"Hemos llegado al fin de una civilizaci¨®n"
Con su nueva novela, 'La caverna', el Nobel portugu¨¦s culmina su "trilog¨ªa involuntaria"
A sus 78 a?os, Jos¨¦ Saramago no ha abdicado de sus m¨¢s profundas convicciones. Su nueva novela, La caverna (editorial Caminho en portugu¨¦s y Alfaguara en espa?ol), es un grito de rebeld¨ªa contra un mundo que considera cada d¨ªa m¨¢s injusto. El Nobel portugu¨¦s, afincado en Lanzarote, afirma que estamos ante el fin de una civilizaci¨®n. "Todos los d¨ªas desaparecen especies animales, vegetales, idiomas, oficios... Los ricos son cada d¨ªa m¨¢s ricos, y los pobres m¨¢s pobres. Cada d¨ªa hay una minor¨ªa que sabe m¨¢s y una mayor¨ªa que sabe menos. La ignorancia se est¨¢ expandiendo de forma aterradora. Tenemos un grave problema en la redistribuci¨®n de la riqueza. La explotaci¨®n ha alcanzado una exquisitez diab¨®lica. Las multinacionales dominar¨¢n el mundo". Ante la indiferencia y la apat¨ªa sobre el futuro, Saramago reclama la conciencia cr¨ªtica, la capacidad de indignaci¨®n y el inconformismo.Pregunta. ?S¨®lo vemos las sombras de la realidad?
Respuesta. No s¨¦ si las sombras o las im¨¢genes nos ocultan la realidad. Eso se puede debatir infinitamente, pero estamos perdiendo la capacidad cr¨ªtica de lo que pasa en el mundo. De ah¨ª surge el que parezca que estamos encerrados en la caverna de Plat¨®n. Nosotros no confundimos una cosa con la otra, pero estamos abandonando nuestra responsabilidad de pensar, de actuar. Nos hemos convertido en seres inertes sin capacidad de indignaci¨®n, del inconformismo y la protesta que nos caracteriz¨® durante muchos a?os.
P. No confundimos, pero estamos mediatizados por las im¨¢genes, por la publicidad.
R. ?Un bombardeo! Hemos llegado al punto de inventar un concepto que no tiene ning¨²n sentido: la realidad virtual. Es un disparate. Lo real no es virtual y lo virtual no es real. Esa realidad virtual se est¨¢ imponiendo de tal forma que los ni?os se implantan esas gafas en la cabeza y se mantendr¨¢n atados a esa realidad sin darse cuenta de lo que est¨¢ pasando realmente. ?Es m¨¢s! Ya hay mucha gente que sin esas gafas est¨¢ viviendo en otro mundo como si el mundo real no existiera.
P. Han pasado m¨¢s de 2.000 a?os desde Plat¨®n. ?Es un fracaso de esta civilizaci¨®n?
R. No lo s¨¦. La humanidad fue siempre un caleidoscopio de culturas, de diversidad, que, desgraciadamente, se va estrechando cada d¨ªa. Ya no se encuentra nada nuevo. Creo que esta civilizaci¨®n ha terminado y vamos a entrar en una mentalidad muy distinta. No s¨¦ si mejor o peor. La que ten¨ªamos tampoco era muy buena. Hemos llegado al final de una civilizaci¨®n y la que viene no me gusta. Pero los que tendr¨ªan que pronunciarse, sobre todo, son los j¨®venes.
P. ?Estamos dominados por el poder econ¨®mico?
R. Completamente. El poder econ¨®mico ha suplantado al poder pol¨ªtico, a la cultura. Norman Mailer ha declarado que Clinton ser¨¢ el ¨²ltimo presidente de los Estados Unidos porque, a partir de ahora, las corporaciones, es decir, las multinacionales, no necesitar¨¢n intermediarios pol¨ªticos y dominar¨¢n el mundo. Ellas inventar¨¢n los pol¨ªticos y los sistemas que les convienen. La pol¨ªtica ser¨¢ una herramienta m¨¢s del sistema, del mercado. El neoliberalismo, a mi juicio, es un nuevo totalitarismo, disfrazado de democracia y manteniendo las apariencias.
P. ?C¨®mo? En el sentido de convertir al individuo en una pieza m¨¢s de su maquinaria.
R. Y lo controla hasta puntos inimaginables. Las profec¨ªas de Orwell se han cumplido. La privacidad se acab¨®. El espionaje se ha instalado en la vida social con tanta dulzura que nadie se da cuenta. Las comunicaciones est¨¢n controladas... Y m¨¢s. Llamas a un tel¨¦fono para pedir una informaci¨®n y sale una m¨²sica, luego una m¨¢quina. No has recibido a¨²n nada, pero te est¨¢n cobrando la llamada desde el primer segundo. Y nadie protesta. Vivimos en un mundo donde la explotaci¨®n ha alcanzado f¨®rmulas de una exquisitez mefistof¨¦lica, diab¨®lica.
P. Se estrecha la cultura y se ensanchan las desigualdades.
R. No s¨®lo las desigualdades entre ricos y pobres, sino entre los que saben mucho y los que saben poco, y cada vez saben menos. La ignorancia se est¨¢ expandiendo en el mundo de una forma aterradora. Hay una minor¨ªa que lo sabe todo y lo controla todo y una mayor¨ªa que sabe poco y cada vez sabe peor lo que cree saber. La educaci¨®n, desde la escuela hasta la Universidad, es un desastre, es una f¨¢brica de producir ignorantes. En el fondo es un problema de redistribuci¨®n de la riqueza.
P. ?La caverna es un grito de rebeld¨ªa?
R. Y la constataci¨®n de una evidencia. El centro comercial es un s¨ªmbolo de ese nuevo mundo del que hablo. Pero hay otro peque?o mundo que desaparece. El de las peque?as industrias o el artesanado. Todos los d¨ªas desaparecen especies animales, vegetales, idiomas, profesiones, oficios. Est¨¢ claro que todo muere, pero hay gente que tiene derecho a vivir, a construir su propia felicidad, y son eliminados. Pierden la batalla por la supervivencia, pero ellos mismos ya no soportan vivir bajo las reglas del sistema. Se marchan como vencidos, pero con dignidad, diciendo que no quieren ese mundo.
P. Es una visi¨®n fatalista. ?No hay una puerta a la esperanza?
R. No creo. La puerta que se abre y nunca estuvo cerrada es la relaci¨®n de afecto y ternura entre los personajes. Son una pi?a de humanidad. En ese sentido, s¨ª. De todas formas, no me gusta mucho eso de la esperanza. Me parece que es algo que siempre estamos posponiendo. Debemos ser conscientes de lo que pasa e intervenir. Quieren que no hagamos preguntas y que no discutamos bajo la amenaza del despido, de perder a tu familia. ?se es el nuevo totalitarismo. Y me impresiona la indiferencia de la gente.
P. ?Una insurrecci¨®n ¨¦tica, civil?
R. Es f¨¢cil decirlo, pero no s¨¦ c¨®mo se hace. Acabo por entender que la gente no se mueva. No es el miedo antiguo a la polic¨ªa, a la tortura o a la c¨¢rcel, que todav¨ªa existe en muchos lugares, sino el miedo a la inseguridad, al desempleo. Y ese miedo ?paraliza! Hay formas de miedo que te rebelan, pero ¨¦ste paraliza.
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