"Beethoven fue el AC/DC de su ¨¦poca"
Isabel L¨®pez acaba de lograr, a sus 31 a?os, un empe?o de la infancia, cuyo anuncio dej¨® estupefactos a sus padres: "Quiero dirigir una orquesta, quiero una batuta". Isabel ten¨ªa ocho a?os y un sue?o at¨ªpico, y todav¨ªa recuerda las carcajadas que desat¨® con la confidencia. No sab¨ªa entonces que aquella extravagancia la condenar¨ªa a pasarse la vida estudiando, pues, para encaramarse al cajoncillo de directora de orquesta, hay que superar cinco carreras musicales: dos instrumentos -ella escogi¨® piano y viola-, lenguaje musical, transposici¨®n y acompa?amiento, composici¨®n y direcci¨®n de orquesta. Y hace falta superar un examen definitivo que Isabel encar¨® con pulso firme, mientras otros compa?eros, tr¨¦mulos, se atiborraban de tranquilizantes. S¨®lo ella super¨® la prueba.Pregunta. ?Nunca la atenazan los nervios?
Respuesta. ?ste fue un caso especial. Sab¨ªa que me la jugaba a un examen, s¨ª, pero me negaba a perderme el momento que llevaba esperando toda mi vida. Estaba emocionada y quer¨ªa disfrutar, as¨ª que, cuando empec¨¦ a dirigir, me com¨ª la partitura y la qu¨ªmica con la orquesta se not¨® r¨¢pidamente.
P. ?C¨®mo justifica esa vocaci¨®n tan intensa?
R. Debi¨® de ser porque en la infancia hab¨ªa visto muchos conciertos televisados y hab¨ªa asistido a alguno en directo. Y me fascinaba la labor del que llevaba la batuta.
P. Por cierto, ?cu¨¢l es el papel del director si muchos m¨²sicos no levantan la mirada de la partitura?
R. La culpa de esa impresi¨®n es del exhibicionismo mostrado por algunos directores, que no hacen su trabajo y la orquesta funciona a pesar de ellos. Nos han legado mala reputaci¨®n. Pero la realidad es diferente: la orquesta es un instrumento y el director est¨¢ ah¨ª en medio y es el que hace que la m¨²sica sea viva, tiene que conocer todos los instrumentos, dar las entradas, los matices, manejar toda la masa sonora, envolverla, embellecerla y darle su personalidad. Es una sensaci¨®n fant¨¢stica, ¨²nica, ponerte delante de una orquesta y levantar los brazos, porque es como si la m¨²sica te saliera de las manos.
P. Y, si es tan apasionante, ?por qu¨¦ no hay m¨¢s afici¨®n por la m¨²sica culta?
R. Yo desde mi escuela trato de que los alumnos vayan conociendo a los m¨²sicos legendarios sin mitificaciones, de hacerles ver que Beethoven no fue un personaje aburrido, sino que fue como la banda AC/DC de la ¨¦poca. Por eso me emociona que un ni?o se me acerque y me diga que Bach le mola mucho.
P. Adem¨¢s, usted no se limita a la m¨²sica cl¨¢sica.
R. No, a veces me apetece escuchar boleros, heavy o a The Rolling Stones, que eso tambi¨¦n es m¨²sica. En la escuela damos clase de bater¨ªa, marimba, percusi¨®n y guitarra el¨¦ctrica, porque la m¨²sica no se restringe al piano y la guitarra cl¨¢sica, los instrumentos favoritos del p¨²blico.
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