La Guardia Urbana inicia un proceso de reajuste de plantilla para sacar m¨¢s agentes a la calle

Hay agentes de la Guardia Urbana que realizan tareas de mantenimiento, otros desempe?an funciones puramente administrativas, los hay que pasan sus horas de servicio en dep¨®sitos de veh¨ªculos. La consecuencia es que una parte considerable de la plantilla, que actualmente es de 2.400 agentes, realiza trabajos que poco tienen que ver con su funci¨®n. La gerencia de la Guardia Urbana ha iniciado un proceso de reajuste que pretende sacar a 100 agentes m¨¢s a las calles de Barcelona antes de la primavera pr¨®xima. El plan tambi¨¦n depende de mejoras tecnol¨®gicas.

El incremento de plantilla, una de las principales reivindicaciones de la Guardia Urbana desde hace m¨¢s de un a?o, se ha venido estrellando con la negativa del Ayuntamiento de Barcelona, que ha limitado ese aumento a los 70 ex agentes de la Guardia Civil de Tr¨¢fico que se integrar¨¢n en breve y otros 30 por otra convocatoria. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, se ha negado a ceder a las presiones y a incrementar m¨¢s la plantilla por varios motivos. Uno es el futuro despliegue de los Mossos d'Esquadra.Lo que tambi¨¦n tienen claro los responsables municipales es que el cuerpo de la Guardia Urbana necesita un ajuste y puesta al d¨ªa que facilite sacar a m¨¢s agentes a la calle, sobre todo despu¨¦s de una larga temporada de conflicto laboral que tuvo p¨¦simas consecuencias en la vida ciudadana.

Hasta hace unas semanas, 12 guardias urbanos se encargaban de cambiar los fluorescentes o cualquier otra tarea de mantenimiento en las dependencias. Ahora s¨®lo quedan seis y el prop¨®sito es reducir ese n¨²mero a cero tan pronto como sea posible. "Lo que se persigue es potenciar el trabajo propio de la Guardia Urbana", sostiene Albert Dalmau, uno de los gerentes de Via P¨²blica del Ayuntamiento de Barcelona.

Para ello se est¨¢ analizando pr¨¢cticamente servicio por servicio y se ha puesto en marcha un proceso de sustituci¨®n por personal civil del propio Ayuntamiento de algunas de las tareas que vienen realizando agentes uniformados. Es el caso, por ejemplo, de la cincuentena de agentes que se distribuyen en los turnos en dos dep¨®sitos de veh¨ªculos: el del Palmeral -que ser¨¢ trasladado en breve-y el del cintur¨®n del Litoral. M¨¢s adelante es posible que guardias urbanos que ahora se encargan de la vigilancia de edificios municipales o que hacen las veces de telefonistas sean sustituidos por personal tambi¨¦n externo al cuerpo.

El proceso tambi¨¦n pasa por introducir tecnolog¨ªa no s¨®lo de despacho, sino tambi¨¦n operativa. Dalmau pone un ejemplo: que los veh¨ªculos que se desplazan para la realizaci¨®n de un atestado por un accidente tengan un equipo de ofim¨¢tica de manera que un ordenador que contenga el plano de la ciudad sea el instrumento v¨¢lido para dibujar en ese mismo momento el croquis de lo ocurrido. Hasta ahora esa tarea la llevan a cabo varios agentes desde un departamento.

El proceso de reajuste de plantilla es lento -ha despertado ciertas suspicacias-y por ahora todos los agentes repescados van destinados a distritos, explica Dalmau. La gerencia tambi¨¦n quiere aclarar la situaci¨®n real de 277 agentes en segunda actividad -que no salen a la calle y que desempe?an otras tareas, muchas administrativas- ya que m¨¢s de 200 de ellos no han pasado por un tribunal m¨¦dico que certifique cu¨¢l es su condici¨®n de salud y, en consecuencia, su disponibilidad para el servicio.

La otra cuesti¨®n que preocupa especialmente a la gerencia de V¨ªa P¨²blica es combatir el absentismo laboral, que se sit¨²a en un 10%.