El tiempo de Lluch
Hab¨ªa muchas personalidades en Lluch y todas ten¨ªan su vis atractiva. Por eso tantos lo hemos sentido tanto. Profesores y alumnos, pol¨ªticos y empresarios, sanitarios y futboleros, editores y feriantes, vascos y valencianos, catalanes de l'Hospitalet, Girona o Vilassar.Cuando llegu¨¦ a Barcelona, el a?o 66, para empezar Econ¨®micas, a ¨¦l lo expulsaban por apoyar al Sindicato Democr¨¢tico de estudiantes, en un a?o especialmente conflictivo con el encierro en el convento de los padres Capuchinos de Sarri¨¢. El encuentro se produjo a?os m¨¢s tarde, ya en Valencia, adonde ¨¦l y yo nos trasladamos, ¨¦l como profesor, yo todav¨ªa como alumno, hasta acabar la carrera, en cuyo viaje fin de curso de la 1? promoci¨®n de la Facultad de Ciencias Econ¨®micas lo recuerdo, sentado en una hamaca de la cubierta del Canguro G¨¦nova-Barcelona, charlando abiertamente, la noche de San Jos¨¦ del a?o 1971.
Su letra la "veo" todav¨ªa en las pintadas que realiz¨® en algunos de los muros de varias calles del tradicional barrio de Russafa de Valencia, por donde viv¨ªa y donde con motivo de las primeras elecciones democr¨¢ticas, estimulaba la participaci¨®n en favor del partido de los socialistas valencianos.
En la Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs, bajo la direcci¨®n de Joaqu¨ªn Maldonado, de quien en un ejemplar de L'Espill hac¨ªa p¨²blico reconocimiento, impuls¨®, al lado de Pascual Carri¨®n y Manuel Sanchis Guarner, entre otros, la renovaci¨®n que se llev¨® a cabo, para 1976, a?o en el que se conmemoraba el segundo centenario de la fundaci¨®n de esta ben¨¦fica instituci¨®n del tiempo de la Ilustraci¨®n.
En el Gabinete Sigma, con Vicent Ventura y Ricard P¨¦rez Casado, propici¨® la realizaci¨®n de los primeros trabajos sobre la realidad econ¨®mica valenciana, en los que se contaba ya con los economistas reci¨¦n salidos de la Facultad, como Jos¨¦ Mar¨ªa del Rivero o Miquel ?ngel Fabra, llevando a cabo por ejemplo, el de Urbanismo Comercial en Valencia, realizado en 1977.
En los premios de Octubre de 1975, lo recuerdo, en lo que era la piscina Valencia, junto a Vicent Soler, siempre pr¨®ximo a ¨¦l, iniciando la revisi¨®n fusteriana por la v¨ªa valenciana, que siempre Lluch intentaba. En ocasiones con escaso ¨¦xito, como cuando buscaba concomitancias, para mi inexistentes, entre el Bar?a y el Levante, sin duda, influido por el color de los equipajes. Aqu¨ª, las pe?as de las comarcas, poco o mucho, entiendo son del Valencia.
Los empresarios del sector sanitario, conscientes de la necesidad de la reforma que inici¨®, lo estimaban, como recuerdo de Joan Uriach, propietario de los laboratorios del mismo nombre y por entonces presidente de Farmaindustria, y en aquellos d¨ªas Ram¨®n Cerd¨¢ le hizo entrega el 22 de mayo de 1986, de la Medalla de Oro de la Feria de Valencia, por su apoyo decidido y continuado tanto a Expofarmacia, como a la Instituci¨®n ferial, que peri¨®dicamente visitaba.
Recientemente visit¨® Valencia y la Universitat, con motivo de la conmemoraci¨®n de la detenci¨®n de los 10 de Alaqu¨¤s, entre los que se encontraba, de la presentaci¨®n de un ejemplar de L'Aven?, en cuyo consejo asesor figuraba, de un curso que impart¨ªa en la Fundaci¨®n Ca?ada Blanch, y de la presentaci¨®n del Diplomatari sobre la familia Borja. Siempre accesible, imaginativo, profundo y disperso se mostraba Lluch. Era un lujo disfrutar de sus ense?anzas y de su tiempo. Conocerlo y poder estimarlo. Con afectos que son los nuestros, a lo largo de 30 a?os, y que en el acto en su memoria en el Paraninfo, con tantos compa?eros alrededor, se nos han puesto dram¨¢ticamente de manifiesto.
Alejandro Ma?es es gerente de la Fundaci¨®n General de la Universidad de Valencia.
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