S¨¢nchez Mej¨ªas

El jueves pasado, Agust¨ªn D¨ªaz Yanes, escritor y director de aquella pel¨ªcula tan buena Nadie hablar¨¢ de nosotras cuando hayamos muerto, present¨® la Revista de Estudios Taurinos n? 11, un libro dedicado a Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas. Fue una conferencia rica, clara y precisa, en la que, tras explicar el inicio de su afici¨®n taurina a trav¨¦s de su padre y demostrando que se hab¨ªa le¨ªdo la revista con numerosas citas de los escritores colaboradores, nos present¨® al esp¨ªritu rebelde de aquel sevillano de familia acomodada, con estudios y polifac¨¦tico que lleg¨® a ser matador de toros, adem¨¢s de piloto de b¨®lidos o aviones, presidente del Betis y de la Cruz Roja, periodista, dramaturgo y conferenciante en la Universidad de Columbia, a donde le llev¨® Garc¨ªa Lorca y donde pronunci¨® la frase: "Al toro se le come o se le mata". Un joven que quiso ser muchos hombres en una sociedad en la que le estaba permitido un s¨®lo compromiso.Nuestro torero se fue a M¨¦jico para hacerse novillero porque la torer¨ªa era lo heroico en aquellos tiempos, dijo el orador, porque buscaba una verdad que encontr¨® en Joselito y en los toros, una profesi¨®n que necesitaba "gracia, esfuerzo, coraje, reflexi¨®n, lucha y gran valor". Hoy hubiera podido ser cualquier otra cosa, pero entonces, y citando a nuestro h¨¦roe: "El mundo entero es una plaza de toros en el que quien no torea, embiste". De M¨¦jico volvi¨® porque no estaba satisfecho con el torero que hab¨ªa sido. A esp¨ªritus as¨ª no es f¨¢cil verlos satisfechos con casi nada de lo que hacen.

A Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas se le debe la estrecha relaci¨®n que estableci¨® entre el mundo del toro y el del arte y la cultura, una relaci¨®n que facilit¨® el encuentro entre poetas sevillanos y madrile?os de la generaci¨®n del 27, entre los que D¨ªaz Yanes cit¨® a Jorge Guill¨¦n y a Lorca y Alberti, a los que llam¨® toreros frustrados. A ellos les debe, a su vez, el ¨¦xito y el mito el torero homenajeado, al llanto de Garc¨ªa Lorca por su muerte, por ejemplo, que es por lo ¨²nico que muchos le conoc¨ªamos.

Tras habernos deleitado con una charla que se hizo corta, el conferenciante termin¨® con una frase rotunda: "Ser torero es la ¨²nica y verdadera revoluci¨®n".