Marcos-Ricardo Barnat¨¢n cree que un buen cuento es como un poema
Otra prueba de que se siguen rompiendo prejuicios contra el cuento en Espa?a. Otra prueba del renacimiento de un g¨¦nero. Y La Rep¨²blica de M¨®naco (Seix Barral), del hispano-argentino Marcos-Ricardo Barnat¨¢n, es esa otra prueba que llega al cat¨¢logo de un g¨¦nero del que este oto?o-invierno recupera obras de Cort¨¢zar, Clar¨ªn, Faulkner, Ana Mar¨ªa Matute o Ch¨¦jov. Adem¨¢s de que en octubre pasado el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras fue para para uno de los maestros del relato: Augusto Monterroso.Barnat¨¢n (Buenos Aires, 1946) es uno de los autores que creen que un buen cuento es como un poema. "El cuento y la poes¨ªa se parecen, entre otras cosas porque el esfuerzo para pensar y condensar todo un mundo y su ritmo en un espacio reducido es similar", asegura este poeta nov¨ªsimo (su obra po¨¦tica est¨¢ reunida en El or¨¢culo invocado), que se adentr¨® por primera vez en la narrativa en 1971 con la publicaci¨®n de la novela El laberinto de Si¨®n.
Por eso La Rep¨²blica de M¨®naco es tan especial para su autor, al ser el resultado de la uni¨®n de dos g¨¦neros que le apasionan y que ha manejado. Adem¨¢s, agrega este escritor que vive en Espa?a desde los 18 a?os, "el destino de cuentos y poemas es parecido, porque se suelen releer. A veces no se recuerdan del todo, pero en la memoria quedan ciertos pasajes que guardan sensaciones de placer que al final suscitan una nueva lectura".
Es uno de los efectos que a Barnat¨¢n le gustar¨ªa que provocaran sus relatos. Son 21 historias cuya esencia no se reserva s¨®lo para la ¨²ltima l¨ªnea, sino que se dosifica en todo el texto, "lo cual crea finales tanto cerrados como ambiguos o abiertos". Cuentos de encuentros, de amores, de exilios o de historias de tradiciones milenarias tra¨ªdas al presente. Adem¨¢s de que algunas est¨¢n pobladas de homenajes a autores como Pessoa, Nabokov, Mircea Eliade o Borges, con quien tuvo una estrecha relaci¨®n. No se trata de una ex¨¦gesis ni de solemnizar a los personajes, "por el contrario", aclara Barnat¨¢n, "es una oportunidad l¨²dica de desmitificarlos".
Revitalizaci¨®n
Para Barnat¨¢n, la publicaci¨®n de La Rep¨²blica de M¨®naco es una prueba de la reivindicaci¨®n de un g¨¦nero en un pa¨ªs como Espa?a, que no goza de gran tradici¨®n cuentista. Y recuerdaa c¨®mo al principio, cuando ofrec¨ªa el libro, algunas editoriales le suger¨ªan que mejor escribiera una novela. "Es una contradicci¨®n", afirma, "porque, si lo que se busca es conquistar lectores y promover la lectura, parece m¨¢s f¨¢cil empezar ofreciendo historias cortas que se puedan leer de manera indiscriminada". Barnat¨¢n recuerda tambi¨¦n que parte de la revitalizaci¨®n de este g¨¦nero se debe a que los peri¨®dicos, semanarios o medios impresos en general lo han favorecido con su publicaci¨®n en temporadas como el verano. Una experiencia de larga tradici¨®n en el Reino Unido o Estados Unidos, donde, gracias a esas publicaciones por entregas, vivieron algunos de los grandes autores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.