Las discogr¨¢ficas reaccionan con cautela ante el pacto de Bertelsmann y Napster
El acuerdo para vender m¨²sica en Internet deja muchas preguntas t¨¦cnicas en el aire
Las discogr¨¢ficas norteamericanas segu¨ªan ayer midiendo el impacto del sorprendente acuerdo alcanzado el pasado martes por uno de los suyos, el gigante de la comunicaci¨®n alem¨¢n Bertelsmann, con la p¨¢gina web de contenidos musicales Napster, considerada hasta ahora como el enemigo n¨²mero uno de la industria. Los grandes del sector anunciaron que no abandonar¨¢n las acusaciones de pirater¨ªa contra Napster, y aseguraron que el acuerdo refuerza su postura al reconocer la necesidad de abonar derechos de autor cuando se intercambia m¨²sica por Internet.
La Asociaci¨®n Discogr¨¢fica de Am¨¦rica (en ingl¨¦s RIAA) recibi¨® impasible la noticia de la llamada "alianza estrat¨¦gica" entre Bertelsmann y Napster y afirm¨® que nada hab¨ªa cambiado en la batalla. "Esto no termina con el caso", dijo su directora, Hilary Rosen; "hay muchos demandantes en este asunto. Es importante, incluso para Naspter, que se fijen de una vez por todas las reglas del comercio musical por Internet". La RIAA, que reagrupa a los principales sellos discogr¨¢ficos de la industria, incluido Bertelsmann, llev¨® a Napster ante los tribunales el pasado diciembre acusando a este servidor (donde se puede descargar gratuitamente archivos musicales) de violar las leyes sobre derechos de autor, al no abonar ninguna compensaci¨®n por el uso ilimitado e incontrolado de sus cat¨¢logos. En julio, la RIAA estuvo a punto de conseguir el cierre de la p¨¢gina web en una orden judicial que luego fue anulada por un tribunal de apelaciones de San Francisco. El caso, que se revis¨® a principios de octubre, sigue abierto y pendiente de la decisi¨®n del juez.
El pasado martes, Bertelsmann anunci¨® que retiraba los cargos contra Napster para aliarse con esta peque?a empresa de California, que en pocos meses ha conseguido una clientela de 38 millones de usuarios, un aut¨¦ntico fen¨®meno en la Red. "No todos esos usuarios pueden ser criminales", dijo ayer uno de sus directivos, Thomas Middelhoff en la rueda de prensa. Con este acuerdo, Naspter se convertir¨¢ en un servicio de pago (una cuota mensual fija de 4,95 d¨®lares, aproximadamente 1.000 pesetas, dar¨¢ acceso libre a los ficheros) a cambio del respaldo t¨¦cnico y financiero del gigante alem¨¢n, que utilizar¨¢ esta plataforma para difundir su cat¨¢logo por Internet.
Derechos
La competencia, que, pese a la batalla legal, tambi¨¦n ans¨ªa hacerse con esta millonada de clientes potenciales, recibi¨® la noticia con un calculado optimismo. "Nos anima ver que Napster trata de resolver el contencioso y crear un negocio leg¨ªtimo", dijo un portavoz de Universal, la mayor discogr¨¢fica del mundo. "Esto demuestra dos cosas: que la industria est¨¢ adoptando r¨¢pidamente el modelo de la suscripci¨®n y que deben protegerse los derechos de los artistas en la Red", coment¨® Time Warner. Pero el acuerdo deja muchas preguntas en el aire. Para empezar, desde un punto de vista puramente t¨¦cnico. En Napster, los archivos musicales se intercambian de ordenador a ordenador. El servidor ha construido su defensa frente a la industria asegurando que no puede controlar el tr¨¢fico de todos sus clientes por Internet. Ahora afirma que con los fondos de Bertelsmann podr¨¢ saber qui¨¦n descarga qu¨¦, un dato fundamental para pagar derechos de autor, pero una mejora t¨¦cnica que podr¨ªa costarle el caso en los tribunales.
El precio de la cuota
Queda tambi¨¦n por saber c¨®mo van a reaccionar los usuarios de Napster al cobro de lo que hasta ahora han utilizado con toda libertad. Aunque la cuota inicial parece ser de unas mil pesetas al mes, los internautas ya se han acostumbrado a acceder gratuitamente a los archivos y podr¨ªan pasarse a otros servidores como Gnutella o Freenet, que siguen sin cobrar por escuchar, aunque no son tan f¨¢ciles de utilizar como Napster. Una encuesta entre usuarios de Napster, realizada por Webnoize, sobre la entonces hipot¨¦tica idea de que se les cobrara 15 d¨®lares mensuales (unas 3.000 pesetas) por el servicio, encontr¨® a un 58% de usuarios dispuestos a hacerlo.Bertelsmann tambi¨¦n se encuentra en una situaci¨®n ambigua. Seguir¨¢ en el caso contra Napster hasta que se formalice el acuerdo "dentro de unos meses", anunciaron el martes los directivos de ambas empresas. Al aliarse con el servidor incurre tambi¨¦n en la acusaci¨®n de pirateo, puesto que Napster ya ha dicho que seguir¨¢ utilizando el cat¨¢logo de las otras discogr¨¢ficas. Pero, si le sale bien la jugada y si Napster gana el caso, el gigante alem¨¢n se llevar¨¢ el gato al agua.
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