Dos conciertos ejemplares

El fin de semana madrile?o nos ha deparado experiencias de subida categor¨ªa art¨ªstica. Antoni Ros Marb¨¤ combin¨® la Sinfon¨ªa en re, n¨²mero 2, de Beethoven, con la magia de Ravel en El ni?o y los sortilegios. Al d¨ªa siguiente, la Universidad Polit¨¦cnica rindi¨® el VII Homenaje Musical al profesor Severo Ochoa, que a sus saberes cient¨ªficos sumaba sus emociones musicales. Y lo hizo con la Real Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla, conducida por Phelivanian, con la participaci¨®n de la soprano madrile?a Mar¨ªa Jos¨¦ Montiel, voz dorada y luminosa donde las haya y artista sobria sin dejar de ser sensible y hasta sensitiva. Su versi¨®n de las Siete canciones populares, de Falla, en la orquestaci¨®n de Ernesto Halffter, encant¨® a la audiencia por su veraz espa?olidad, dicci¨®n exacta y emoci¨®n natural. Y ello a pesar de que el maestro liban¨¦s no demostr¨® haber penetrado en nuestra m¨²sica, ni en el caso de Falla ni en las Iberia y Navarra, de Alb¨¦niz-Arb¨®s, tocadas con todo g¨¦nero de exageraciones y abusos, empezando por las ruidosas potencias.Tras una Segunda sinfon¨ªa de Beethoven -transparente, detallista, tersa de sonoridades y bien curvada de fraseo-, Ros Marb¨¤ extrajo todo el universo m¨¢gico que habita en El ni?o y los sortilegios, de Ravel. Ros Marb¨¤, con la m¨²sica de Ravel entre las manos, se torna mago prodigioso para derramar sobre nosotros luces claras y fantas¨ªas ilimitadas. Los coros -gobernados por Steubing-Negenborg y Jos¨¦ de Felipe- actuaron con perfecci¨®n y exacta integraci¨®n, y la ONE mostr¨®, una vez m¨¢s, sus grandes posibilidades. En resumen, dos jornadas rigurosamente ejemplares.