Alto riesgo

"Mam¨¢, no quiero ir al cole, los ni?os me pegan y me hacen burla". "Pues ya te est¨¢s vistiendo, que tienes 40 a?os y eres el director".Este viejo chiste no se puede contar, sin poner los pelos de punta, al profesor del Instituto Ciudad Jard¨ªn, en Sevilla, que fue vapuleado junto a una chica por un grupo de chavales, a su vez jaleados por otros. Fueron golpeados este docente y una de sus alumnas igual que semanas antes lo hab¨ªa sido un monitor de gimnasia. Tambi¨¦n unos chicos conflictivos blandieron herramientas de tecnolog¨ªa -sierras, alicates, tijeras- ante un profesor encerrado en el aula por sus propios compa?eros. Imaginen la escena.

?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? ?C¨®mo es que los reyes de la casa se convierten cada vez con m¨¢s contundencia en tiranos?

Esos chicos adolescentes y a¨²n menores sufren y hacen sufrir una situaci¨®n nueva. Son ni?os hasta edades muy tard¨ªas; hiperprotegidos por sus padres y la sociedad que no ven culpas en ellos, s¨®lo traumas que el psic¨®logo, junto al maestro, deben solucionar con la ayuda del Esp¨ªritu Santo. Porque estos hijos nunca tienen la culpa de nada. Porque a sus responsables directos no les viene nunca bien emplear, perder, el tiempo con ellos escuchando, oyendo, las peque?as -para los chavales, inmensas- dificultades que acarrea la edad dif¨ªcil que traspasan. ? Qu¨¦ f¨¢cil es dar unos miles de pesetas el fin de semana!. As¨ª, con dinero, los hijos salen a la calle ya que en esos d¨ªas no hay colegio, ni instituto, ni actividades extraescolares. Los Borja o Vanessa se acicalan y no aparecen hasta que, rendidos, caen en sus habitaciones provistas de m¨²sica, televisi¨®n y ordenadores con videojuegos, mucho m¨¢s incitantes a la violencia que la cl¨¢sica pistola de pl¨¢stico hoy tan denigrada.

Los padres tan tranquilos, sin saber nada.

El lunes, los rapaces vuelven al bendito colegio donde hallan alg¨²n conato de disciplina y, claro, se rebelan. Porque son impunes. Si cualquiera de ellos agrede a su maestra y ¨¦sta quiere castigar la tropel¨ªa, el agresor sabe que su pap¨¢, con toda la A.P.A. detr¨¢s, le apoyar¨¢ "para no causar traumas al chiquillo".

?Y los traumas del profesorado? Hay que saber una cosa: los docentes son, desde hace a?os, el colectivo laboral con m¨¢s bajas por depresiones; se sienten acosados por el entorno social, de trabajo y hasta l¨²dico. "Tienes m¨¢s vacaciones que un maestro", se dice a menudo. ?Nadie se acuerda de eso de "pasar m¨¢s hambre que un maestro de escuela"?

Va a ser muy triste que en el futuro estos profesionales mal pagados y peor estimados y que no cuentan ya ni con el respeto de sus disc¨ªpulos tiren, uno a uno, la toalla y elijan otros oficios que no sean de alto riesgo. A ver entonces como nos las apa?amos. ? C¨®mo decir a los irresponsables que no hay m¨¢s cole, s¨®lo la televisi¨®n, pap¨¢, mam¨¢ y el nintendo?: la barbarie.

Ernest Lluch, el ¨²ltimo asesinado por los cachorros de ETA -?qu¨¦ horrible casualidad?- era profesor. Los v¨¢ndalos que lo han matado ya no tienen psic¨®logo que les disculpe ni A.P.A. que los proteja.

?Ah!: el Tireless sigue ah¨ª, que conste.