Taberna S¨¦neca
La Sociedad de Plateros fue fundada el 17 de Octubre de 1868 con el objetivo de socorrer a los m¨¢s desfavorecidos del gremio de la plater¨ªa cordobesa. Los miembros fundacionales adquirieron tabernas que, junto a la venta de vinos y las cuotas de los socios, aportaban los medios necesarios para atender prestaciones m¨¦dicas, farmac¨¦uticas y ayudas por enfermedad y jubilaci¨®n.La Taberna S¨¦neca de la Sociedad de Plateros es de las m¨¢s antiguas de C¨®rdoba, llegando a ser una se?a de identidad, un legado de quienes nos precedieron y un trozo de la memoria de C¨®rdoba. Nombrada en literatura, filmada en pel¨ªculas y series de televisi¨®n, descanso de ilustres cordobeses, guarda en sus entra?as la bodega m¨¢s antigua de C¨®rdoba donde duerme el tan reconocido Fino Platino.
Desde hace seis a?os, los que regentamos esta taberna hemos requerido de la junta directiva de la Sociedad de Plateros que atienda el estado de abandono en que se encuentra el edificio. Desde entonces nos hemos ido encontrando con el muro infranqueable de su presidente, don Rafael Luque Iglesias, el cual ha defendido hasta la saciedad la idea de demoler totalmente el edificio para construir no se sabe muy bien qu¨¦ cosa.
El hecho de que esta taberna, por su antig¨¹edad, singularidad y ubicaci¨®n, est¨¦ protegida por las leyes urban¨ªsticas, ha llevado a su presidente a aplicar una estrategia tristemente conocida que se concreta en dejar que se caiga y, cuando ya no exista, ya no estar¨¢ protegida. El pasado mes de julio hubo un desprendimiento del tejado que linda con la calle Marques del Villar y, cuando acudimos consternados a comunic¨¢rselo a la junta directiva, don Rafael Luque Iglesias nos dijo que se alegraba much¨ªsimo porque as¨ª cuando llegaran las lluvias ayudar¨ªa a que se cayera definitivamente el edificio. Pasados tres meses tras un requerimiento notarial y sin haber hecho absolutamente nada por reparar la situaci¨®n, el muro, con las primeras lluvias y tal como vaticin¨® este experto en construcciones y destrucciones, cay¨® arrollando incluso parte del museo arqueol¨®gico. El hecho de que los que regentamos la Taberna S¨¦neca hagamos esta denuncia p¨²blica y nos comprometamos por salvar esta casa que es grande y noble como el coraz¨®n de los cordobeses, habi¨¦ndonos negado a aceptar cantidades y prebendas a cambio de nuestro silencio, nos har¨¢ sin duda merecedores de la indisposici¨®n de su presidente y su junta, por lo cual nos imaginamos que intentar¨¢n, amparados en la ley de arrendamientos de locales, no renovarnos el contrato de arrendamiento como venganza y a la vez estrategia para consumar las inconfesables pretensiones que pesan sobre la taberna. Estamos dispuestos a pagar este tributo que aunque nos costar¨ªa la p¨¦rdida de nuestra empresa y tres puestos de trabajo fijos, no ser¨ªa nada en comparaci¨®n a la p¨¦rdida de la que aunque desatendida y humilde es sin duda la abuela de todas las tabernas de C¨®rdoba.- Salvador Reina Andrade. C¨®rdoba.
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