Buzones para salvar beb¨¦s
Toda madre austriaca que quiera abandonar a su hijo sin ser identificada ni castigada por la ley puede depositar a su criatura en una especie de buz¨®n automatizado reci¨¦n instalado en Viena. "Desde hace miles de a?os, los hombres han tenido la libertad de ocultar su paternidad. Queremos dar a la mujer los mismos derechos. Pero, por encima de todo, nuestra intenci¨®n es salvar la vida de los reci¨¦n nacidos", asegura el pediatra Andreas Lischka, responsable del artilugio, llamado nido de beb¨¦s.La cuna se encuentra en un quiosco de vidrio muy cerca de una estaci¨®n de autobuses, entre la calle y el jard¨ªn del amplio complejo de pabellones dispersos en espacios verdes del Wilhelminerspital. Quien quiera dejar al beb¨¦ sin ser visto, tiene que introducirlo a trav¨¦s de una peque?a trampilla de metal, que se cerrar¨¢ de inmediato autom¨¢ticamente, para impedir que cualquier extra?o pueda apoderarse luego del ni?o. Unos sensores t¨¦rmicos pondr¨¢n en marcha una refinada maquinaria de protecci¨®n: la calefacci¨®n, una c¨¢mara de v¨ªdeo que enfoca ¨²nicamente la cuna para garantizar el anonimato de la madre y un sistema de alarma para anunciar la llegada del beb¨¦ al personal m¨¦dico de la cercana cl¨ªnica de pediatr¨ªa de Glanzing, que no tardar¨¢ m¨¢s de un minuto en recoger al peque?o y ocuparse de ¨¦l.
En el quiosco hay unas almohadillas especiales para que la madre pueda tomar las huellas de los pies y las manos de su hijo antes de abandonarlo, a fin de identificarlo m¨¢s tarde en caso necesario. Porque si se arrepiente, tiene de plazo 8 semanas para recuperar al ni?o. Despu¨¦s se iniciar¨ªan los tr¨¢mites de adopci¨®n.
"Todos esos dispositivos electr¨®nicos son necesarios. La c¨¢mara es, sobre todo, para evitar que los chistosos metan cualquier chisme en la cuna", explic¨® Lischka, docente de neonatolog¨ªa en la cl¨ªnica de medicina de la Universidad de Viena y m¨¦dico jefe de la cl¨ªnica de Glanzing. No ser¨ªa acertado decir que su invento, que se basa en un modelo similar que ya est¨¢ funcionando en la ciudad alemana de Hamburgo, es una novedad. Porque los dep¨®sitos an¨®nimos de reci¨¦n nacidos ya exist¨ªan en la Edad Media y todav¨ªa hoy se conservan en algunos monasterios aquellas discretas puertecillas dise?adas a la medida de un beb¨¦.
En Austria est¨¢ aumentando el n¨²mero de hijos indeseados, abandonados o heridos y muertos por malos tratos. Lischka calcula que en Viena sufren este destino al menos entre 5 y 8 beb¨¦s al a?o. Tambi¨¦n queda por resolver el peligro de los partos ocultos. Porque, a diferencia de otros pa¨ªses como Francia o Espa?a, la ley austriaca no autoriza que los hospitales omitan la identidad de una parturienta, de forma que es imposible mantener el anonimato si se recibe atenci¨®n m¨¦dica. Quienes se desprenden a escondidas de sus hijos son sobre todo madres muy j¨®venes o v¨ªctimas de violaci¨®n en el ¨¢mbito familiar, as¨ª como drogadictas e inmigrantes clandestinas que carecen de seguridad social y de informaci¨®n para buscar salidas en momentos de desesperaci¨®n. "Mientras aumente el flujo de refugiados ilegales, el problema seguir¨¢ agudiz¨¢ndose", observa el experto. Con el nido de beb¨¦s, el abandono ya no ser¨¢ delito porque no peligran la vida ni la salud del peque?o.
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