Una Justicia de cine
Como era de suponer no se han hecho esperar. Abrir un buz¨®n de la Justicia ante lo que tenemos delante es como una obra de misericordia: dar de comer al hambriento. Las personas tenemos necesidad de Justicia. Necesitamos invertir en ella nuestra confianza y la seguridad de una respuesta tranquilizadora por pacificadora. Toda agresi¨®n debe repararse. Ofrec¨ªa o¨ªdos y voz para contar, caja de resonancia y amplificador para hacer saber lo que se nos pide.Para llegar a tiempo la Justicia debe zambullirse en la realidad, coincidiendo con J. R. Juaniz en su reflexi¨®n La Justicia es otra cosa, publicada en EL PAIS del 18 de octubre de 2000. La configuraci¨®n ¨¦tica del ejercicio de la potestad jurisdiccional presupone concurrir a la interpretaci¨®n y aplicaci¨®n de la ley rebel¨¢ndose contra concepciones totalitarias, derivadas de un sistema impositivo de ideales no compartidos.
El juez ya no es la boca de la ley, sino la voz del derecho, un derecho que no se identifica necesariamente con la ley, expon¨ªa el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial en el discurso de apertura de los tribunales de 1997. La autoridad del juez, que otorga credibilidad a la Justicia, se alcanza cuando, sin violentar su tenor literal, busca y aplica la norma que mejor se adecua a la realidad social, mantiene V. Gimeno en El control de los jueces, pues el juez que s¨®lo se dedica a determinar la legalidad en concreto se convierte, en opini¨®n compartida con M. Mart¨ªnez Sospedra, en un "jefe de departamento ejecutivo especializado". La norma se concibe as¨ª como la senda para procurar una convivencia justa y pac¨ªfica para no volver a la selva, donde siempre ganan los m¨¢s fuertes. Que nadie entienda que estamos participando en el holocausto del derecho, sino s¨®lo que compartimos con Pascal que un poder sin justicia conduce a la corrupci¨®n y la tiran¨ªa y una justicia sin poder a la impotencia y la sumisi¨®n.
Situados en una sala de cine, debemos preguntarnos qu¨¦ ser¨¢ m¨¢s relevante: el proyector, la pel¨ªcula, la pantalla o el patio de butacas. Ninguno puede faltar, pues har¨ªa in¨²tiles a los dem¨¢s. Cualquier decisi¨®n judicial requiere un proceso deliberativo (reflexi¨®n) para darle contenido y reflejarlo en la pantalla, pero tambi¨¦n el instrumento t¨¦cnico para su proyecci¨®n (gesti¨®n) y unos espectadores que invierten una importante porci¨®n de sus expectativas en el proceso y la resoluci¨®n (servicio). De tal suerte, la Justicia necesita gesti¨®n, reflexi¨®n, decisi¨®n, comunicaci¨®n y aspiraci¨®n, porque es ciencia, ¨¦tica, poder, servicio y valor.
Es un compromiso de ofrecer pacificaci¨®n y hacerse entender. Llegar a tiempo. Tambi¨¦n por eso en la Fundaci¨®n por la Justicia pensamos que la Justicia es otra cosa.
Jos¨¦ Mar¨ªa Tom¨¢s T¨ªo es presidente de la Fundaci¨®n por la Justicia.
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