Hillary Clinton arranca su mandato con una gira intensiva por Nueva York
Hillary Clinton apenas se ha dado tiempo para saborear su victoria. La nueva senadora por Nueva York ya ha empezado a labrarse su personaje pol¨ªtico, lejos de la sombra de Bill. Un d¨ªa despu¨¦s de su victoria se puso en contacto con la oposici¨®n republicana en Washington y hoy ten¨ªa previsto dar las gracias personalmente a todos sus simpatizantes en una maratoniana gira en avi¨®n por el Estado.
Hillary Clinton sabe que su fama puede ser un arma de doble filo y quiere desde el principio adoptar un tono de normalidad sobre su nueva vida. En la primera rueda de prensa (el mi¨¦rcoles) que celebr¨® tras su elecci¨®n habl¨® en tono pausado, casi fr¨ªo, sobre sus aspiraciones en el Senado. "Espero tener una aceptaci¨®n muy positiva. He trabajado con muchos congresistas republicanos en el pasado. Espero seguir haci¨¦ndolo m¨¢s all¨¢ de las diferencias ideol¨®gicas". Dejando de lado lo que fue una campa?a particularmente negativa contra su adversario republicano, Rick Lazio, del que, por cierto, nadie parece acordarse, la nueva senadora se puso en contacto con el l¨ªder conservador en el Senado, Orrin Hatch, y con el que deb¨ªa haber sido su contrincante, el alcalde Rudolph Giuliani. ?ste reconoci¨® con ¨¦nfasis la victoria de su adversaria. "Trabaj¨® mucho. Cuando uno est¨¢ en este negociado puede admirar a alguien incluso del bando contrario".
Pero a la senadora Clinton le va a resultar dif¨ªcil escapar de la sombra del presidente. Hasta finales de enero seguir¨¢ siendo la primera dama, una situaci¨®n que le otorgar¨¢ de por vida la escolta del servicio secreto y el aura de sus a?os en la Casa Blanca. Lo quiera o no, la senadora heredar¨¢ el legado de su marido y sus enemigos. Gana en cualquiera de las dos posibles futuras presidencias: con Bush podr¨ªa convertirse en una de las figuras de la oposici¨®n; con Gore ganar¨¢ poder.
Por ahora, Hillary est¨¢ ocupada en consideraciones m¨¢s pr¨¢cticas. Hoy ten¨ªa pensado recorrerse en avi¨®n los 62 condados del Estado que se pate¨® en sus 16 meses de campa?a para agradec¨¦rselo a sus simpatizantes. Estos dos ¨²ltimos d¨ªas se ha dado peque?os ba?os de masas, como el mi¨¦rcoles en la estaci¨®n de Grand Central, en el coraz¨®n de Manhattan.
Tambi¨¦n debe empezar a pensar detalles ¨²tiles, como el de su alojamiento en Washington durante las sesiones, una vez que abandone la residencia presidencial. Los Clinton, en principio, tienen previsto vivir en Chapaqqua, en la mansi¨®n que se compraron hace un a?o. Algunos tabloides de la ciudad han especulado con la posibilidad de que compren un piso en Manhattan en uno de los edificios del magnate Donald Trump. Estos detalles siguen sin despejar la nueva gran inc¨®gnita de la vida de Hillary. Y mientras tanto, ?qu¨¦ har¨¢ Bill?
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