El Defensor del Pueblo andaluz examina en Ja¨¦n la situaci¨®n de los inmigrantes
El Defensor del Pueblo Andaluz y la Comisi¨®n de la Inmigraci¨®n, formada por ONG y administraciones, inspeccionan la situaci¨®n de los inmigrantes llegados a Ja¨¦n para trabajar en la campa?a de la aceituna y que, ante la falta de camas, se han visto obligados a dormir en los suelos de los albergues o incluso en plena calle. La Junta de Andaluc¨ªa y los ayuntamientos abren hoy siete de los 15 alojamientos previstos, aunque siguen siendo insuficientes.
Evitar el hacinamiento
Miembros de la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz han visitado ya Mancha Real (Ja¨¦n) para comprobar el funcionamiento del albergue y de las guarder¨ªas para los hijos de temporeros. Esta campa?a de inspecci¨®n coincide con la apertura de siete albergues de aceituneros, prevista para esta ma?ana. Los alojamientos completan la red disponible en los municipios, compuesta por 15 establecimientos. Esta apertura s¨®lo alivia la tensi¨®n que ha provocado la llegada de miles de inmigrantes para participar en las tareas de recogida de la aceituna. Con 138 nuevas camas, a las que se sumar¨¢n colchones en el suelo en los lugares con m¨¢s demanda de alojamiento, se intenta evitar que los inmigrantes duerman en la calle o en casas y naves abandonadas mientras encuentran un empresario que les contrate para las labores agr¨ªcolas.
Los empresarios tienen la obligaci¨®n de dar alojamiento a los jornaleros que contratan. Hasta que encuentran trabajo, la Junta de Andaluc¨ªa y los ayuntamientos establecen la mencionada red de albergues, que dispone de un total de 330 plazas este a?o para dar cobertura a unos 4.000 inmigrantes que se prev¨¦ que se desplacen hasta Ja¨¦n.
La ONG Ja¨¦n Acoge reclam¨® ayer a empresarios y administraciones que arbitren f¨®rmulas para evitar en pr¨®ximas campa?as el hacinamiento y la falta de vivienda que padecen los inmigrantes. Entre ellas, Ja¨¦n Acoge propone que, cuando haya camas libres, los jornaleros contratados y los empresarios que sigan usando los albergues paguen una cuota diaria por su uso. Esta f¨®rmula permitir¨ªa captar fondos para la construcci¨®n de centros nuevos y dejar¨ªan dinero disponible para que los ayuntamientos realicen actividades de integraci¨®n con la poblaci¨®n. El problema, que se concentra ahora en los inmigrantes que buscan trabajo, se ampliar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas porque, aunque empiecen a ser contratados, la poblaci¨®n sigue siendo reticente a alquilarles viviendas.
"No hay previsi¨®n. El 7 de noviembre dijimos en una reuni¨®n con la Junta que el dispositivo ten¨ªa que estar funcionando porque este a?o los inmigrantes estaban llegando antes", manifest¨® Pedro Gonz¨¢lez, de Ja¨¦n Acoge. "No nos hicieron caso y ahora se ven con un dispositivo que llega tarde. Queremos que se prevea el siguiente paso", a?adi¨®.
Gonz¨¢lez explic¨® tambi¨¦n que, en los albergues, los inmigrantes s¨®lo pueden pasar cinco d¨ªas; despu¨¦s, se tienen que trasladar y "el problema llega directo a los empresarios y al conjunto de la sociedad que no quiere alquilar nada a temporeros". "Hay f¨®rmulas para evitar que los jornaleros extranjeros se queden sin vivienda, pero hace falta voluntad de los empresarios y los trabajadores", resalt¨®.
Tambi¨¦n reproch¨® Pedro Gonz¨¢lez a la Confederaci¨®n de Empresarios de Ja¨¦n que no apueste por concienciar a sus propios socios de la necesidad de ofrecer condiciones dignas de habitabilidad a los temporeros. "En Almer¨ªa, ha habido muchos problemas por la elevada concentraci¨®n de inmigrantes que hay. En Ja¨¦n me parecer¨ªa incre¨ªble que, con muchas menos personas, den lugar a que se genere una situaci¨®n similar", dijo.
Ja¨¦n Acoge reclama tambi¨¦n agilidad en la concesi¨®n de los permisos de trabajo para los inmigrantes que llegan sin papeles. Seg¨²n Gonz¨¢lez, se tarda entre siete y ocho meses en resolver una petici¨®n. "El resultado es que quienes lo solicitan no pueden trabajar en una campa?a de la aceituna que empieza ya".
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