Kostunica acelera la transici¨®n y comienza la limpieza del 'aparato' del Estado serbio
La transici¨®n democr¨¢tica en Serbia comienza a acelerarse en el terreno en el que se considera m¨¢s urgente una clara voluntad de ruptura con las pr¨¢cticas del r¨¦gimen del ex presidente Slobodan Milosevic: la defensa de los derechos humanos y la persecuci¨®n de los cr¨ªmenes cometidos durante la pasada d¨¦cada. Como un respaldo internacional a este dif¨ªcil proceso, la Asamblea General de la ONU admiti¨® ayer a Yugoslavia como miembro, despu¨¦s de su expulsi¨®n en 1992, tras las agresiones b¨¦licas a sus antiguos hermanos en la rep¨²blica.
Apoyo exterior
La admisi¨®n de Yugoslavia en la ONU ocurre solo cinco d¨ªas despu¨¦s de que as¨ª lo solicitase el nuevo presidente del pa¨ªs, Vojislav Kostunica. La resoluci¨®n no tuvo que ser votada, ya que cont¨® con el acuerdo de todos los pa¨ªses que integran la Asamblea, incluidos los que formaban la antigua Yugoslavia: Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia y Macedonia.Las esperanzas de los principales responsables de los cr¨ªmenes cometidos de negociar su impunidad con las nuevas autoridades se evaporan a mayor velocidad de lo esperado. El anuncio por parte de Kostunica, de que el Tribunal Penal Internacional para los cr¨ªmenes cometidos en la ex Yugoslavia va a abrir en Belgrado una oficina permanente para el seguimiento de los casos pendientes es tan s¨®lo un aviso m¨¢s para Milosevic y todos aquellos perseguidos por esta corte internacional instaurada por Naciones Unidas.
Aunque Kostunica asegur¨® durante la campa?a electoral que no entregar¨ªa a Milosevic al Tribunal Penal Internacional (TPI), en los ¨²ltimos d¨ªas se multiplican los gestos de una creciente disposici¨®n del nuevo poder a cooperar con La Haya. Esto no solo reforzar¨ªa la voluntad de cooperaci¨®n de la comunidad internacional, sino que supondr¨ªa un definitivo punto de inflexi¨®n en las relaciones de Serbia con Occidente como lo supuso la entrega de criminales de guerra croatas al TPI por parte del Gobierno democr¨¢tico de Croacia que sucedi¨® al aut¨®crata Franjo Tudjman.
Pero los ¨²ltimos hechos apuntan a que tambi¨¦n otros que no figuran en las listas del Tribunal de La Haya habr¨¢n de responder por sus hechos. Documentos hechos p¨²blicos ayer, que implican al jefe de la seguridad del Estado, Radomir Markovic, en la muerte del periodista Slavko Curuvija han dado ya pie a una denuncia. Los documentos no dejan lugar a dudas de que fue el propio Markovic el que organiz¨® el seguimiento de Curuvija el d¨ªa de su muerte y orden¨® a sus hombres que se retiraran momentos antes de que tres desconocidos lo asesinaran. Por otra parte, el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito yugoslavo, Nebojsa Pavkovic, reconoci¨® ayer en una entrevista al diario Politika que en la noche del 5 al 6 de octubre recibi¨® una lista con 40 nombres de dirigentes de la oposici¨®n a detener y que entre ellos hab¨ªa seis marcados a mano, en lo que suger¨ªa un tratamiento distinto que se interpreta como una orden de ejecuci¨®n. Pavkovic no deja lugar a dudas sobre el significado de los c¨ªrculos marcados en torno a esos seis nombres que no ha desvelado. "No recib¨ª ninguna llamada para decirme si hab¨ªa que llevar a cabo la orden o no. Pero est¨¢ claro que ¨¦sa no es una labor atribuible a las fuerzas armadas", se?alaba ayer Pavkovic.
La coalici¨®n DOS del nuevo presidente logr¨® imponer la dimisi¨®n de tres de los grandes dirigentes del aparato represivo del r¨¦gimen anterior, como el presidente del Tribunal Supremo serbio, Balsa Godevarica, el fiscal general serbio Dragisa Krsmanovic pero ante todo la del citado jefe de la polic¨ªa de la seguridad del Estado, Markovic, hombre de confianza de Milosevic.
Seg¨²n pasan los d¨ªas y Kostunica recibe el apoyo exterior para la democratizaci¨®n y para la reconstrucci¨®n de la econom¨ªa serbia, hoy postrada, los nuevos dirigentes parecen sentirse m¨¢s seguros en su pol¨ªtica de neutralizar a los peores enemigos del cambio y perseguir a aquellos que, de ser protegidos, mancillar¨ªan todo el proceso de reformas democr¨¢ticas. En Nis se abr¨ªa ayer por ejemplo un juicio militar contra un comandante del Ej¨¦rcito, Dragisa Petrovic, y dos reservistas por asesinar a dos civiles albaneses en Kosovo el pasado a?o.Y en la prisi¨®n de la ciudad de Pozarevac sal¨ªa finalmente en libertad la poetisa albanesa Flora Brovina, condenada por el r¨¦gimen de Milosevic en una sentencia calificada en general como grotesca, a 12 a?os de prisi¨®n por supuestas actividades hostiles contra el Estado y terrorismo.
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