Superados por los extremos

La asociaciones identificadas con partidos del arco parlamentario est¨¢n perdiendo protagonismo en el debate en favor de los extremos, la izquierda revolucionaria y la ultraderecha. Los movimientos de ultraderecha est¨¢n m¨¢s organizados, pero los de izquierda se est¨¢n dotando de un nuevo y variado contenido ideol¨®gico. Estos extremos son los que m¨¢s ruido hacen en la universidad, y provocan episodios de violencia espor¨¢dicos, pero a la vez son absolutamente minoritarios. La extrema izquierda tiene mucho cuidado de admitir ese t¨¦rmino, "porque de ah¨ª se pasa a decir que somos de Jarrai, y ya est¨¢ bien de incordiar con esa tonter¨ªa". La procedencia diversa de sus miembros va desde anarquistas a ecologistas, pero se pueden encuadrar en antifascistas y antiglobalizaci¨®n, grupos habitualmente llamados "antisistema", por las vinculaciones con el Movimiento de Resistencia Global (antiglobalizaci¨®n) o los okupas. Se componen "por cualquiera que quiera venir por aqu¨ª a expresar sus ideas", ya que la forma de decisi¨®n es asamblea abierta. "Rechazamos las asociaciones y la representaci¨®n porque pasan de los problemas reales. No hay debate. Son partidos pol¨ªticos y como tales van a lo suyo, s¨®lo les interesa el poder". Esta actitud les confiere medios organizativos muy difusos y una inoperancia extrema a la hora de expresarse como colectivo. La ultraderecha no rechaza el sistema de representaci¨®n. Se presentan y, desde hace poco m¨¢s de un a?o, obtienen respuesta. Jos¨¦ Cantalapiedra, l¨ªder del Sindicato Espa?ol Universitario (SEU), "ligado a Falange Espa?ola", afirma que el n¨²mero de sus militantes se ha triplicado en el ¨²ltimo a?o. En las ¨²ltimas elecciones, en varias provincias han pasado de 1.200 votos en las universidades a 7.000. Tienen representaci¨®n en ¨®rganos de gobierno de M¨¢laga, Salamanca, Oviedo y Ja¨¦n. Asegura que se han nutrido de "grupos dispersos, adem¨¢s de atraer a mucha gente que no sab¨ªa d¨®nde ir, que no se siente representada. Nos hemos librado del aire de ocultismo que ten¨ªamos". Hay una nueva Junta Nacional, formada con j¨®venes universitarios. Cantalapiedra estudia Derecho, s¨®lo tiene 20 a?os y hace un vaticinio: "Sin duda, Falange ser¨¢ en la sociedad dentro de 10 a?os lo que hoy es en la universidad".