Una lecci¨®n con toga
Escolares alaveses inician un programa de acercamiento a la realidad judicial.
"?sto no es como en Ally McBeal". Lorea, junto a una treintena de compa?eros de 2? de ESO de su colegio de Vitoria, asisti¨® ayer confusa a un juicio contra un insumiso en el que comprob¨® que el lenguaje usado en la sala de vistas no se corresponde en exceso con los estereotipos televisivos. Lorea formaba parte del primer grupo de alumnos que participa en una iniciativa de acercamiento a la realidad judicial puesta en marcha por un programa de colaboraci¨®n entre el Tribunal Superior vasco y los departamentos de Educaci¨®n y Justicia.Hasta 19 centros educativos alaveses participar¨¢n dos d¨ªas a la semana en un proyecto que desde principios del pr¨®ximo a?o se extender¨¢ a colegios de Vizcaya y Guip¨²zcoa. Aunque el plan se dirige a alumnos de 14 a 18 a?os, los estudiantes que acudieron ayer al Palacio de Justicia de Vitoria eran m¨¢s j¨®venes. Pese a las distendidas explicaciones que les ofreci¨® el juez Jos¨¦ Miguel Mart¨ªnez, titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 2, los alumnos parec¨ªan m¨¢s atra¨ªdos por las perspectivas que ofrecen los ascensores panor¨¢micos o la grandiosidad del edificio.
La visita se inici¨® con unas explicaciones del magistrado en la misma sala de vistas. Conocido por su talante progresista, Mart¨ªnez les prepar¨® para el juicio por insumisi¨®n que iba a celebrarse a continuaci¨®n con un aut¨¦ntico alegato antimilitarista. "Resulta sorprendente que se pueda condenar a personas con estas ideas, pero los jueces no podemos ser objetores de conciencia", se?al¨® ante la mirada socarrona del fiscal jefe, Alfonso Aya.
Consciente del peculiar p¨²blico que le escuchaba, el abogado defensor, Txema Urkijo, se extendi¨® en explicar su demanda de absoluci¨®n, pero no conect¨® con los ni?os. "No he entendido nada", indicaba instantes despu¨¦s Pablo.
La comitiva se dirigi¨® m¨¢s tarde al Juzgado de Menores, a la biblioteca del palacio, al Registro Civil y al mismo despacho del fiscal jefe.
La responsable de la Oficina de Informaci¨®n de Justicia y promotora de la iniciativa, Marta Asso, recuerda que desde hace tiempo es posible la presencia de escolares en los juzgados, previa petici¨®n y en fechas espor¨¢dicas, pero ahora se ha implicado m¨¢s la Administraci¨®n, se han regularizado y normalizado las visitas, y se ha establecido un sistema de unidades did¨¢cticas y evaluaci¨®n que las integran dentro del curso.
"No hemos inventado nada", reconoce Jos¨¦ Miguel Ochoa de Alda, representante del Centro de Orientaci¨®n Pedag¨®gica de Vitoria. "La idea es que los j¨®venes pierdan el miedo a los mecanismos judiciales a esa edad en la que est¨¢n a punto de ingresar en la universidad, seguir otros estudios o dejar el sistema educativo". Subraya que el programa es m¨¢s extenso que la mera visita a los juzgados, ya que los estudiantes deben debatir y trabajar de aspectos relacionados con la Justicia en clase sobre un programa "que ha sido o ser¨¢ distribuido a todos los centros de bachillerato vascos, p¨²blicos y privados".
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