Una fiesta como las de antes

El Sal¨®n Internacional del Caballo (Sicab) re¨²ne en Sevilla el mercado ganadero m¨¢s importante de ejemplares de pura raza espa?ola. Cerca de 1.000 animales, de los que 532 participar¨¢n en el campeonato de la raza, est¨¢n esta semana en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla.Alrededor de la muestra equina, que celebra este a?o su 10? edici¨®n, ha florecido una fiesta paralela que se desarrolla en los expositores que cada a?o montan los ganaderos y las asociaciones que acuden a Sicab.

Los improvisados bares en los que se convierten esos exhibidores est¨¢n repletos de propietarios, clientes, amigos y compromisos que dan buena cuenta de las raciones de comida y las copas que se sirven desde media ma?ana hasta pasada la medianoche, cuando cierra el sal¨®n.

Jaime Molina, secretario ejecutivo de la asociaci¨®n de criadores, cree que el Sicab va camino de convertirse en la Feria de Oto?o de Sevilla y reconoce que al 80% de los 200.000 visitantes que esperan les interesa poco o nada el aspecto ganadero del certamen. Molina destaca, sin embargo, que ese otro 20% de asistentes, que s¨ª son profesionales del sector o est¨¢n interesados en ¨¦l, genera un volumen de negocio para los ganaderos de m¨¢s de 2.000 millones de pesetas repartidos entre los d¨ªas que dura el sal¨®n y las quincenas previa y posterior.

El propio Molina ha publicado en el bolet¨ªn del Sicab una gu¨ªa de visita "para un ne¨®fito" que incide en ese aspecto festivo. Las recomendaciones, que aconsejan encontrar un amigo ganadero que invite a copas durante toda la tarde, est¨¢n plagadas de referencias y t¨®picos machistas que el autor reconoce como una exageraci¨®n y que justifica porque "est¨¢ escrito en clave de broma", aunque afirma que est¨¢ basado en todo lo que ha ido oyendo de los visitantes en los 10 a?os que lleva involucrado en la organizaci¨®n.

Como muestra de eso que "se oye a los visitantes", un bot¨®n: "Lo mejor que puede ocurrir a primeras horas de la tarde es que suene el m¨®vil de su se?ora (...) se tiene que marchar a casa de su madre porque ¨¦sta se siente algo indispuesta con su inaguantable jaqueca. (...) solicite permiso para continuar su agradable d¨ªa en Sicab y ofr¨¦zcase a acompa?ar a ella, y por supuesto al ni?o, a la parada m¨¢s pr¨®xima de taxi", escribe Molina.

Rafael Blasco es uno de esos ganaderos que atiende en su acogedor rinc¨®n a clientes y amigos. Su ganader¨ªa ha tra¨ªdo a Sicab tres caballos. Sus animales suelen venderse bien, sobre todo en el extranjero, por unos precios que van desde 1.500.000 pesetas a 3.000.000. Rodeado de ganaderos y profesionales del sector, Blasco asegura que invitar a comer a sus compromisos no es s¨®lo un acto social, sino tambi¨¦n una manera de hacer negocio, "no s¨®lo con los caballos".

El testimonio de Rafael Blasco no debe ser muy diferente de las historias que podr¨ªa contar cualquiera de los ganaderos que, desde el a?o 1847, comenzaron a participar en la feria que organizaron Jos¨¦ Mar¨ªa Ybarra y Narciso Bonaplata y que, a partir de los a?os 20, se configur¨® como la fiesta que es hoy la Feria de Abril. Aquellos tratantes se reun¨ªan junto a los cercados de sus animales con sus clientes y amigos para celebrar los buenos negocios con una copa de vino y algo de comer. Lo dicho. Algo muy parecido sucede durante esta semana en Sicab.

Alfonso del Castillo es uno de los 10 jueces que decidir¨¢ qu¨¦ caballos son premiados este a?o en Sicab en el concurso de raza, un premio que puede multiplicar el trabajo y la cotizaci¨®n de los sementales galardonados. Aparear una yegua con caballo campe¨®n puede llegar a costar 500.000 pesetas, 10 veces m¨¢s que con un semental corriente. Todo un honor, y un gran beneficio, para el propietario.

Una de las principales ganaderas de esta raza, Mar¨ªa Fernanda de la Escalera, descendiente de una familia que cr¨ªa caballos espa?oles desde hace m¨¢s de 300 a?os, defiende esos aspectos m¨¢s profesionales de la muestra. "Yo entiendo que el sal¨®n es una buena ocasi¨®n para que los ganaderos tengamos contacto, charlemos e intercambiemos opiniones. Por eso est¨¢ muy bien que haya sitios donde tomar una copa, pero esa actividad social no debe robar espacio a los caballos que, por haber pasado antes una selecci¨®n en competiciones provinciales, son todos campeones".

Lo que De la Escalera no entiende de ninguna manera es la presencia en el sal¨®n de firmas comerciales de ropa o antig¨¹edades, por ejemplo, actividades que nada tienen que ver con el mundo del caballo.

El certamen, que usa cada a?o la promoci¨®n de personajes famosos, envuelve el indiscutible negocio ganadero que supone -con criadores y compradores procedentes de Suram¨¦rica, Jap¨®n o Australia, por ejemplo- en un atractivo envoltorio de t¨ªpica feria andaluza y cita social inexcusable.