Luis Espinosa se sienta en el banquillo como imputado en un delito de quiebra fraudulenta

El ex-secretario de la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV) y ex-secretario general de la Agencia de Cooperaci¨®n Internacional, Luis Espinosa, se sent¨® ayer en el banquillo como imputado por un delito de quiebra fraudulenta. La acusaci¨®n particular pide siete a?os de prisi¨®n para el ex-alto cargo al que considera uno de los responsables de la quiebra fraudulenta de la empresa Robima, SA de la que fue representante legal. Seg¨²n la acusaci¨®n, los gestores de Robima cobraron una deuda ficticia de 42 milones de pesetas, deuda que Espinosa reconoci¨® ante un notario.

La defensa de Espinosa consigui¨® ayer demorar el juicio que se sigue contra el consejo de administraci¨®n de Robima, SA y el propio Espinosa como apoderado de dicha empresa hasta el proximo mes de diciembre. La defensa justific¨® su petici¨®n de suspensi¨®n alegando la indefensi¨®n de Luis Espinosa, que asegura no conocer los hechos por los que se le acusa, pese a que han sido objeto de diversas informaciones period¨ªsticas, y por otra parte al considerar que no se pod¨ªa juzgar dos veces por un mismo asunto a los consejeros de Robima, SA ya que ¨¦stos ya fueron condenados en su d¨ªa por un juzgado de lo civil. La acusaci¨®n particular pide para el ex alto cargo del PP una pena de siete a?os de prisi¨®n por el delito de quiebra fraudulenta, la misma que pide la fiscal para los seis miembros del consejo de administraci¨®n. Luis Espinosa realiz¨® en nombre de Robima, SA el 23 de noviembre de 1989 un escritura de reconocimiento de deuda ante notario por 42.278.512 pesetas a favor de Julio G. y Enrique G., dos personas que un d¨ªa antes hab¨ªan dimitido como miembros del consejo de administraci¨®n de Robima. El escrito del fiscal afirma que dicha deuda, "ni se corresponde con la realidad ni aparece reflejada en los balances, ni era exigible, l¨ªquida y vencida, y cuya finalidad fue la adjudicaci¨®n mencionada, en perjuicio del resto de los acreedores leg¨ªtimos de la empresa, puesto que el 23 de noviembre de 1989, Robima ces¨® en el pago corriente de sus obligaciones". Posteriormente Robima cerr¨® sus puertas dejando en la calle y sin un duro a unos 30 trabajadores y deudas por casi 20 millones de pesetas con dos firmas empresariales. Seg¨²n la fiscal, con "la maniobra descrita, los acusados colocaron voluntariamente a la empresa en una situaci¨®n de insolvencia, con la finalidad de dejar vac¨ªo su patrimonio y defraudando a sus acreedores"

Respecto a la indefensi¨®n por desconocimiento de los hechos alegada por Espinosa, la acusaci¨®n particular record¨® que ¨¦ste compareci¨® anteriormente por este caso ante un juez de Madrid acompa?ado por la letrada de Robima, que a su vez era hija de un miembro del consejo de administraci¨®n y por tanto persona enterada de lo sucedido.

Asimismo, Luis Espinosa est¨¢ imputado en el caso que se sigue por una presunta malversaci¨®n de fondos de formaci¨®n ocupacional, concedidos por la Administracil¨®n entre 1993 y 1995, a la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV), de la fue secretario general.