, una variabilidad mucho menor que los genes mitocondriales. Mi teor¨ªa es que el ¨¦xito reproductivo de los varones ha sido inferior al de las mujeres".Es decir que, en cada generaci¨®n, m¨¢s mujeres que hombres tienen descendencia. O, lo que es lo mismo, que cada hombre exitoso tiende a fecundar a varias mujeres, y que muchos desafortunados se quedan a verlas fecundar.
Otro de los investigadores principales de Stanford, Peter Oefner, ofreci¨® esta explicaci¨®n: "Hace 59.000 a?os, un solo cromosoma Y empez¨® a predominar. Todav¨ªa podemos verlo en algunos de los actuales habitantes de Sud¨¢n y Etiop¨ªa. Todos los dem¨¢s cromosomas Y que ven¨ªan de los tiempos de Eva, 84.000 a?os antes, se acabaron perdiendo. La raz¨®n de esto podr¨ªa ser la selecci¨®n sexual, es decir, que las mujeres prefer¨ªan sistem¨¢ticamente a un tipo de hombres que tend¨ªan a llevar el nuevo cromosoma. O quiz¨¢ esos hombres ten¨ªan alguna ventaja selectiva en la caza o en la lucha".
Los investigadores presentan hoy en Nature Genetics ¨¦stos y otros datos, de los que se infiere que la especie humana actual naci¨® en ?frica oriental hace unos 143.000 a?os, que 84.000 a?os despu¨¦s se impuso un nuevo tipo de macho, y que, hace tan s¨®lo unos 44.000 a?os, un grupo de estos humanos modernos sali¨® de ?frica y coloniz¨® el resto del mundo.
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