La conferencia del clima en La Haya arranca con esp¨ªritu negociador

Los llamamientos a la necesidad de hacer concesiones con los que el ministro de Medio Ambiente holand¨¦s, Jan Pronk, inaugur¨® ayer su cargo de presidente de la cumbre del clima de La Haya, dio una idea de las dificultades que se esperan para alcanzar acuerdos sobre la reducci¨®n de las emisiones de gases que causan el calentamiento del planeta. Participan en esta reuni¨®n de la ONU los representantes de 160 pa¨ªses.

Unas 6.000 personas, entre delegados de los pa¨ªses de la Convenci¨®n y observadores, asisten a esta sexta Conferencia de las Partes de la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico, que se clausurar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 24 y cuyo objetivo es alcanzar acuerdos para que los Gobiernos pongan en marcha las medidas para reducir las emisiones que provocan el calentamiento global. Hace tres a?os, los pa¨ªses miembros de la Convenci¨®n firmaron el Protocolo de Kioto, por el que los pa¨ªses desarrollados estar¨ªan obligados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,2%, pero no se fijaron las instrucciones para cumplir ese acuerdo, que no ha entrado a¨²n en vigor.Est¨¦riles han sido hasta ahora los contactos desde la presidencia holandesa para acercar las diferentes posturas. Pronk, que ha intensificado los contactos bilaterales con los grandes bloques negociadores en las ¨²ltimas semanas, reconoci¨® el abismo de planteamientos que existe. Pero declar¨®: "Hay una actitud positiva para alcanzar un consenso y vamos a hacer lo posible por lograrlo al menos en las grandes l¨ªneas, pero no albergo grandes expectativas".

Quiz¨¢ alarmadas por las predicciones del presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC), Robert Watson, que explic¨® que el calentamiento global supondr¨¢ un incremento de las temperaturas medias en la Tierra de entre 1,5 y 6 grados en el pr¨®ximo siglo con graves consecuencias, todas las partes implicadas reconocieron ayer la necesidad de hacer frente al cambio clim¨¢tico y se mostraban, en teor¨ªa, muy abiertas a negociar para llevar a buen t¨¦rmino las conversaciones.

Sin embargo ayer, a lo largo del d¨ªa, se fueron haciendo de nuevo patentes las diferencias principalmente en cuanto a la regulaci¨®n del mercado de emisiones que permitir¨¢ a los pa¨ªses que contaminan m¨¢s comprar la cuota de los menos agresivos y restarlo de la suya propia. El franc¨¦s Michel Mousel, que actu¨® como portavoz de la UE, mantuvo la progresiva postura, en la que Espa?a est¨¢ alineada, de que el esfuerzo debe partir de los pa¨ªses industrializados y que se haga en base a medidas de ¨¢mbito dom¨¦stico. Mousel demand¨® un "especial esfuerzo de EE UU", que produce el 25% de las emisiones anuales.

Aunque la pol¨ªtica de EE UU en esta cuesti¨®n variar¨¢ seg¨²n el color pol¨ªtico que tenga el nuevo presidente, Washington -a trav¨¦s de David Sandolow, jefe de la delegaci¨®n estadounidense- manifest¨® que estaba "muy abierto a negociar todo". Pero insisti¨® en que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, sobre todo Brasil, China e India, deben comprometerse tambi¨¦n en el esfuerzo para limitar las emisiones. ?stos ¨²ltimos, por su parte, no quieren adquirir compromisos para contener sus emisiones.

Sabedor de que las conversaciones bilaterales est¨¢n complicadas, Michael Zammit Cutajar secretario ejecutivo de la Convenci¨®n Marco reclam¨® la necesidad de llegar a acuerdos pol¨ªticos "que aten los cables sueltos, un acuerdo que use un lenguaje claro y sin ambig¨¹edades". La situaci¨®n, a su juicio, no "admite retrasos en la acci¨®n para hacer frente al cambio clim¨¢tico". Zammit Cutajar cifr¨® el ¨¦xito de la conferencia "en la pronta entrada en vigor del Protocolo de Kioto, si es posible en el a?o 2002".