Oubi?a asegura que lleva 3 meses en Grecia y que se dedic¨® a "hacer turismo"

"He estado de ruta tur¨ªstica", ironizaba ayer un sorprendentemente relajado y bromista Laureano Oubi?a en los pasillos del Tribunal Supremo de Grecia, en el que compareci¨® para pedir a la fiscal¨ªa que agilice los tr¨¢mites de su extradici¨®n a Espa?a. Sin dar pistas sobre su paradero en los ¨²ltimos 13 meses, Oubi?a declar¨® a este peri¨®dico: "Quiero volver cuanto antes. Hoy mejor que ma?ana. Pero no conf¨ªo nada en la Justicia espa?ola porque a m¨ª me han aplicado la ley de Torquemada". A las personas que han hablado con ¨¦l desde su detenci¨®n, el pasado domingo, en Eubea, una isla del mar Egeo a 80 kil¨®metros al norte de Atenas, les asegur¨® que llevaba tres meses en Grecia, durante los que no se priv¨® de visitar algunos de los lugares tur¨ªsticos m¨¢s concurridos del pa¨ªs.

Un a?o de huida

Laureano Oubi?a, de 54 a?os, ingres¨® ayer por la tarde en la c¨¢rcel ateniense de Koridalos tras pasar la ma?ana de peregrinaje por los pasillos del Tribunal Supremo. Esposado y bajo la custodia de tres polic¨ªas griegos, Oubi?a se mostr¨®, sin embargo, distendido y no ces¨® de intercambiar chascarrillos con los agentes, la int¨¦rprete oficial y los tres periodistas espa?oles que acudieron a las dependencias judiciales. Otra nota sorprendente la ofrec¨ªa su aspecto: en estos trece meses no hizo nada para cambiar su f¨ªsico, ni siquiera se rasur¨® la barba. Cuando los informadores le preguntaron por qu¨¦ hab¨ªa escogido Grecia para esconderse, el supuesto narcotrafiocante les espet¨® desafiante: "Porque tiene la Constituci¨®n y la democracia m¨¢s antiguas del mundo. Que tomen nota en Espa?a".

La versi¨®n que ofreci¨® a otras personas que han hablado con ¨¦l en los ¨²ltimos d¨ªas resulta todav¨ªa m¨¢s chusca: lleg¨® a Grecia hace tres meses y durante este tiempo incluso se permiti¨® visitar la Acr¨®polis de Atenas, un lugar por donde desfilan a diario miles de personas, incluido un buen n¨²mero de espa?oles.

Fuentes policiales helenas sostienen que Oubi?a tiene v¨ªnculos con narcotraficantes griegos. Seg¨²n asegur¨® a los agentes, ya estuvo dos meses en el pa¨ªs en el verano de 1999. No obstante, la polic¨ªa griega desconf¨ªa de las palabras de Oubi?a. La brigada de narc¨®ticos de ese pa¨ªs cree que no llevaba en Grecia m¨¢s de dos semanas, seg¨²n declar¨® un portavoz oficial.

La polic¨ªa de este pa¨ªs fue advertida hace un mes por la Interpol de que Oubi?a podr¨ªa encontrarse por la zona. Seg¨²n esta versi¨®n, no se le localiz¨® hasta hace una semana en uno de los hoteles m¨¢s caros de Halkida, la ciudad en la que fue detenido, tambi¨¦n muy frecuentada por los turistas.

La polic¨ªa, siempre seg¨²n las mismas fuentes, le vigil¨® durante unos d¨ªas para cerciorarse de que efectivamente era ¨¦l y controlar sus movimientos. Fue detenido el domingo, en compa?¨ªa de su hijastro David P¨¦rez Lago, de 23 a?os, en la cafeter¨ªa del hotel en el que se alojaban ambos y ninguno ofreci¨® resistencia. P¨¦rez fue detenido el martes en el aeropuerto de Barcelona, al que lleg¨® desde Atenas por haber salido de Espa?a y violado as¨ª una de las condiciones de la libertad bajo fianza en la que se encuentra.

