El Valencia se clasifica como l¨ªder tras empatar ante el Heerenveen

El Valencia no pudo ayer con un rival de tercera fila. Le cuesta horrores hacer un gol a este equipo, sobre todo si no salen de partida ni S¨¢nchez ni Carew, como fue ayer el caso. Es un equipo muy chato, especialmente si a C¨²per le da por probar sistemas y jugadores, que apenas reivindican nada. Aburren m¨¢s que entretienen. Unos porque les falta rodaje y coraje (Parri y Vicente); otros porque el t¨¦cnico les ha despojado de la confianza y est¨¢n nerviosos (Palop). El entrenador argentino, adem¨¢s, hizo gala de su famoso conservadurismo cuando se esper¨® a 12 minutos del final para a?adir un delantero, cuando el rival ya llevaba rato con un jugador menos por expulsi¨®n. Al fin y a cabo, hab¨ªa conseguido su objetivo matem¨¢tico: el punto que le faltaba para ser primero de grupo.La endeblez del rival, por una parte, y la mojigater¨ªa del Valencia, por otra, convirtieron el partido de ayer en un pe?azo indiscutible. Uno m¨¢s. ?Para cu¨¢ndo veremos un Valencia atrevido y alegre? Si con la clasificaci¨®n asegurada y ante un contrario abierto el grupo de C¨²per sigue aburriendo al respetable, que pare el autob¨²s que uno se baja. El Valencia no se destapa ni ante el paup¨¦rrimo Heerenveen. Sali¨® te¨®ricamente con tres centrales, pero como quiera que el combinado holand¨¦s se plant¨® con dos extremos, Parri y Vicente no los perdieron de vista. Total: cinco defensas. Y as¨ª, agazapado, se puso por delante el Valencia en una jugada notable de Angulo que acab¨® marcando a su modo Diego Alonso: de rebote.

El Valencia vivi¨® media hora pl¨¢cidamente con una ventaja que apenas si hab¨ªa buscado. Parec¨ªa imposible que el Heerenveen pudiera marcar de alguna manera. Pero de eso ya se encarg¨® el ¨¢rbitro, que concedi¨® un gol en fuera de juego. S¨®lo a falta de 12 minutos, C¨²per ?tir¨® la casa por la ventana! e introdujo a Carew por Albelda. La nula autoridad del ¨¢rbitro belga convirti¨® un partido insulso en una guerrilla, donde se repartieron codazos a porrillo. Y Carew, completamente solo, cabece¨® suave a las manos del portero. Sac¨® C¨²per a toda su artiller¨ªa: Diego Alonso, S¨¢nchez y Carew, a un tiempo, y se vio que todos juntos no asustan a casi nadie.