P¨¦rez sali¨® de la prisi¨®n de Valdemoro (Madrid) el 4 de abril pasado tras depositar su madre, Esther Lago, la segunda esposa de Oubi?a, los 25 millones de fianza fijada por el juez de la Audiencia Nacional Manuel Garc¨ªa Castell¨®n. Hoy, previsiblemente, pasar¨¢ a disposici¨®n judicial tras pasar la noche detenido en un calabozo del aeropuerto barcelon¨¦s de El Prat.

Sin esperar a que el Gobierno espa?ol lo solicitase formalmente, Oubi?a acudi¨® ayer por iniciativa propia ante el Consejo Fiscal del Tribunal Supremo para pedir su extradici¨®n a Espa?a. Al demandarlo el propio interesado, los tr¨¢mites se aceleran y, seg¨²n fuentes judiciales griegas, es muy probable que en el plazo de dos semanas est¨¦ a disposici¨®n de la Audiencia Nacional, que hab¨ªa dictado contra ¨¦l tres ¨®rdenes de b¨²squeda y captura.

La ¨²nica imputaci¨®n que las autoridades griegas formularon contra el presunto narcotraficante fue por llevar documentaci¨®n falsa. El juez de Halkida le impuso por ello una pena de un a?o de c¨¢rcel, conmutable por una multa de un mill¨®n de dracmas (medio mill¨®n de pesetas).

En manifestaciones realizadas a este peri¨®dico, mientras aguardaba en un pasillo a declarar ante el fiscal, Oubi?a asegur¨®, sin precisar m¨¢s detalles, que durante su fuga trat¨® de enviar mensajes a las autoridades espa?olas para negociar su entrega, pero que decidi¨® permanecer huido porque en Espa?a no se le garantizaba "un juicio justo".

El supuesto capo arousano explic¨® que, tras escapar el 1 de octubre de 1999, cuando el Servicio de Vigilancia Aduanera le buscaba en relaci¨®n con un alijo de 15 toneladas de hach¨ªs, tambi¨¦n medit¨® entregarse, pero lo descart¨® tres d¨ªas despu¨¦s al saber que la Audiencia Nacional le hab¨ªa condenado a cuatro a?os y cuatro meses de c¨¢rcel por otra operaci¨®n anterior en la que se hab¨ªan incautado seis toneladas de la misma sustancia.

"La ¨²nica prueba que ten¨ªan contra m¨ª era el registro de dos llamadas a un tel¨¦fono m¨®vil a nombre de mi suegro y que s¨®lo duraron un minuto cada una", se quej¨® Oubi?a. Las llamadas fueron realizadas por los transportistas del alijo.

El narcotraficante escap¨® de la Operaci¨®n Ocaso gracias a que una llamada telef¨®nica le alert¨® de que el Servicio de Vigilancia Aduanera estaba requisando las 15 toneladas de hach¨ªs que transportaba el buque de bandera hondure?a Regina Maris. Fueron detenidas 17 personas, entre ellas Esther Lago y su hijo. Oubi?a pudo esquivar el arresto pese a que horas antes hab¨ªa acudido a la comisar¨ªa de Vilagarc¨ªa de Arousa (Pontevedra) a cumplir con su obligaci¨®n de comparecer quincenalmente ante la polic¨ªa, que no ten¨ªa conocimiento de la intervenci¨®n del SVA.Luego, en Z¨²rich, se le detuvo por llevar un carn¨¦ falso, pero como, aunque llevaba seis meses huido, a¨²n no se hab¨ªa dictado orden de b¨²squeda y captura internacional, la polic¨ªa helv¨¦tica le puso en libertad.

Seg¨²n Oubi?a, su hijastro David P¨¦rez Lago acudi¨® a Grecia hace unos diez d¨ªas para entregarle unas medicinas. "Las necesitaba", asegur¨®, "porque tengo problemas de circulaci¨®n".